Cáncer pulmonar, males cardiovasculares, problemas renales: informe advierte los severos daños del cambio climático en Chile

Santiago calor

Informe anticipa los severos problemas de salud a los que está enfrentada la población. Solo en 2017 hubo 2,6 millones de chilenos expuestos a olas de calor.


The Lancet Countdown, organización internacional que reúne a 35 instituciones académicas y agencias de la ONU, presentará mañana su primer reporte para Chile, en alianza con el Centro de Políticas Públicas UC, respecto a cómo ha impactado el cambio climático en la salud pública del país.

El informe revela el impacto del fenómeno considerando tres dimensiones: olas de calor, incendios forestales y contaminación ambiental. Según el documento,  durante los últimos 30 años, se han producido en Chile y el mundo, una serie de eventos, tales como inundaciones, desertificación, sequías, contaminación ambiental, olas de calor e incendios forestales, los cuales se han visto exacerbados por el cambio climático.

El documento recomienda implementar medidas para minimizar los impactos de éstas en la salud de la población. El calor extremo y las olas de calor afectan negativamente a las personas más vulnerables, como niños, adultos mayores, mujeres embarazadas, trabajadores al aire libre, personas en situación de calle, entre otros, los cuales son susceptibles a sufrir enfermedades cardiovasculares, fallas cardíacas, enfermedades respiratorias y fallas renales agudas.

"Proponemos a corto plazo tener disponible agua potable en las calles de la ciudad, para que la gente se hidrate, las personas mayores pueden sufrir daños renales sin hidratación. También proponemos la facilitación de centros climatizados, para que la gente vulnerable pueda tener un tipo de albergue cuando ocurra esto. Al mediano plazo, planteamos que como ciudad tenemos que ser más inteligentes, y tenemos que aumentar el número de áreas verdes, lo que disminuye la temperatura y ahorramos enfermedades y muertes", dice Yasna Palmeiro, enfermera de la Universidad Católica y magíster en Salud Pública de la Universidad de Chile, responsable del estudio en Chile.

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Altas temperaturas

FOTO: LEONARDO RUBILAR/AGENCIAUNO[/caption]

"Cuando hablamos de cambio climático, tenemos que saber que también es producto de acciones humanas, aunque no podemos desconocer todos los beneficios que ha tenido la industrialización y la energía en el favorecimiento del desarrollo humano. Sin embargo, muchas de las actividades que realizamos tienen consecuencias, y se ven en las sequías o generación de gases de efecto invernadero", señala.

Salud y calor

Respecto a las olas de calor, el informe sostiene que Chile está en una posición más desfavorable que el resto del continente. La frecuencia de exposición de olas de calor ha aumentado desde el período 1961-1990, así como también la temperatura promedio experimentada por la población chilena durante los meses de verano, la que ha incrementado en 0,46°C en los últimos cinco años. Entre 2014 y 2018, 537.000 personas se vieron expuestas a olas de calor por año. Solo en 2013 hubo 1,5 millones personas expuestas a este fenómeno y otras 2,6 millones en 2017 expuestas a eventos de exposición a olas de calor adicionales en comparación al período 1986-2005. 

El documento establece que el aumento de la temperatura global ponderada por datos poblaciones, fue cuatro veces mayor que el aumento general de la temperatura global desde 2000 a 2018 (0,8°C en comparación a 0,2°C).

La investigadora responsable del informe señala que "este estudio propone que si duplicamos los esfuerzos para disminuir la emisión de gases de efecto invernadero, podríamos tener un futuro mejor. Si limitamos el aumento de temperaturas a no más de 2°C para 2100, tendremos niños que vivan en un planeta mucho más limpio y sano. Es necesario acción".

En agosto de 2018, un estudio publicado en la revista Plos Medicine y dirigido por la Universidad de Monash (Australia) analizó qué ocurriría con la población de 19 países en caso que no logren adaptarse al incremento de las temperaturas producto del  cambio climático. ¿El resultado? En Chile se proyecta un aumento entre el 400 y 525% de las muertes por calor extremo entre los años 2031 y 2080.

