Hace dos meses un estudio de la Universidad de Chile detectó importantes diferencias según nivel socioeconómico de pacientes con cáncer colorrectal. Ahora, una nueva investigación llegó a una conclusión similar: los pacientes de Fonasa tienen una peor sobrevida que los de Isapre.

El cáncer colorrectal o cáncer de colon es la segunda enfermedad maligna más frecuente y representa el 10% de los cánceres diagnosticados en el mundo. Los casos tempranos pueden comenzar como pólipos no cancerosos, que no suelen tener síntomas, pero que pueden ser detectados mediante chequeos y así prevenir la aparición de la enfermedad en un 90%.

Las cifras de mortalidad dan cuenta de lo importante de prevenir esta enfermedad, pues cada año aumentan los casos. Si en el año 2000 según el Instituto Nacional de Estadística (INE) fallecieron 863 por cáncer de colon (1% del total de fallecidos ese año), en 2016, las cifras de la Encuestas Vitales muestran que fallecieron 1.861 personas a causa de este cáncer (1,7%).

Según las últimas cifras entregadas por Global Cancer Observatory (2020) perteneciente a la OMS, se produjeron 3.150 muertes por este tipo de cáncer en nuestro país y se detectaron 6.219 nuevos casos.

Ahora, un nuevo estudio de la Dra. Camila Estay, gastroenteróloga del Hospital Clínico Universidad de Chile, será publicado pronto en las revistas científicas internacionales PLOS ONE y Lancet Oncology y premiado como el mejor trabajo de investigación en el Congreso Chileno de Gastroenterología 2021 de la Sociedad Chilena de Gastroenterología (SChGE), deja al descubierto preocupantes diferencias en la sobrevida al cáncer colorrectal en nuestro país. La sobrevida de los pacientes de isapres llega al 65% a los cinco años, versus 39% de los pacientes de Fonasa.

La investigación deja al descubierto preocupantes cifras en la sobrevida al cáncer colorrectal en Chile: los pacientes en ssapre sobreviven un 26% más que los Fonasa.

La Dra. Estay, autora del estudio, explica que en su investigación vieron que los pacientes que estaban en isapre “a cinco años de la aparición del cáncer de colon tenían una sobrevida de un 65%, que es similar a lo que uno puede ver en países desarrollados”, Sin embargo, para aquellos que están afiliados a Fonasa hay una caída significativa. “Dentro del mismo grupo Fonasa cuando estratificas según el nivel de ingreso en A, B, C y D, puedes ver que en un grupo A la sobrevida a cinco años es de un 39%, entonces las diferencias son importantes”.

Dra. Camila Estay.

Hay factores, como el estilo de vida, la obesidad, los hábitos de alimentación, el sedentarismo, entre otros, que hacen que en la persona sea más probable que aparezca la enfermedad.

Sin embargo, el estudio descubrió que existen además diferencias socioeconómicas y geográficas que determinan una peor sobrevida en sectores más vulnerables y con menor acceso a salud.

La Dra. Estay comenta tres posibles motivos de esta inequidad. Uno es que “la gente que tiene menor acceso a educación y menor nivel socioeconómico tiene hábitos de vida que son menos saludables”, en el sentido de la cantidad de ejercicio que se realiza, la cantidad de sueño, los hábitos alimenticios, el tabaquismo, obesidad, entre otros.

Lo segundo es que “la gente que tiene un nivel socioeconómico más bajo probablemente va a tener menos acceso a consultar por salud que los pacientes de isapres”, en el sentido que en Fonasa la gente debe pasar por más filtros para conseguir una consulta especializada, en cambio, los afiliados al servicio privado puede pedir, por ejemplo, una hora con un gastroenterólogo libremente.

Y el tercer punto es que existe una noción de prevención distinta. “Los pacientes Isapre probablemente tienen mucho más incorporado que hay que hacerse exámenes de prevención que los pacientes Fonasa, probablemente estos exámenes ni siquiera están en el radar porque consultan cuando ya están con los síntomas y eso ya deja de ser preventivo”, explica la Dra.

La prevención es solución

En Chile existe un total de 3,7 millones de personas afiliadas a Isapres, mientras que 14,8 millones de habitantes pertenecen a Fonasa a diciembre de 2021. Es por esto que la Dra. Estay insiste en que la prevención es gran parte de la solución al cáncer de colon.

Actualmente no existe un plan de tamizaje (pruebas de detección) a nivel nacional del cáncer de colon. Este fue incluido en el programa GES en 2014 para garantizar la equidad al acceso rápido y mejor tratamiento disponible con protección financiera pero solo una vez que se sospecha que el paciente tiene la enfermedad, independientemente del seguro de salud.

Colonoscopía. Foto: Sociedad Chilena de Gastroenterología

El estudio plantea que el programa GES, a pesar de otorgar “un excelente tratamiento a nivel transversal”, está llegando tarde en los pacientes con un menor nivel socioeconómico, ya que en esos casos hay menos tratamientos efectivos que se pueden ofrecer.

“El GES está focalizado en tratar una enfermedad, no en prevenir la enfermedad. Entonces, mientras nosotros no tengamos un programa de tamizaje nacional, no vamos a poder influir en la en la disminución de la mortalidad”, explica la Dra. Estay.

El cáncer de colon es perfectamente prevenible, y existen diversas pruebas que se pueden realizar para detectar indicios de este. La principal es a través de un examen llamado colonoscopía, donde se visualiza el interior del colon y el recto en busca de pólipos. Si se encuentra uno, se extirpa rápidamente previniendo el cáncer. Sin embargo, es un examen costoso.

Pero también existe el test de sangre oculta en deposiciones, que detecta si hay presencia de sangre en heces como signo de cáncer colorrectal u otros problemas, tales como pólipos o úlceras.

Según la Dra. los esfuerzos de salud deberían ir focalizados a los programas de prevención, ya que detectar el cáncer de colon en etapa uno versus etapa cuatro hace la diferencia en la sobrevida de los pacientes: “Debería haber al menos un test de sangre oculta en deposiciones desde los 50 años en adelante para todo chileno, y en los que salga positivo una colonoscopía”.

Ahora, con el equipo de la Dra. se encuentran trabajando en una segunda parte del estudio para evaluar en qué estadío están llegando los pacientes, “porque esos datos no existen”, y para generar políticas públicas, Estay es enfática en que Chile necesita registros de cáncer y estadísticas robustas.

“Estamos llegando tarde en una enfermedad que es completamente prevenible. O sea, es la segunda causa de muerte en Chile por cáncer, tanto en hombres como en mujeres. Entonces yo creo que deberíamos todos ponernos un poco de acuerdo para poder hacer trabajos colaborativos que tengan buena evidencia, focalizar los recursos, tratar de llegar a la prevención para poder cambiar la evolución natural de esta enfermedad”, concluye.