De a poco en Chile las mujeres están participanco más en la ciencia. Camila Navarrete (31), es una de ellas. Doctora en Astrofísica de la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC), hoy se desempeña como astrónoma en el European Southern Observatory (ESO) en Chile y es la única investigadora postdoctoral chilena en ESO Chile.

"Muchas veces ese miedo de seguir el camino de la ciencia es por prejuicios sobre la capacidad de las mujeres para desempeñarse como científicas", dice. Durante su carrera "inevitablemente me he sentido discriminada por ser mujer ya que existe esta idea preconcebida o prejuicio de que las carreras en ciencias son principalmente desarrolladas por hombres".

En ESO, trabaja específicamente en el observatorio Paranal -ubicado en la segunda región- y que alberga el Very Large Telecope (VLT), uno de los telescopios ópticos más grandes y productivos que existen actualmente en el mundo.

En el año 2017, durante su doctorado, esta joven investigadora recibió el premio L'Oréal UNESCO For Women in Science, que en nuestro país "busca reconocer desde 2007 la vocación científica femenina, galardonando ya a 23 jóvenes que lo han recibido desde diversas áreas de la ciencia", reporta el sitio web de la organización. Este reconocimiento entregó la oportunidad a Camila de poder seguir estudiando gracias a la beca obtenida.

Oriunda de Santiago, se desarrolló académicamente en la PUC, la Universida de Cambridge y el Centro de Astrofísica Computacional del Flatiron Institute en Nueva York. A su juicio, "el apoyo de mi familia ha sido fundamental" durante el desarrollo de su carrera, desde el momento en que decidió estudiar astronomía hasta ahora que le ayudan con el cuidado de su hija cuando tiene turnos de "observación en Antofagasta al menos una vez al mes", relata.

Elegir la ciencia

Para la joven astrónoma, el acercamiento al campo de la astrofísica se produjo el verano antes de comenzar cuarto medio. "Me inscribí en la Escuela de Verano de Astronomía que realiza la Universidad de Chile, más que nada por curiosidad por saber de qué se trata esta ciencia, como una aplicación de la Física", ciencia que le atraía mucho pero que nunca pensó en estudiar como tal, cuenta.

Después de cuatro semanas en la escuela de verano, Camila estaba completamente fascinada.  "Más que el romántico concepto de un astrónomo mirando por un telescopio las estrellas, me fascinó la posibilidad de estudiar el movimiento de estrellas, planetas, galaxias; su composición química, temperatura, evolución e incluso poder predecir la existencia de la materia oscura sin siquiera poder tocar dichos cuerpos celestes".

En los últimos años, uno de los principales intereses de esta investigadora que trabaja en el observatorio más grande de la actualidad, ha sido el poder estudiar subestructuras estelares y corrientes estelares para comprender la historia de la formación de la Vía Láctea y el papel de la Nubes de Magallanes, tema que fue parte de su tesis doctoral.

"Mi trabajo se centra en la reconstrucción de la historia de formación de la Vía Láctea. A través del estudio observacional de la distribución y características de las estrellas más distantes" cuenta la astrónoma, quien además agrega que "recopilar esta información es crucial para poder reconstruir de manera detallada la historia de nuestra galaxia".

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Camila Navarrete luego de recibir la Beca L'Oréal-UNESCO For Women in Science Chile (2017).     Foto: Camila Navarrete.[/caption]

Ser mujer en la astronomía

"A pesar de que las mujeres astrónomas no tienden a ser la mayoría ya sea en charlas, proyectos o discusiones, todo el equipo (de ESO) es muy respetuoso y abierto a escuchar las ideas y propuestas de todos" dice la única investigadora postdoctoral chilena del observatorio.

Aunque en el Observatorio Paranal, la brecha de género es mucho más notoria "ya que los astrónomos trabajamos a la par con distintos profesionales, los que son en su gran mayoría hombres", a pesar de eso, relata que el ambiente de trabajo es muy grato y "el trabajo no se siente diferente por el hecho de ser mujer, sino que todo el equipo trabaja en conjunto por sacar las observaciones adelante, independiente del género de quien esté a cargo".

Sin embargo, la doctora Navarrete inevitablemente se sintió discriminada por ser mujer durante su carrera, "ya que existe esta idea preconcebida o prejuicio de que las carreras en ciencias son principalmente desarrolladas por hombres" cuenta.

Asimismo, Camila sintió el prejuicio y las críticas de algunas personas cuando hizo su pasantía en el extranjero "todo por ser madre de una niña de 2 años". Pero, "a medida que mi doctorado fue avanzando y gracias al apoyo de mis dos profesores supervisores (de la PUC y Cambridge), fui demostrando a quienes dudaron de mí que podía ser madre e investigadora a la vez".

En tanto, esta investigadora que le encanta leer novelas de ficción e históricas, ver series en Netflix y pasar el mayor tiempo con su hija cuando no está trabajando, busca que uno de sus mayores aportes como astrónoma sea poder acercar la ciencia a la sociedad sobre todo a los niños y a los jóvenes.

Asimismo, el mensaje que quiere entregarle a todas la niñas y mujeres que tienen miedo de seguir el camino de la ciencia es que "sigan sus sueños, ya que éstos no tienen género, y las capacidades para desarrollar ciencia no tienen relación alguna con el ser hombre o mujer. Como le suelo decir a mi hija: no hay nada que no puedas hacer por el mero hecho de ser niña, así que si es algo que te gusta, tienes que intentarlo", finaliza.