"Cualquier situación que haga que se pierda equilibrio es dañina para el cuerpo, cuando empieza a subir la temperatura, las funciones celulares y corporales se alteran y eso significa que el cuerpo empieza poner en funcionamiento mecanismos de defensa que lamentablemente se agotan y cuando se agotan, no es capaz de controlar ese exceso de temperatura y entonces busca mecanismos de escape como el desmayo y de esa manera reducir la cantidad de energía que le queda", señala el Carlos Rivera urgenciólogo de la Clínica U. de los Andes.

Según Rivera, es difícil establecer un punto de corte a partir del cual las personas se pueden ver afectadas por las altas temperaturas, ya que todos tienen los niños recién nacidos, lactantes y adultos mayores tienen un organismo más inmaduros y más deteriorado, respectivamente, que los hace más vulnerables frente al calor.

Cuando la temperatura del ambiente es excesiva y una persona está realizado ejercicio físico, la temperatura del cuerpo puede llegar a los 40° y generar un shock o golpe de calor. Si eso ocurre, el o la afectada tiene confusión y hasta pérdida de conocimiento, convulsiones e incluso la persona puede entrar en coma.

El especialista de Clínica U. de los Andes señala que incluso algunas drogas o medicamentos como los diuréticos pueden afectar más la condición de los hipertensos.

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Índice de vulnerabilidad al calor para Chile (línea azul punteada) y la Región de las Américas (línea roja continua) entre 1990 y 2017 (Datos Lancet Countdown).[/caption]

"La región de las Américas, se refiere a toda la región desde Estados Unidos incluido Sudamérica, todo el continente según la OMS. El Índice de Vulnerabilidad es un índice que incorpora un promedio de tres variables, la proporción de personas mayores de 65 años, la proporción de personas que tienen enfermedades preexistentes, como diabetes, hipertensión y cuánta proporción vive en zonas urbanas. Si aumentas, cualquiera de esas tres variables, el índice aumenta", aclara Palmeiro (gráfico anterior).

Chile tiene una mayor vulnerabilidad que el resto de América. "Si comparas el índice de Chile con respecto al de las Américas, lo que tenemos es que Chile, de las tres variables, una está muy alta o las tres están sustantivamente altas. Chile tiene mayor número de personas mayores, tiene mayor número de personas mayores con prexistentes y/o tiene mayor número de personas viviendo en zonas urbanas en comparación al resto. Las personas mayores y personas expuestas a estas islas de calor en las ciudades, son más vulnerables de poder tener algún evento adverso de cambio climático", añade Palmeiro.

"Hoy lo que podemos hacer es adaptarnos a estos efectos e impactos. Hoy es difícil dejar de producir gases de efecto invernadero, entonces hay que tomar medidas en la adaptación al cambio climático, significa que nuestro sistema de salud debe ser capaz de responder a esas necesidades", señala Palmeiro.

Contaminación del aire

En lo referido a la contaminación del aire, el informe elaborado por The Lancet Countdown, en alianza con el Centro de Políticas Públicas UC, propone aumentar la inversión en un sistema universal de transporte público bajo en carbono y vías seguras para caminar y transportarse en bicicleta.

En Chile, las ciudades más afectadas por PM2.5 son Padre las Casas (43,3 μg/m3), Osorno (38,2 μg/m3), Coyhaique (34,2 μg/m3), Valdivia (33,3 μg/m3) y Temuco (30,4 μg/m3).

En 2016, 2,9 millones de muertes en el mundo fueron atribuidas a partículas PM2.5 en el ambiente y el total de personas muertas por contaminación atmosférica fue de 7 millones.

"El aumento de temperaturas en zonas urbanas, tiene un efecto que acrecienta la contaminación ambiental, las personas que viven ahí y las más vulnerables sufren las consecuencias. Otra cosa es que cada año hay un mayor número de personas expuestas a olas de calor", establece Palmeiro.

