Aumentan muertes por bacteria carnívora y científicos temen que pueda salirse de control
La alta cantidad de infecciones bacterianas por estreptococo del grupo A encendió las alarmas en Japón, donde está atacando a personas con menos comorbilidades y de manera más rápida. ¿Puede esta bacteria viajar hasta el otro lado del planeta, como lo hizo el coronavirus en la última pandemia?
Aún está en estudio, pero las cifras de contagios en Japón por bacterias estreptococo del grupo A encendió las alarmas en dicho país y tiene preocupada a la comunidad científica y sanitaria por un posible brote que se pueda salir de control. Aunque los expertos aclaran que entre una bacteria y un virus hay un abismo de diferencias, es importante remarcar cómo es posible contraer y transmitir esta “enfermedad carnívora”. ¿Podría viajar hasta distancias tan lejanas como Chile?
La infección bacteriana por estreptococo del grupo A (Streptoccocus pyogenes) alcanzó la cifra récord de 941 casos en Japón el año pasado. Se vio que está atacando a personas con menos comorbilidades y de manera más rápida. En casos más graves incluso se ha visto que provoca un síndrome de shock tóxico estreptocócico (STSS por sus siglas en inglés) que puede causar necrosis de los tejidos conjuntivos que recubren los músculos y en un alto porcentaje la muerte del paciente.
Aumentan muertes por bacteria carnívora y científicos temen que pueda salirse de control
Se calcula que esta enfermedad ha alcanzado una letalidad que bordea el 30%. ¿Cómo prolifera una infección mediante una bacteria? Expertos en epidemiología y microbiología detallan las principales diferencias que existe entre un foco de enfermedades provocados por una bacteria y los provocados por un virus.
Si bien, el contagio de bacterias es más difícil de transmitir que el de un virus, se ha visto que esta cepa se aloja en los tejidos respiratorios, por lo que podría incluso ser contagiosa por vía aérea. Eso sí, “no son como las enfermedades respiratorias, que alguien enfermo estornuda y puede tener un radio de contagio a su alrededor de dos o tres metros”, explica el epidemiólogo y profesor de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, Gabriel Cavada.
Las bacterias, según explica, son más pesadas que los virus y necesitan un medio de transmisión más denso para saltar de un hospedero a otro. Entonces, ¿qué tiene de especial esta bacteria que preocupa al archipiélago asiático?
Este Streptococcus pyogenes es una bacteria que está distribuida en el ser humano hace mucho tiempo y coloniza principalmente la faringe, vagina, recto y la piel. La profesora de la Universidad Andrés Bello y vocera de la Sociedad Chilena de Microbiología, Claudia Saavedra, agrega al respecto que la mayoría de las infecciones a la fecha son bien cortas en duración, benignas y en su mayoría tratadas con antibióticos sin mayor complicación.
“El problema surge cuando la enfermedad invasiva puede generar riesgo vital. Y es un poco lo que ha estado ocurriendo en Japón, en que han aumentado los de casos y especialmente el número de casos graves”, remarca la académica del Departamento de Ciencias Biológicas Unab. En este caso afecta a pacientes que previamente eran sanos y que tienen un rápido deterioro de su condición clínica. ¿Cómo se contagia esta bacteria y cómo podría viajar hacia otras latitudes?
Cavada estipula que probablemente el contagio de esta bacteria no sea directamente persona a persona, sino que a través de fuentes contaminantes. “Uno podría identificar fuentes comunes de alimentación, de higiene o del consumo de agua”, comenta. Esto, según aclara, no es que compartieran el mismo plato, sino que tiene que ver con, por ejemplo, el consumo de pescado crudo en una cierta zona geográfica.
“Ese mecanismo de contagio no es directo, no es persona a persona, sino que más bien por fuentes alimentarias, por fuentes ecológicas”, comenta. ¿Se puede también transmitir por vía aérea esta bacteria? “No es imposible, pero es más difícil. Por lo tanto el potencial pandémico es bastante más pequeño bastante más pequeño”, agrega el epidemiólogo.
Es una posibilidad aún por comprobar, pero esto recuerda el último caso que tuvo Chile de un brote bacteriano. El cólera infectó a miles de personas en distintas zonas de Latinoamérica y generó un estado de emergencia para prevenir la enfermedad. Apareció el 1 de febrero de 1991 en Perú, cuando 70 soldados del cuartel Miguel Grau de Piura fueron infectados por el vibrio cholerae e internados en el Hospital Militar de la ciudad. Habían consumido agua potable contaminada con aguas residuales. Bastó poco tiempo para que la enfermedad se diseminara desde el norte de México hasta Chile. La bacteria afectó a 15 países y solo en el nuestro hubo 146 casos y murieron 3 personas.
En el caso de la bacteria que prolifera en Japón, ¿es posible que pueda viajar en una persona? Según afirma Saavedra, es altamente probable. “Es que está presente en la garganta y por lo tanto es un mecanismo de contagio a través de la saliva. Y por eso que hay que volver a fijarse en la higiene. Si uno no tiene las manos limpias, tocarse una mucosa o las heridas puede permitir una gran capacidad de transmisión”, advierte.
En Chile se realiza vigilancia periódica para pesquisar y dar cuenta de las bacterias que entran al país. Cada año el Instituto de Salud Pública contabiliza cerca de 150 casos en promedio de enfermedades provocadas por la misma bacteria. Aunque, claro, hasta ahora se desconoce cuál es la cepa o variante genética que provoque los síntomas que preocupan a Japón.
Aumentan casos en otros países también
En medio de la temporada de virus respiratorios en Canadá, los datos del gobierno muestran que los casos de estreptococo A también aumentaron durante el año pasado, y la enfermedad invasiva provocó hospitalizaciones y algunas muertes entre los niños.
Un portavoz del gobierno de la provincia de Manitoba de ese país, dijo que el número de casos probables y confirmados por laboratorio aumentó de 114 en 2021 a 200 casos en 2023, un aumento del 75 por ciento. Y lo peor es que 17 de los casos ocurridos en esa provincia el año pasado fueron fatales, y tres de las muertes ocurrieron en pacientes menores de 20 años.
“Queremos que las personas tomen medidas preventivas, como mantener limpias las manos, y cubrirse la boca para toser”, dijo el ministro de Salud japonés, Keizo Takemi, en una conferencia a principios de año. Las autoridades sanitarias también han instado a la población a adoptar medidas preventivas básicas, tales como lavarse las manos y cuidar las heridas, advirtiendo que la enfermedad se transmite por fluidos y contacto con superficies.
Los síntomas de la “enfermedad carnívora” hasta ahora son fiebre y escalofríos; dolores musculares; nauseas y vómitos. Según dieron cuenta, si se agrava la condición los pacientes también podrían presentar presión arterial baja, taquicardia, respiración acelerada e insuficiencias de distintos órganos del cuerpo.
Para diferenciarlo de los virus respiratorios, lo más representativo es el dolor de garganta con fiebre pero que no esté asociado con una nueva secreción nasal, congestión nasal o tos.
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