El Departamento de Energía de EE.UU. dijo que, por primera vez, y después de varias décadas de intentos, los científicos lograron “un gran avance” en un objetivo largamente esquivo: crear energía a partir de la fusión nuclear.
Para entenderlo mejor, el objetivo de la fusión nuclear es reproducir en la tierra las reacciones nucleares que ocurren en el interior de las estrellas y del Sol. Consiste en una reacción nuclear que combina dos átomos de hidrógeno para crear uno o más átomos nuevos con una masa total ligeramente menor.
La diferencia de masa, explicada por la famosa ecuación de Einstein (E=mc2), se libera como energía y convertir solo una pequeña cantidad de masa en energía, como sucede en la fusión, produce una cantidad de energía igualmente enorme.
Por primera vez, investigadores del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore (INF por sus siglas en inglés), en California, demostraron lo que se conoce como “ignición por fusión”. Esto es cuando una reacción de fusión produce más energía de la que se pone en la reacción desde una fuente externa, lo que la vuelve autosuficiente.
Buenas noticias para el panorama energético, que cada vez eleva más sus precios afectando la economía de las familias y empresas.
Para Brian Spears, líder de la mitad del centenar de científicos dedicados al experimento, este ha sido un logro decisivo para la ciencia, la energía y la seguridad global. “La fusión nuclear demuestra que la humanidad todavía puede lograr cosas grandes”, dijo en entrevista con el diario español ABC.
Con esta energía se estaría avanzando hacia una energía abundante, barata y limpia, sin emisiones de carbono. Es por esto que el experimento ha tenido un impacto mediático enorme.
Spears explica que su experimento podría compararse con el momento Kitty Hawk de los hermanos Wright. Kitty Hawk es el pueblo de Carolina del Norte donde los hermanos pioneros de la aviación lograron el primer vuelo.
“Lo que ellos hicieron fue mostrar al mundo que se podía volar durante unos pocos segundos, un centenar de metros. Aquello no tenía utilidad comercial, pero mostró lo que se podía hacer con la imaginación, y algunas décadas después había vuelos intercontinentales. Hemos tenido nuestro momento Kitty Hawk. Ahora le toca al resto del mundo avanzar desde ahí hacia aplicaciones”, comenta el científico.
El 5 de diciembre de 2022, los científicos lograron disparar una bolita de combustible con la cantidad de energía que se necesita para hacer funcionar un secador de pelo durante 15 minutos.
Para lograr la ignición se requirió disparar 192 láseres a una pastilla de combustible que mide 1 mm. Cuando los láseres rebotan producen rayos X que calientan y comprimen la pastilla de combustible a una 20 veces la densidad del plomo y a más de 3 millones de grados Celsius, unas 100 veces más caliente que la superficie del sol.
“Nosotros nos hemos centrado en la cuestión física de cómo lograr la ignición una vez. Pero para proporcionar energía en el sistema eléctrico necesitas hacer lo mismo muchas veces por segundo”, revela Spears.
Para ello, el proceso debe ser más rápido y económico, lo cual es “un desafío enorme”. Se necesitará mucho trabajo para mejorar la eficiencia. El científico celebra que la física está de su lado, pero aún queda resolver los problemas asociados a la ingeniería, “que es algo enorme, pero posible. La humanidad debe ponerse a ello y conseguirlo”.
Existe una carrera mundial en torno a la fusión, con muchos otros laboratorios en todo el mundo que buscan diferentes técnicas, como el Reactor Termonuclear Experimental Internacional, que tienen un desarrollo de ingeniería que estará más cerca de utilizar la energía resultante para el suministro eléctrico, pero todavía les falta para conseguir el resultado físico del INF.
A pesar de que la energía por fusión nuclear no estará disponible el año que viene, sí abre posibilidades para un futuro no muy lejano. “Será probablemente cuestión de décadas. Menos de cinco, pero más de una”, finaliza.