Salud y eventos extremos: Incendios forestales

Los incendios forestales provocan impactos adversos en la salud, además de generar estrés y traumas psicológicos. El humo de los incendios forestales puede aumentar el asma, enfermedades pulmonares obstructiva crónica (EPOC) y enfermedades cardiovasculares, establece el documento. Además crece el número de hospitalizaciones y visitas a salas de urgencias. El informe señala que 152 de 196 países vieron un aumento en la exposición diaria de la población a incendios forestales durante 2015-2018 en comparación a 2001-2004. 

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Número de incendios (línea azul) y superficie de área quemada en kilómetros cuadrados

desde 1963 a 2018 (Datos de CONAF).[/caption]

En Chile, durante 2017, más de 5.000 km2 resultaron quemados y cientos de personas perdieron sus respectivos hogares. En el mismo período la exposición diaria a incendios casi se ha triplicado, anotando 431.000 casos en 2015-2018.

El informe indica que sería positivo incluir un mayor enfoque sobre la salud en futuras versiones del Plan Nacional de Adaptación y la Contribución Nacional Determinada, considerando que los datos nacionales sobre las olas de calor, incendios y contaminación del aire revelan que existe un vínculo importante entre la salud pública y el cambio climático, lo que demuestra la necesidad de implementar políticas públicas al respecto.

"Vemos que la sequía no solo tiene impacto en la agricultura, ya que, si no tengo agua para alimentar animales o para regar cultivos, eso impacta en la población igual. Los alimentos impactan en la salud, ya que, en ese caso, no tendremos acceso a alimentos seguros. Por ejemplo, cuando vemos que el cambio climático provoca mayores tormentas en diferentes partes del mundo, las personas son las perjudicadas, ya que sufren directamente la consecuencia de ciertas enfermedades que son producidas por no tener agua potable. Son ejemplos concretos de cómo el cambio climático afecta la salud de la población", añade Palmeiro. 

Cambio climático genera más urgencias

Aunque es difícil demostrar causalidad, se ha visto que cuando han ocurrido grandes incendios, aumenta también la cantidad de hospitalizaciones y las atenciones en las salas de urgencia. Lo mismo ocurre con los periodos de contaminación del aire que se produce por el uso de combustibles fósiles y que se exacerba por el cambio climático.

Luis Herrada, urgenciólogo y jefe de Urgencia y Rescate de Clínica Las Condes, explica que cada vez hay más bibliografía que muestra que en los servicios de urgencia aumenta las consultas tras episodios de  aumento del nivel del material particulado ambiental. "Los enfermos con alguna patología pulmonar crónica se descompensan y entre ellos hay distintos grupos. Los que más se van a afectar son aquellos que tienen algún  grado de asma o enfermedad pulmonar obstructiva, pacientes adultos mayores con EPOC, personas que fuman. Todos ellos frente a cambios ambientales, se descompensa, incluso siguiendo la terapia y siguiendo su tratamiento y requieren acudir al servicio de urgencia", dice.

Muchas veces, estos pacientes llegan después de varios días de ocurrido el peak de contaminación con material particulado. Incluso, muchas veces los altos niveles producen irritación, que luego se sobreinfecta con algún virus o bacteria y después de una semana o más, llegan afectados por alguna situación aguda que no siempre se relaciona con el episodio de incendio o contaminación ambiental.

"Cuando uno habla de cambio climático, también habla de las olas de calor generan muerte en Estados unidos y en Europa de manera habitual. Estoy seguro que aquí en Chile también genera fallecidos, lo que pasa es que es una situación también menos diagnosticada. Las unidades de emergencia hoy en la capital recién están teniendo médicos emergenciólogos que son capaces de sospechar que un paciente viene con un golpe de calor", explica Herrada.

Además, técnicamente, hay que hacer algunas pruebas para saber que fue por un shock de calor, agrega el especialista. Hasta hace un tiempo, ni siquiera se hablaba de muertes por calor.

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