Se acerca un nuevo cambio de hora en Chile, ahora para volver al horario de invierno. Según lo establecido en la Ley 8.777 de 2018 “el nuevo cambio horario de invierno empezara en Chile a contar del primer sábado de abril de 2022 y que se extendiera hasta las 00:00 horas del primer sábado de septiembre 2022, donde los relojes se atrasarán en 60 minutos”.
Por lo tanto, este sábado 2 de abril y cuando sean las 00:00 horas, deberá atrasar sus dispositivos 60 minutos, los que deberán quedar marcando las 23:00 horas, pasando del actual huso horario GMT-3 a GMT-4.
Este cambio está programado para todo el territorio nacional excepto para la Región de Magallanes y la Antártica Chilena, ya que la última vez se decretó que dicha área mantenga de forma permanente el horario de verano.
Este miércoles, el nuevo gobierno, realizó la primera reunión del Comité Técnico Interministerial de Horario que integran los ministerios de Agricultura, Educación, Economía Energía, Interior, Salud, Segpres y Transportes.
Según adelantaron a Qué Pasa, la instancia determinó no realizar modificaciones al Decreto Supremo 1286. Así a las 00:00 hs del próximo 2 de abril (primer sábado del mes) empezará a regir el horario de invierno cuando se retrasarán los relojes en 60 minutos.
Sin embargo, admitieron que esto podría variar. “El comité evaluará en base a las evidencias que presente cada cartera la situación para el futuro”, señalaron desde el Ministerio de Energía.
Sobre los efectos que tendrá este cambio en la ciudadanía, John Ewer, investigador del Centro Interdisciplinario de Neurociencias de la Universidad de Valparaíso (CINV), señala que “este cambio es el bueno, porque al final vamos a poder dormir una hora más. Los primeros días ahí lo vamos a notar, pero de manera más permanente lo que hace es que el sol se levanta un poco más temprano, una hora más temprano”, aunque eso se va a ir atrasando a medida que avanzamos hacia el invierno.
Esto porque el sol determina cuándo comienza el día para tu cuerpo, entonces si el sol sale al medio día por ejemplo, “sería bien difícil para nosotros despertarnos a las siete porque esencialmente sería como un déficit cinco horas de sueño”, añade.
Un cambio que además, ayuda a que las personas puedan despertar sin utilizar un despertador, y cuando sucede esto es porque “dormiste todo lo que puedes dormir, no vas a estar cien por ciento descansada pero vas a estar más descansada que si tienes que usar despertador”, dice Ewer.
¿Deberían continuar los cambios?
Según el investigador de CINV, el horario de invierno es con el cual se debería quedar permanentemente el país. Si fuese así, “yo me quedaría contento y no insistiría más todos los años si nos quedáramos con el de invierno para siempre, porque el cambio de horario que es malo es el de la primavera”.
Idealmente, el horario al que se cambiará el 2 de abril “debería ser nuestro horario de verano y deberíamos ahora cambiar al de invierno, o sea dos horas más, pero hay que ir uno a uno con los cambios”.
Además, Ewer explica que el huso horario de Chile no tiene ningún sentido, porque tenemos el uso horario de Brasil y el que correspondería es el de Perú. “Cuando cambie la hora, vamos a estar desfasados una hora con respecto al que nos corresponde, que todavía no es bueno pero es mejor que el que tenemos ahora”.
Efectos Horario de Verano
El actual horario del país, que rige desde el 4 de septiembre de 2021, cuando los relojes se adelantaron 60 minutos, ha sido criticado por algunos expertos debido a los efectos negativos que este trae consigo.
Uno de los efectos, es que existe un déficit del sueño debido a que el sol “se levanta” mas tarde después del cambio de hora. Debido a esto, se producen efectos perjudiciales a la salud de las personas y “aumentan los accidentes, porque pierdes una hora de sueño, entonces estás mal dormido y pasan todas la cosas que pasan cuando estás mal dormido, más accidentes, más despistados”, advierte Ewer.
Además, existe un aumento medible en el número de ataques al corazón los primeros lunes y martes después de que se pasa al horario de veranos.
“Todos estos efectos son relativamente menores, como los ataque al corazón, quizás aumentan en un 10%, y uno puede decir que eso no es nada, pero es un 10% completamente evitables. Es de las pocas cosas que uno podría hacer que mejoran la salud de todo el mundo sin tener que hacer nada, o sea no cuesta cambiar la hora y es una medida simple que mejora la salud de todos los ciudadanos”, insiste el investigador.
Asimismo, espera que el nuevo gobierno estudie nuevamente el cambio de hora, y dice que seguirá insistiendo hasta que cambien la hora. “Parte del problema es que la decisión reside en el Ministerio de Energía y esto ya no es un tema energético, no hay ahorro de energía asociado a los horarios porque la mayoría de energía eléctrica se usa en maquinarias no en iluminación como fue en su momento, entonces la decisión debe salir del Ministerio de Energía e irse a Educación, a Salud o mejor aún, que se vaya a Ciencia o a los tres pero no al de Energía porque no corresponde”, concluye.