Hablar hoy de estereotipos de género, es dar cuenta de variados ejemplos de cómo ideas sexistas muchas veces ordenan la sociedad y las conductas. Uno de ellos, es que los hombres envejecen y se vuelven más atractivos. Pero en el caso de las mujeres, se estima, ocurre lo contrario. Idealmente no se debe notar que ellas envejecen.
En esa misma línea, también se considera apropiado y deseable que hombres mayores se sientan atraídos por mujeres más jóvenes. Nadie lo cuestiona. Pero generalmente eso no es cierto para ellas. Existen conceptos erróneos y estigmas sobre aquellas que se asocian con parejas menores.
Sin embargo, en tiempos en que los muchos estereotipos de género caen, cada vez más hombres jóvenes se enamoran de mujeres mayores.
Se puede nombrar casos de figuras como el actor Hugh Jackman, que es 13 años menor que su esposa Deborra-Lee Furness. También está el protagonista de "Aquaman", Jason Momoa, 12 años menor que su pareja, o el del presidente francés Emmanuel Macron y su esposa Brigitte, que lo supera por 24 años.
[caption id="attachment_1008434" align="aligncenter" width="900"]
Presidente francés Emmanuel Macron y su esposa Brigitte, que lo supera por 24 años. (FOTO Thibault Camus / AFP)[/caption]
[caption id="attachment_1008435" align="aligncenter" width="900"]
Protagonista de "Aquaman", Jason Momoa, es 12 años menor que su pareja, la actriz Lisa Bonet. (Foto: Xavier Collin/Image Press Agency/NurPhoto)[/caption]
Fenómeno en alza
Pero en Chile también es una tendencia que crece. Si se analizan los datos que entrega el Instituto Nacional de Estadísticas sobre matrimonios en las Estadísticas Vitales, se aprecia que desde 2007 a 2017, los enlaces en que ella tiene más de 40 años y él es menor en una década o más, han aumentado al doble (105%), pasando de 896 y 1.837, respectivamente.
Si bien aún son un porcentaje menor en relación al total de los matrimonios (1,55% en 2007 y 2,99% en 2017), y si se comparan con los en que ellos son mayores que sus parejas, que pasaron de 4.170 a 7.430 (aumento de 78%), son menos, sí son un reflejo de un cambio importante en la sociedad, destacan especialistas.
"El factor que más incide es básicamente que tenemos más posibilidades de no seguir los mismos patrones de siempre", sostiene la psicóloga y académica de la Universidad Mayor, Dominique Karahanian. Para las parejas, dice, prácticamente ya no es un punto de interés la edad, sino qué tan compatibles son con el otro.
Más allá del estereotipo "cougar" (puma en inglés) de mujeres mayores con estampado de leopardo, en posición de ataque hacia hombres más jóvenes como víctimas, que es cómo se ha enjuiciado a estas relaciones, se trata de elecciones en las que prima la compatibilidad, dice Karahanian: "Antes los matrimonios era mas convencional, hoy hay más posibilidades de elegir en un grupo etario más amplio".
Un cambio en el que influye, además, un aspecto demográfico: se vive más tiempo. La Esperanza de Vida al Nacer (EVN), indicador que permite saber cuántos años viviría una persona al momento de nacer, en Chile ha tenido importantes transformaciones producto de la implementación de políticas de salud pública, la disminución y posterior erradicación de la desnutrición infantil, entre otros factores. De ese modo, si en 1900 la EVN, indica el INE, era 23,6 años para las mujeres y 23,5 años para los hombres, en tanto, para el periodo 2015-2020, es de 82,1 mujeres y 77,3 para los hombres.
Se vive más y con mejor calidad de vida, destaca Karahanian. Pero a su vez, las mujeres aplazan la maternidad y ello incide en la elección de una pareja más joven, "que tenga energía para el proceso de la maternidad y crianza, no me sorprende en nada", indica.
Según las Estadísticas Vitales del INE, en el año 2000, 716 madres primerizas tenían entre 40 y 44 años y 33, entre 45 y 49. Para los mismos tramos de edad, en 2015 los nacidos fueron 1.385 y 75, respectivamente.
