Avance médico: tras 25 años descubren revolucionario antibiótico que combate bacterias resistentes

Investigadores han desarrollado un nuevo tipo de antibiótico que ataca a las bacterias de una forma completamente novedosa. El hallazgo podría dar lugar a un nuevo tipo de fármacos en 25 años.
En un avance médico que podría transformar el tratamiento de infecciones resistentes a los antibióticos, un equipo de investigadores de la Universidad McMaster en Canadá y la Universidad de Illinois en Chicago (UIC) ha descubierto una nueva clase de antibióticos denominada lariocidina. Este hallazgo, publicado en la prestigiosa revista Nature, representa el primer antibiótico con un mecanismo de acción novedoso en 25 años y podría abrir la puerta a una nueva generación de tratamientos contra las infecciones bacterianas multirresistentes.
“Nuestros antiguos medicamentos son cada vez menos eficaces a medida que las bacterias se vuelven cada vez más resistentes a ellos”, explicó Gerry Wright, autor principal del estudio. “Cerca de 4,5 millones de personas mueren cada año debido a infecciones resistentes a los antibióticos, y la situación no hace más que empeorar”.
Avance médico: tras 25 años descubren revolucionario antibiótico que combate bacterias resistentes
La lariocidina es un tipo de antibiótico conocido como un “péptido lazo”, producido naturalmente por la bacteria Paenibacillus, que fue aislada de una muestra de suelo recolectada en Hamilton, Canadá. A diferencia de los antibióticos tradicionales, que suelen atacar la pared celular o las enzimas bacterianas, la lariocidina actúa directamente sobre el ribosoma, la estructura responsable de la síntesis de proteínas en las bacterias. Esta característica le confiere una gran ventaja frente a las superbacterias que han desarrollado resistencia a los tratamientos convencionales.
El hallazgo de la lariocidina se produce en un momento crítico en la lucha contra la resistencia bacteriana, considerada una de las mayores amenazas para la salud pública mundial. Las infecciones por bacterias resistentes a múltiples fármacos han hecho que muchos de los antibióticos actuales pierdan eficacia, obligando a los médicos a recurrir a tratamientos más tóxicos o menos efectivos.

“Esta es una nueva molécula con un nuevo modo de acción”, afirmó en un comunicado Wright, profesor del Departamento de Bioquímica y Ciencias Biomédicas de McMaster e investigador del Instituto Michael G. DeGroote para la Investigación de Enfermedades Infecciosas. “Es un gran avance para nosotros”.
La investigación reveló que la lariocidina se une a una región del ribosoma bacteriano que nunca antes había sido atacada por otro antibiótico. Al bloquear la producción de proteínas esenciales, impide que las bacterias se reproduzcan y sobrevivan, sin activar los mecanismos de resistencia más comunes.
Según el equipo de investigación, este tipo de mecanismo reduce la probabilidad de que las bacterias desarrollen inmunidad contra el fármaco, lo que la convierte en una opción prometedora para el futuro. “En el campo del descubrimiento de antibióticos, se busca un arma que mate atacando algo diferente a lo que las anteriores hacían”, explica Yury Polikanov, profesor asociado de ciencias biológicas de la UIC. “De lo contrario, las protecciones utilizadas previamente conducirán automáticamente a una defensa contra la nueva molécula”.
¿Cómo funciona la lariocidina?
El mecanismo de acción de la lariocidina es particularmente innovador. Dmitrii Travin, investigador postdoctoral de la UIC y coautor del estudio, describe la relevancia del hallazgo: “Encontramos una nueva función para estos péptidos lazo. Nadie sabía que los péptidos lazo podían unirse al ribosoma y matar bacterias al impedirles producir nuevas proteínas”.
A diferencia de muchos antibióticos que necesitan transportadores específicos para ingresar a la célula bacteriana, la lariocidina no depende de este mecanismo, lo que le permite atacar una amplia variedad de bacterias sin enfrentar barreras adicionales. “Si no se depende de ningún transportador específico, se puede penetrar en la mayoría de las bacterias”, agrega Travin. “Y si no se necesita un transportador, la probabilidad de resistencia es menor”.
La capacidad de la lariocidina para actuar sobre múltiples tipos de bacterias sin necesidad de transportadores específicos podría ser clave en la lucha contra infecciones resistentes a múltiples fármacos, como las causadas por Acinetobacter baumannii, una bacteria particularmente difícil de tratar y clasificada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una prioridad crítica para el desarrollo de nuevos antibióticos.
A pesar de la emoción en torno al descubrimiento, los científicos advierten que aún queda un largo camino antes de que la lariocidina pueda convertirse en un fármaco disponible para los pacientes. “El descubrimiento inicial —el gran momento revelador— fue asombroso para nosotros, pero ahora comienza el verdadero trabajo duro”, dice Wright. “Ahora estamos trabajando en descomponer esta molécula y recomponerla para convertirla en un mejor candidato a fármaco”.
El desarrollo de un nuevo antibiótico es un proceso largo y costoso. Primero, los investigadores deben optimizar la estructura química de la lariocidina para mejorar su eficacia y estabilidad en el cuerpo humano. Luego, deben realizar estudios preclínicos para evaluar su toxicidad y seguridad antes de pasar a ensayos clínicos en humanos. Este proceso puede tardar entre 10 y 15 años, y el éxito no está garantizado.
A pesar de los desafíos, los expertos en salud pública ven este descubrimiento como un rayo de esperanza en un panorama desalentador. “La crisis de resistencia a los antibióticos es una amenaza existencial para la medicina”, advierte Wright. “Si no encontramos nuevas soluciones, muchas de las intervenciones médicas que hoy consideramos rutinarias, como las cirugías y los trasplantes de órganos, podrían volverse demasiado riesgosas debido a la falta de antibióticos efectivos”.
El descubrimiento de la lariocidina también subraya la importancia de la exploración de nuevas fuentes naturales de antibióticos. Durante décadas, la mayoría de los antibióticos han sido derivados de microorganismos presentes en el suelo, pero muchas de estas especies han sido ignoradas en los estudios tradicionales. “El tiempo dirá si otros péptidos de este tipo serán aún más activos que este. Pero ya estamos en el camino”, concluye Travin.
Los investigadores esperan que este hallazgo impulse nuevas estrategias en la búsqueda de antibióticos y motive a gobiernos y farmacéuticas a invertir en el desarrollo de fármacos innovadores. Actualmente, el financiamiento para la investigación de antibióticos es limitado en comparación con otros sectores farmacéuticos, lo que ha contribuido a la falta de innovación en este campo en las últimas décadas.
“El santo grial en este campo es encontrar un antibiótico que se una a un nuevo sitio diana, tenga un mecanismo de acción novedoso y una estructura nueva, en comparación con los antibióticos conocidos hasta ahora”, explica Alexander Mankin, profesor distinguido de ciencias farmacéuticas de la UIC. “La lariocidina cumple todos estos objetivos”.
En definitiva, aunque la lariocidina no llegará al mercado en el corto plazo, su descubrimiento representa un hito crucial en la lucha contra la resistencia a los antibióticos y un primer paso hacia una nueva generación de tratamientos más eficaces y sostenibles.
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