El compromiso para que Chile avance hacia una sociedad basada en conocimiento, que apunte a ser mucho más inclusiva, equitativa y sostenible, necesita del emprendimiento de base científico-tecnológica como motor.

No basta con un par de casos de emprendimientos científicos-tecnológicos chilenos exitosos. Debemos ser capaces de cambiar la mentalidad de nuestros potenciales emprendedores. Tarea que no es fácil, ya que implica romper paradigmas que nacen en la familia, se refuerzan en el colegio y se intensifican en la universidad. Un ejemplo de ello es la búsqueda permanente de la estabilidad y el miedo al fracaso, dos características que socavan el surgimiento de una cultura emprendedora.

Dar el salto a emprender no es fácil en ninguna parte. Es una decisión que por naturaleza implica riesgo, y los seres humanos tendemos a buscar estabilidad. Sin embargo, ese miedo a emprender se intensifica en nuestro país, tanto por nuestra cultura como por el sistema educativo.

Nuestro país se caracteriza por ser muy conservador, averso al riesgo y, sobre todo, muy castigador al fracaso. A ello se suma que, en general, nuestras carreras las enfocamos desde una perspectiva individualista y con poco desarrollo de redes. En cambio, la innovación y el emprendimiento científico-tecnológico se basa en la colaboración, construcción de redes, resiliencia y riesgo.

El sistema educativo también juega un rol importante. Contamos con grandes universidades, pero su foco está en la formación de excelentes empleados, pero no emprendedores y emprendedoras.

Lo importante es que en los últimos años se ha buscado revertir este tema y desde la política pública se han impulsado programas como Ingeniería 2030, Ciencia 2030 o IP-CFT 2030 que buscan, entre otras cosas, incluir la innovación y emprendimiento en los programas de formación de pregrado, interviniendo directamente en las mallas curriculares y perfiles de egreso de las carreras. Aún es pronto para ver los resultados de esas iniciativas, pero esperamos que comiencen a dar frutos prontamente y así contribuir a que Chile avance a una sociedad basada en el conocimiento.

*Gerente de transferencia tecnológica de Know Hub Chile