Culturalmente ha habido una transformación, destaca Paulina Lucherini, psicóloga de Clínica Las Condes: "ahora uno puede permitirse tener una relación con más libertad y dejar de lado los patrones conservadores, sobre todo respecto a la edad". Existe, agrega, un "permiso" más explícito de que hoy en día se puede tener una relación afectiva independiente de la diferencia de edad.
Existen menos prejuicios hacia las mujeres y sus conductas, dice Karahanian. "Siempre habrá prejuicios en nuestra cultura, pero no podemos vivir pendientes de eso", aclara.
Lo curioso es que se formalice esta relación, indica Lucherini: "Creo que se concluye en matrimonio porque la mujer de 40 ó 50 años ya está en un espacio de mayor seguridad y capaz ya haya cumplido sus expectativas de vida. Pienso que una mujer se casa con un hombre 10 años más joven es para cumplir los sueños que no ha cumplido".
Ellos persiguen al puma
Cómo los hombres jóvenes experimentan la atracción por las mujeres maduras, es una temática que aborda el libro Older women, young men: new options for love and romance (Mujeres mayores, hombres jóvenes: nuevas opciones para el amor y el romance), en que sus autoras Felicia Brings y Susan Winter entrevistaron a más de 200 hombres para descubrir el encanto del llamado "síndrome de la señora Robinson". Entre los testimonios masculinos se relata con frecuencia que ellos encontraban a las mujeres mayores más seguras de sí mismas y que no solo se centran en formar una familia.
Además, señalan las autoras, "algunos transmitieron que la atención de una mujer mayor aumentó su propio nivel de confianza y autoestima. Otros reconocieron que las mujeres mayores tienen más experiencia de vida, estabilidad emocional, y pueden ofrecer honestidad y perspectivas diferentes".
La investigadora Milaine Alarie, del Centro de Urbanización-Cultura-Société del Instituto Nacional de Investigación Científica (INRS), en Montreal (Canadá), especialista en temas de género, familia, relaciones románticas, sexualidad y envejecimiento, en un reciente estudio titulado "They are the Ones Chasing the Cougar" (Ellos son los que persiguen al puma), indica que, contrariamente al estereotipo, muy pocas mujeres se consideraban a sí mismas como "seductoras", y que tampoco asumen la actitud de perseguir a hombres más jóvenes que "esperaban pasivamente para ser cortejados".
Alarie, entrevistó a 55 mujeres de 30 a 60 años con compañeros más jóvenes, y descubrió que eran ellas las que tenían más probabilidades de haber jugado un papel pasivo en la formación de la relación cuando tenían más de 40 años que en los 30. "Dentro del contexto de las citas entre mujeres mayores, la capacidad o el deseo de 'renegociar el guión de género' que se aplica a la formación de relaciones se ve atenuado por las creencias culturales", sostiene.
Aspectos que podrían jugar en contra de ese tipo de uniones, indica en su estudio la investigadora canadiense, es que "la evaluación de las asociaciones heterogéneas por edad está imbuida de desigualdades de género que reflejan la devaluación de las mujeres en la sociedad en general, especialmente a medida que envejecen".
En otro estudio de 2018, de los investigadores Brian Collisson y Luciana Ponce De Leon, Perceived inequity predicts prejudice towards age-gap relationships, reconocen que las parejas con diferencias de edad a menudo provocan prejuicios y estereotipos negativos, porque desde la teoría evolutiva las mujeres más jóvenes deberían preferir a los hombres un poco mayores y viceversa, para maximizar la aptitud reproductiva y el logro de los recursos. Por ello, las relaciones atípicas de brechas de edad mayores, "particularmente cuando la mujer es mayor, violan estas preferencias de pareja establecidas".
Los investigadores indican que los prejuicios no sólo son hacia las mujeres con compañeros más jóvenes. "En los análisis exploratorios, las parejas con diferencias de edad provocaron constantemente más prejuicios que otros tipos de parejas", detallan.
Además, dicen, se asume que cuando hay diferencia de edad es un tipo de relación en que se saca "provecho" del integrante más joven: "Descubrimos que la brecha de edad, en comparación con las parejas de edad, era más disgustada y percibida como menos equitativa. Dentro de las relaciones de brecha de edad, se percibía que los hombres y mujeres mayores obtenían mayores recompensas que sus parejas más jóvenes".