BA.2.9: el silencioso avance de desconocida subvariante de Ómicron que podría incrementar contagios en invierno
Debido a las múltiples mutaciones de esta cepa, la aparición de nuevas subvariantes se han vuelto predominantes, las que podrían esquivar con mayor facilidad la función de los anticuerpos generados por vacunas o por contagios previos.
Si bien, es conocido que la variante Ómicron del SARS-CoV-2 ha tenido varias mutaciones a lo largo de esta pandemia, hay una en especial que avanza silenciosamente entre los nuevos contagios en Chile. La subvariante BA.2.9, descubierta por primera vez en febrero de este año y presente en nuestro país desde las últimas siete semanas, ha tenido una alza sostenida entre la presencia de nuevos casos testeados en el territorio nacional. ¿Podrá esta nueva mutación burlar las defensas adquiridas por las vacunas y colapsar el sistema hospitalario durante este invierno?
De acuerdo al último Informe de Variantes SARS-CoV-2, realizado por el Instituto de Salud Pública de Chile, se aprecia un crecimiento en la presencia de este sublinaje de ómicron en los casos pesquisados durante las últimas semanas. Hasta ahora, la subvariante BA.2.9 representa alrededor del 11% de los casos analizados por la autoridad sanitaria. Sin embargo, tanto ésta, como también la cepa BA.2, son las únicas que han ganado terreno en los tipos de virus que afectan a los nuevos casos de Covid-19.
“Ómicron y sus subvariantes empezaron a circular de manera potente. Lo que se ve de este linaje BA.2 y sus sublinajes, es que tienen una mayor capacidad de contagiosidad, con respecto a sus antecesores”, afirma el Dr. Luis Herrada, epidemiólogo y subdirector médico de Clínica Vespucio. Según afirma el especialista, a medida de que avanza el virus en el tiempo, éste se vuelve aparentemente más contagioso. “Pero también da la impresión de que se vuelve menos letal”, agrega.
¿Pero cómo una cepa es capaz de mutar y generar subvariantes? Especialmente con esta nuevo sublinaje que ya es considerado como “Variante de Preocupación” (VOC por sus siglas en inglés) por la Organización Mundial de la Salud. La Dra. Vivian Luchsinger, viróloga del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Universidad de Chile, explica que estas mutaciones ocurren debido a “errores” que se generan entre las múltiples copias del genoma que se realizan cuando un virus ingresa a una célula.
“Estos cambios en el genoma se pueden expresar como cambios de proteína, dependiendo de qué parte del genoma afecte. Los que más nos importan son los cambios que ocurren a nivel de la proteína S (spike), porque es la que el virus usa para ingresar a la célula. Si esa proteína cambia, han permitido que ingrese más fácil a las células, ya sea porque tiene una mayor interacción con el receptor celular, o porque hay otros elementos que están aportando que el virus ingrese más rápido”, enfatiza la Dra. Luchsinger.
Además, la viróloga de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile complementa que si el virus mutado ingresa más rápido a la célula, se reproduce más rápido y puede tener cargas virales más grandes en el tracto respiratorio, lo que hace que sea más transmisible. “Esos cambios, sobre todo en esta proteína, puede hacer que los anticuerpos la reconozcan parcialmente, o incluso que no la reconozcan. Tanto de los anticuerpos generados por la vacuna, o por una infección natural previa”, señala.
Entonces, los anticuerpos que se obtienen con las vacunas no son muy eficientes, si esta variante es muy distinta a la original. Por eso se necesita una mayor cantidad de anticuerpos, que se adquieren a través de las dosis de refuerzo. “Sabemos que estas subvariantes de ómicron tienden a escapar más de la protección que dan las vacunas, y se necesita tener una dosis de anticuerpos mayor. Por eso es importante tener una dosis de refuerzo, para poder tener una protección adecuada”, complementa la Dra. Claudia Cortés, infectóloga de la Clínica Santa María.
Según explica la doctora, se ha visto que esta nueva variante puede infectar incluso a quienes ya tuvieron la enfermedad durante 2020 y principios de 2021. “Eso es porque Ómicron hace que la inmunidad natural no sea muy útil”, destaca.
Las impresiones del desarrollo de esta pandemia, según los médicos e investigadores consultados, apunta a que las nuevas variantes tienden a hacerse más contagiosas, pero menos letales. “El virus, lo que hace es mantenerse, volverse endémico, pero no destruir a su huésped. Eso se puede observar ola a ola”, añade el Dr. Herrada. Sin embargo, ad portas del invierno surgen las preocupaciones sobre estas nuevas variantes, y cómo podrán ser controladas en paralelo a otras enfermedades virales que se dan durante esta estación.
La variante de invierno
Con la llegada de las bajas temperaturas, entre los habitantes aparecen nuevas enfermedades virales que deben ser prevenidas y atendidas año a año. Además del SARS-CoV-2, durante el invierno existen focos, tales como el virus respiratorio sincicial (VRS), adenovirus, influenza, parainfluenza, metapneumovirus, entre otros. “Hoy el Covid es el último de los virus en la línea de los pacientes hospitalizados, en su mayoría, y sobre todo en pacientes pediátricos”, añade Herrada ante este escenario.
Sin embargo, la mutación de nuevas subvariantes preocupa al equipo médico que debe atender a los cientos de pacientes que llegan cada día, afectados por alguna enfermedad viral. Reconocen que deben seguir alertas ante la aparición de mutaciones que resulten ser más nocivas, ya que esto podría sobresaturar el sistema hospitalario durante estos meses sobre exigidos por otros virus.
Es invierno, desde que partió la pandemia, es primera vez que hay una circulación tan relevante de otros virus propios de la estación. “Hoy las Unidades de Cuidados Intensivos pediátricas están llenas de niños con VRS, cosa que ocurre en todos los inviernos, a excepción de los dos inviernos anteriores porque esas camas estaban ocupadas con adultos”, complementa la Dra. Cortés.
Es por eso que la recomendación unánime es a seguir manteniendo las medidas de resguardo para contener lo más que se pueda la proliferación de contagios, tanto de Covid-19 como también de influenza y cualquier otra enfermedad viral que prolifera durante el invierno.
¿Una quinta dosis o tercer refuerzo contra el Covid-19? Hasta ahora parece ser que no sería necesario, según apuntan los médicos y especialistas. Sin embargo, la aparición de nuevas mutaciones podrían decir lo contrario en el futuro. “Habría que partir analizando a los grupos poblacionales más riesgosos, y ver si sería razonable aplicar una quinta dosis”, cierra el Dr. Herrada frente a este tema.
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