Puede parecer descabellado, pero el futuro de la supremacía tecnológica global podría depender de un videojuego.

Black Myth: Wukong, el último éxito de taquilla de China, no solo está batiendo récords en el mundo de los videojuegos, sino que también podría estar impulsando un cambio crucial en el equilibrio global del poder tecnológico. Lo que parece ser simplemente otro videojuego lleno de acción es, en realidad, un componente vital de la estrategia más amplia de Pekín para desafiar el dominio occidental en la industria tecnológica.

El juego, lanzado por la empresa china Game Science el 19 de agosto de 2024, está basado en la legendaria novela china del siglo XVI Viaje al Oeste. La novela cuenta la historia de un monje, Xuanzang, que viaja a la India en busca de pergaminos budistas. El mono Sun Wukong protege al monje enfrentándose y luchando contra varios demonios y espíritus.

Black Myth: Wukong cautivó a millones de personas con sus impresionantes efectos visuales y narrativa. Rápidamente se convirtió en una sensación cultural en China y en el extranjero, atrayendo la atención y los elogios de todos por su fidelidad gráfica y sofisticación tecnológica.

Como expertos en asuntos globales, vemos que el éxito del juego va más allá de la cantidad de descargas o elogios. Es lo que este éxito está impulsando dentro del sector tecnológico de China, lo que tiene consecuencias de largo alcance.

Black Myth: Wukong: cómo un videojuego está aumentando el poder tecnológico de China

Durante años, China ha estado intentando recuperar terreno en la carrera tecnológica, en particular en la producción de semiconductores (los diminutos microchips que alimentan todo, desde los teléfonos inteligentes hasta los sistemas avanzados de inteligencia artificial). Estados Unidos ha mantenido su dominio en este campo limitando el acceso de China a la tecnología más avanzada para la fabricación de chips.

A partir de 2024, China ha dejado atrás su agresiva diplomacia del “guerrero lobo” y ha adoptado un enfoque más cooperativo para reconstruir los lazos internacionales. El gobierno también ha emitido mandatos para que empresas como Huawei desarrollen chips nacionales. Sin embargo, el éxito de China a la hora de impulsar el desarrollo y la producción de semiconductores mediante estos enfoques ha sido limitado.

Históricamente, los videojuegos han desempeñado un papel importante en el impulso de la innovación tecnológica en la industria de los semiconductores. Desde los primeros días del Nintendo Entertainment System de 8 bits hasta la moderna PlayStation 5, los juegos siempre han obligado a los fabricantes de chips a desarrollar procesadores y unidades de procesamiento gráfico (GPU) más rápidos y eficientes. Los intensos requisitos gráficos de los juegos modernos (altas resoluciones, velocidades de cuadro más rápidas y renderizado en tiempo real) exigen la tecnología de semiconductores más avanzada. El desarrollo de GPU avanzadas por parte de empresas como NVIDIA estuvo directamente influenciado por las necesidades de la industria de los videojuegos.

Los jugadores necesitan procesadores avanzados para disfrutar de la experiencia visual y de juego de alta gama de Black Myth: Wukong. Creado con la herramienta de desarrollo de videojuegos de última generación Unreal Engine 5, el juego es un espectáculo visual que presenta gráficos realistas, entornos de mundo abierto sin fisuras y sistemas de combate complejos. El juego está disponible para PlayStation 5 y PC, y Game Science planea lanzar una versión para Xbox.

Black Myth: Wukong cuenta con gráficos de gran calidad y una jugabilidad compleja. Cortesía de Sony Interactive Entertainment LLC

A medida que Black Myth: Wukong se expande en las plataformas de juegos, no solo presiona a los fabricantes de semiconductores de China para que fabriquen más y mejores chips, sino que también revela el enorme potencial de mercado para el hardware de alto rendimiento, especialmente para PC para juegos equipados con GPU potentes. El éxito del juego muestra cuán grande es la demanda.

Los analistas de mercado esperan que la industria de los videojuegos china alcance unos ingresos de 66.130 millones de dólares en 2024, frente a los 78.010 millones de dólares de Estados Unidos . Los analistas predicen que el juego tendrá unas ventas anuales de entre 30 y 40 millones de copias en 2024.

La industria china de los videojuegos se ha convertido en una potencia mundial, pero sigue dependiendo de chips fabricados en el extranjero. Sumado a las restricciones de Occidente a las exportaciones de chips, Wukong se ha convertido en un catalizador clave para el desarrollo de semiconductores en China, y las empresas nacionales enfrentan ahora una creciente presión para innovar.

Esta presión se alinea con las ambiciones tecnológicas más amplias de Beijing. El plan gubernamental " Hecho en China 2025 " exige autosuficiencia tecnológica, en particular en sectores como los semiconductores, donde China está rezagada. Y las GPU avanzadas no se han limitado a la industria del entretenimiento. Se han convertido en parte integral de los avances en inteligencia artificial, incluidos el aprendizaje profundo y los sistemas autónomos.

China ejercitando su poder cultural

Aunque pueda parecer extraño vincular los videojuegos con la geopolítica, Black Myth: Wukong es más que un simple entretenimiento. Es una herramienta del arsenal de poder blando de China. El poder blando consiste en que las naciones se influyan entre sí a través de exportaciones culturales. Durante décadas, Occidente, en particular Estados Unidos, dominó la cultura global a través de Hollywood, la música y los videojuegos.

Ahora, China está haciendo gala de su poderío cultural. El éxito de Black Myth: Wukong en el extranjero, donde ha sido aclamado como un título revolucionario, es parte de la estrategia de Beijing para exportar su cultura y su destreza tecnológica. Millones de jugadores de todo el mundo están ahora expuestos a la mitología, el arte y la narrativa china a través de un medio digital altamente sofisticado.

Pero Black Myth: Wukong no es sólo un triunfo cultural para China, sino también una advertencia. El país está aprovechando el auge de su industria de videojuegos para impulsar avances en un campo que definirá el futuro de la tecnología. Este juego no sólo exporta la cultura china, sino que también fortalece su base tecnológica al acelerar la demanda de semiconductores nacionales.

Si bien Black Myth: Wukong entretiene a millones de personas, también muestra la creciente influencia de China en el ámbito digital. En el futuro, es posible que no veamos a Black Myth: Wukong solo como un videojuego exitoso, sino como un catalizador que ayudó a China a cerrar la brecha tecnológica con Occidente. Beijing está jugando un juego a largo plazo y los videojuegos como Black Myth: Wukong están resultando ser armas efectivas.

Yuan Shaoyu, decano de la División de Asuntos Globales de la Universidad Rutgers, Newark

Jun Xiang, profesor de Economía y Asuntos Globales de la Universidad de Rutgers, Newark