Así se vivió el “anillo de fuego” en el país: ahora Chiloé se prepara para el próximo eclipse solar

Así se vivió el “anillo de fuego” en el país, mientras Chiloé se prepara para el próximo eclipse solar
Así se vivió el “anillo de fuego” en el país, mientras Chiloé se prepara para el próximo eclipse solar

El eclipse anular de Sol abarcó gran parte del territorio nacional, incluso, en lugares donde no se repetirán hasta en 300 años más.


En Hanga vare vare, el sector donde se realizan las festividades más importantes de Rapa Nui, así como en otros sectores típicos de la isla se congregó la gente para mirar hacia el cielo y ver cómo se formó un “anillo de fuego”, entre la penumbra momentánea. Así mismo lo hicieron en la región de Aysén, donde incluso aprovecharon de estudiar cómo reacciona el ecosistema marino de los fiordos bajo un cambio repentino de luz y temperatura.

El eclipse solar anular de este 2 de octubre pasó por encima del territorio nacional, donde se pudo observar en distintas intensidades a lo largo y ancho del país. ¿Cómo se vivió este fenómeno astronómico desde los puntos que mejor pudieron presenciarlo?

Así se vivió el “anillo de fuego” en las distintas zonas del país

Desde hace un par de días que Rapa Nui se repletó de turistas, astrónomos y curiosos que esperaban ver primero que todos el eclipse, y desde el punto más privilegiado. Ariki Díaz Tuki, habitante de Rapa Nui, cuenta que durante estos días “turistas han venido a regalar estos lentes para poder ver el eclipse”. También instituciones científicas han ido a la isla a entregar estos anteojos y a dar charlas sobre astronomía. Una de ellas fue el Instituto Milenio de Astrofísica (MAS), donde su director, Francisco Förster, estuvo ahí.

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Eclipse desde Rapa Nui. Foto: Francisco Förster

Además de estar allí para presenciar el eclipse en primera persona, Förster estuvo invitado a una charla en el Planetario de Rapa Nui para hablar sobre la importancia de este tipo de eclipse, y cuál es la diferencia entre éste y el eclipse total de Sol. “En un eclipse anular básicamente la Luna tapa el disco del Sol, que es muy brillante, y puedes ver lo que está alrededor. Hay estudios que se pueden hacer en estos contextos, porque puedes aislar la parte más externa del Sol para hacer un estudio particular”, afirma el astrónomo.

En el lugar también estuvo la gerenta del Centro de Astrofísica y Tecnologías Afines (CATA), Elise Servajean. Según contó, el eclipse lo vivió de una forma muy emotiva, ya que pudo conocer y compartir la visión que tiene la gente de Rapa Nui ante este tipo de sucesos. “Es muy importante, es un pueblo que está muy conectado con todo lo astronómico. Los pueblos polinésicos usan mucho la Astronomía para la navegación y todavía está inserta en la sociedad”, explica.

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Eclipse en Rapa Nui. Foto: Municipalidad de Isla de Pascua.

Además, valora el hecho que la probabilidad de que ocurra un eclipse en una isla como Rapa Nui eran muy bajas. “Que hayamos tenido la oportunidad de estar acá es un privilegio que no se va a repetir en mucho tiempo más”, complementa. De hecho, el próximo eclipse que pase por la Isla de Pasca no ocurrirá hasta recién el 2324, en exactos tres siglos más.

El eclipse partió en la Polinesia, cerca de las islas de Samoa Americana, para luego trasladarse hacia el sureste del océano Pacífico, pasando luego por el territorio continental de Chile y Argentina. Este eclipse solar anular permitió ver su característico “Anillo de Fuego” en zonas donde alcanzó su máxima cruce entre la Luna y el Sol. El fenómeno es producto de la órbita elíptica de la Luna: cuando está más alejada de la Tierra, su tamaño aparente no es lo suficiente como para cubrir todo el disco solar. El resultado es una visión espectacular de un anillo luminoso que resalta en el cielo.

Annular solar eclipse as seen in Las Horquetas
Eclipse anular en su punto máximo, con su característico "anillo de fuego". Foto: Reuters.

