Qué Pasa publicó una interesante columna de Adison Altamirano, Alejandro Miranda y Antonio Lara, en la que dan cuenta de la importancia de debatir y poner en conocimiento de la ciudadanía la relevancia de los bosques en la lucha contra el cambio climático.

Para aportar en este debate, me gustaría aludir a la situación actual de nuestro país en esta materia. Chile tiene 17 millones de hectáreas de bosques, de las cuales el 86% corresponde a nativo y el 13% a plantaciones forestales. Es decir, la extensión del bosque natural es similar a la superficie de Corea del Sur y de Taiwán juntas.

Conviene distinguir que el bosque nativo se compone tanto de parques y zonas de alto valor ambiental, como de bosque de renovales. Estos último requieren un manejo sustentable, bajo estrictos estándares ambientales y planes de manejo certificados, para que no sigan en la senda actual de degradación y uso preferente como leña verde que contamina nuestras ciudades. El bosque de plantaciones, en tanto, permite al país incorporar la madera como material de construcción y muebles, la celulosa para producir papel y reemplazar las bolsas plásticas, y reutilizar los remanentes para producir energía limpia a partir de la biomasa.

Muchas veces, los pequeños propietarios de bosques, tanto nativos como de plantaciones, deben sortear complejos escenarios como la falta de tecnología para la producción y pocos incentivos para reforestar zonas quemadas durante los incendios rurales. Todo esto ha producido que este eficiente capturador de carbono esté disminuyendo en superficie, a razón de 35.000 hectáreas al año.

En la Corporación Chilena de la Madera (Corma), contamos con 191 pequeñas, medianas y grandes empresas y productores forestales. El compromiso de nuestro gremio está con la actividad sostenible de la industria forestal y el modelo de  economía circular. Sabemos que no existe otro camino y que jugamos un rol trascendental en la lucha contra el cambio climático y, por lo mismo, aspiramos a ser una parte activa en el compromiso de Chile hacia la carbono neutralidad.

El sector forestal trabaja cada día por el adecuado equilibrio entre todos los bosques y territorios, lo que nos permitirá mitigar los efectos del cambio climático en nuestro país, detener la erosión que afecta los suelos y mejorar con ello la calidad de vida.

Esta COP25 nos abre una oportunidad como país, la que ha sido destacada incluso por Angela Merkel. Chile tiene la capacidad de alcanzar la carbono neutralidad, ya que cuenta con una matriz creciente de energías renovables y una capacidad única de bosques. Llegó el momento de que todos, academia, empresarios, pymes y autoridades, conversemos y alcancemos acuerdos que permitan cumplir con esta noble expectativa de un Chile  carbono neutral.