Astronomía en tiempos de crisis

Milky Way behind a VLT Auxiliary Telescope
La Vía Láctea caputada desde Paranal, en el norte del país. FOTO: ESO

Se ha cuestionado, en las semanas pasadas y en distintos espacios, la oportunidad de hablar de astronomía en tiempos de crisis social profunda. Se trata, sin duda alguna, de una objeción sensata. En base a ella no deberíamos hablar de fútbol, ni de tenis o de ningún otro deporte, no deberíamos hablar de cocina, de cine, de teatro, de arte, ni de muchos otros temas, solo deberíamos preocuparnos de la crisis actual.

Sin embargo, podemos encontrar titulares de todos los temas mencionados, en la mayoría de los medios, incluso en posiciones más destacadas de la que se atribuye a la astronomía, porque por suerte, el ser humano tiene la capacidad de desenfocar una situación dramática y disfrutar un rato, incluso mientras vive una gran tragedia. De no tener esta capacidad la vida se volvería a veces realmente insoportable.

Recuerdo el extraordinario ejemplo de la espontanea "Tregua de Navidad", que se produjo en el frente occidental de la Primera Guerra Mundial, en esa ocasión soldados ingleses y alemanes incluso jugaron un amistoso partido de fútbol.

Con esto no pretendo reducir la astrofísica a una distracción para momentos de crisis, y esto por una razón muy simple. El estudio del Universo nos permite dimensionar nuestra condición humana dándonos cuenta de la fragilidad absoluta de nuestra situación terrenal.

Personalmente no me queda la menor duda de que si hubiera mayor conocimiento astronómico en nuestra sociedad, si todos reflexionáramos un poco más sobre temas de astronomía, probablemente habría menos arrogancia, menos abuso, menos injusticia, habría sin duda menos violencia y menos odio, habría mayor respeto hacia los demás, hacia nuestro entorno, hacia todo lo que los humanos hemos construido durante milenios de historia.

Habría también mayor disponibilidad al diálogo, mayor tolerancia, mayor cooperación. Tal vez, si tomáramos mayor conciencia de lo muy solos que estamos en este universo, nos miraríamos con mayor simpatía y mayor empatía uno a otro, sin importar el rol que desempeñamos en la sociedad, sin importar las convicciones de cada uno, las ideas que tenemos, el color de la piel o de la bandera, el idioma que hablamos o el lugar donde nacimos en este microscópico granito de arena que llamamos Tierra.

Tal vez me equivoco, pero personalmente considero que un poco de astronomía es un buen remedio para muchas de las enfermedades de las que sufre nuestra sociedad. Evidentemente la astronomía no nos dará soluciones puntuales a los problemas que estamos viviendo, pero puede aportar al estado de animo correcto para llegar a las soluciones y darnos una perspectiva para abordar los problemas que se nos presentan de una forma más humilde y equilibrada.

Mi deseo para Chile es que, junto con resolver los muchos problemas que aquejan el país, siga manteniendo la mirada puesta en sus hermosos cielos. Creo que las dos cosas no están de todo desconectadas.

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