Su recorrido fue avanzando en sentido sur-oriente, donde también pudo ser percibido por los habitantes de Chile continental, especialmente en la región de Aysén. Desde Coyhaique, el astrónomo de la Fundación Chilena de Astronomía y asesor científico de Congreso Futuro, Juan Carlos Beamin, comentó que estos eclipses “tienen la gracia de que nos igualan, porque es independiente de la formación, de si uno es astrónomo o no, si es profesional o no, todos podemos disfrutarlo de la misma manera. Creo que eso nos acerca al universo y también nos da esta idea de contacto con la naturaleza”.

Así también lo detalla el director ejecutivo de la Sociedad Chilena de Astronomía (Sochias), Sergio Vásquez. Desde la “Casa Mate”, en Cochrane, pudieron presenciar este fenómeno junto a cientos de niños y adultos curiosos por este acontecimiento. “Desde el 2017 no ocurría un eclipse en Aysén y nos viene como anillo al dedo para potenciar la difusión de la Astronomía. Nos sirve como un pretexto para acercar la ciencia a esta zona en Chile”, destaca.

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Eclipse visto desde Cochrane, región de Aysén. Foto: Sergio Vásquez (Sochias).

Asimismo, en Tortel estuvo presente la subsecretaria de Ciencia, Carolina Gainza. En el lugar, la autoridad de gobierno manifestó que este evento astronómico es muy interesante en sí mismo, pero también genera el interés y la curiosidad y la motivación por saber más en las personas. “Genera preguntas en los niños, en las niñas, en los jóvenes, en los adultos, cuánto dura, de qué se trata, cómo se forma, qué efectos produce en la naturaleza, en los animales, que también genera preguntas de investigación”, apuntó.

Desde el punto de vista científico, los eclipses solares entregan la oportunidad de investigar cosas como el comportamiento de la atmósfera ante la disminución de radiación solar, o cómo cambia el comportamiento de algunos animales ante la baja de luminosidad y diferenciarlo de lo que ocurre durante eclipses totales donde se oscurece el cielo. E incluso, un grupo de científicos aprovechó el paso del eclipse para entender cómo esto puede influir incluso a la vida marina, incluso la microscópica.

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En los fiordos de Tortel, científicos del Centro de Investigación Oceanográfica en el Pacífico-Sur Oriental (COPAS) se embarcaron para entender cómo el eclipse puede afectar el comportamiento del ecosistema marino durante su paso. “Es una pregunta que siempre se hace y nunca se había estudiado antes”, manifestó la directora de dicho grupo científico, Camila Fernández.

Así se vio el eclipse en las principales ciudades el país:

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Chile ha sido afortunado en los últimos años, recibiendo la visita de varios eclipses solares, incluidos los totales en 2019 y 2020. Ahora, los habitantes y turistas del país tendrán la oportunidad de presenciar este eclipse anular, que, aunque no oscurecerá por completo el cielo, ofrecerá un espectáculo visual sin igual.

En la Isla de Rapa Nui, la Luna cubrió el 87% del Sol a las 14.07, (16.07 hora continental) y la fase anular duró aproximadamente seis minutos. En la región de Aysén, por su parte, el eclipse alcanzó su fase anular a las 17.25, cubriendo el 84% del Sol. En otras regiones de Chile fue posible disfrutar de una versión parcial del fenómeno. En Santiago, por ejemplo, la Luna cubrió alrededor del 44% del Sol a las 17.25.

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Eclipse en Rapa Nui. Foto: @fran.astronoma

Cabe destacar que el próximo eclipse anular de Sol que pase por el país ocurrirá el próximo 6 de febrero de 2027, donde se espera su mayor porcentaje de penumbra se podrá ver desde la Isla de Chiloé, entre las regiones de Los Lagos y Aysén. El siguiente eclipse de las mismas características que pase por Chile ocurrirá en 24 años más, el 6 de diciembre de 2048.

“Estamos viviendo un momento híbrido, en que podemos ver tanto eclipses anulares -o parciales- como también totales de Sol, ya que se espera que estos últimos dejen de existir en 600 millones de años más”, concluye Förster sobre este tipo de fenómenos.

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Eclipse anular. Foto: Reuters.

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