BA.2.12.1, una nueva subvariante de Ómicron descubierta en Estados Unidos, es entre un 23 y 27% más contagiosa que su predecesora BA.2 (también conocida como Ómicron 2 o sigilosa) que a su vez tenía una ventaja de transmisión sobre BA.1, la Ómicron original, la que también tenía una ventaja significativa sobre Delta.
Para el 20 de abril, BA.2.12.1, ya representaba uno de cada cinco casos de Covid en EE.UU. y estaba impulsando un resurgimiento en los casos de Covid-19 en el norte del estado de Nueva York, según informó la semana pasada el Departamento de Salud del estado.
Ahora, apenas dos semanas después de este registro, este nuevo linaje está a punto de volverse dominante en ese país. Actualmente ya representa aproximadamente el 36,5% de todos los casos de Sars-CoV-2, según el registro de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, su sigla en inglés), publicados este martes.
El ascenso de este linaje es la última de una explosiva sucesión de subvariantes “omicrónicas”, desde el deslumbrante peak de la versión original de la cepa (técnicamente llamada BA.1) en enero.
El inminente reinado de BA.2.12.1 genera preocupación, pues de acuerdo a especialistas, podría generar una nueva ola de infecciones. Además, pone en duda la eficacia de futuras vacunas específicas de Ómicron contra infecciones sintomáticas.
Lo que al menos alivia a los especislistas por ahora, es que las vacunas actuales aún brindan una fuerte protección contra casos graves de Covid y BA.2.12.1 no parece causar una enfermedad más grave que BA.1 o BA.2.
Sin embargo, la subvariante parece ser capaz de evadir las protecciones inmunitarias, en particular las de infecciones previas de BA.1.
Preocupante estudio
Una investigación de científicos chinos, que aún no ha sido publicada, pero cuyos datos preliminares fueron publicados en línea el lunes, descubrieron que BA.2.12.1 mostró una “fuerte evasión de neutralización” contra anticuerpos de personas vacunadas que también habían sido infectadas con la variante original de Ómicron (BA.1).
En el estudio, los participantes habían sido inoculados con la vacuna CoronaVac de Sinovac, una vacuna de virus completo inactivado, que tuvo una eficacia de alrededor del 50 por ciento en los primeros estudios observacionales en Brasil.
Los investigadores observaron los anticuerpos neutralizantes de 50 personas que habían recibido tres dosis de CoronaVac y se recuperaron de una infección por Ómicron. Al comparar los niveles de anticuerpos neutralizantes con diversas variantes de coronavirus, los investigadores encontraron que los niveles de anticuerpos neutralizantes contra Ómicron 2 (BA.2) eran aproximadamente 1,86 veces más bajos que los de BA.1.
Pero las cosas empeoraron a medida que los investigadores pasaron a subvariantes más nuevas: los niveles de anticuerpos neutralizantes fueron 3,73 veces más bajos para BA.2.12.1, en comparación con Ómicron original (BA.1), y ocho veces más bajos contra BA.4 y BA.5.
Este último hallazgo se condicen con un estudio similar en Sudáfrica. Allí, científicos descubrieron que en personas no vacunadas que se habían recuperado de una infección por Ómicron original (BA.1), los niveles de anticuerpos neutralizantes eran 7,6 veces y 7,5 veces más bajos contra BA.4 y BA.5, respectivamente, en comparación con los niveles contra BA.1.
Las muestras de sangre de personas que habían sido infectadas con la variante Ómicron original vieron una caída de casi ocho veces en la producción de anticuerpos neutralizantes cuando se analizaron contra los sublinajes BA.4 y BA.5, de acuerdo al estudio, dirigido por el Instituto de Investigación de Salud de África en Sudáfrica.
Las muestras de personas que fueron vacunadas mostraron una disminución de aproximadamente tres veces, según el estudio.
Una de las cosas que hace que BA.4 y BA.5 sobresalgan para los virólogos es una mutación de aminoácidos que comparten llamada F486V. Esa mutación se encuentra en la proteína de la espiga (spike) de los virus, cerca del lugar en el que la proteína se une al receptor ACE2 de las células, una interacción que abre la puerta a la infección. Los anticuerpos generados en respuesta a las vacunas contra el Covid-19 y a infecciones anteriores con el coronavirus neutralizan el virus al adherirse a ese punto.
Si bien la vacunación con una vacuna de Pfizer/BioNTech o una vacuna de Johnson & Johnson redujo la brecha en los niveles de anticuerpos neutralizantes, los investigadores aún observaron una pérdida en la protección: niveles de anticuerpos neutralizantes 3,6 veces y 2,6 veces más bajos contra BA.4 y BA.5, respectivamente, en comparación con BA.1.
Juntos, todos los datos apuntan a la posibilidad de más reinfecciones de subvariantes de Ómicron más nuevas, particularmente en personas que no están vacunadas o que no están al día con sus vacunas. Esto podría generar aún más oleadas de infecciones.
Preocupaciones sobre las vacunas
También plantea preocupaciones sobre los diseños de vacunas de segunda generación, algunas de las cuales pueden estar dirigidas a BA.1, al menos en parte. Por ejemplo, el mes pasado, Moderna anunció que creía que una vacuna bivalente, dirigida a dos versiones del virus de una sola vez, sería una estrategia ganadora para brindar una protección más amplia y duradera.
“Nuestro último candidato de refuerzo bivalente, mRNA-1273.214, que combina el refuerzo de Moderna Covid-19 actualmente autorizado con nuestro candidato de refuerzo específico de Ómicron (BA.1), sigue siendo nuestro candidato principal para el refuerzo del hemisferio norte de otoño de 2022″, dijo Stéphane Bancel, CEO de Moderna en un comunicado.
Pero los nuevos datos sugieren que las vacunas basadas en BA.1 pueden ofrecer una protección débil contra BA.2, BA.4, BA.5 y cualquier otra subvariante de Ómicron en el futuro.
“A diferencia de cuando apareció por primera vez, los nuevos sublinajes de Ómicron han comenzado a apuntar a la inmunidad humoral [anticuerpos y otras respuestas adaptativas] inducidas por la propia variante, incluida la inmunidad humoral inducida por la infección por Ómicron posterior a la vacunación”, advirtieron los autores del nuevo estudio chino.
“Esto plantea un gran desafío” para establecer la protección y “sugiere que la vacuna basada en Ómicron BA.1 puede no ser el antígeno ideal para inducir una protección de amplio espectro contra los sublinajes emergentes de Ómicron”, agregaron.