La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático de 2019 (COP25), originalmente iba a ser celebrada en Chile, pero el denominado “estallido social” obligó a trasladar el evento a Madrid, España.
Si bien Chile mantuvo la presidencia del evento, dos años después, y minutos antes de volar a Glasgow, Escocia, para la próxima COP26, agendada entre el 31 de octubre y el 12 de noviembre, donde Chile entregará la presidencia, la ministra del Medio Ambiente, Carolina Schmidt, presidente de la versión local, aún lamenta haber perdido la sede del evento.
Reconoce que el impacto hubiese sido distinto. “Podríamos haber traído a diferentes actores climáticos del mundo y que son grandes movilizadores de desarrollo”, reconoce Schmidt, “pero el haber tenido la presidencia nos ayudó para impulsar con fuerza la acción climática en nuestro país también. Es importante reconocer cómo se ha logrado movilizar la acción climática, de una manera que hoy es reconocida a nivel global”.
Dice que pese a no haber podido “ser dueños de casa” en la COP, señala que lograron sacar adelante los compromisos y estrategias climáticas de largo plazo, siendo uno de los 33 países del mundo y el primero en América del Sur, con un compromiso y avance muy importante, “así como también la aprobación unánime que se dio a la Ley Marco Climático en el Senado, que es fruto de este trabajo conjunto para hacer de la acción climática una política de Estado que trascienda al Gobierno de turno”.
Recuerda que en 2020 Chile fue clasificado dentro de los seis países del planeta más activos y ambiciosos en la acción climática por el Indice de Desarrollo Climático, “esto aparece en el mundo entero, quiénes han liderado el compromiso climático, y Chile lidera esto, siendo reconocido también en nuestro país como la base de desarrollo una acción climática comprometida”, añade.
Schmidt valora el hecho de que nuestro país haya asumido la presidencia del evento climático. “Chile, para enfrentar el cambio climático, estuvo dispuesto a tomar decisiones complejas y difíciles, cuando Estados Unidos se bajó del Acuerdo de París, y Brasil, que era el presidente y sede de la COP25 en representación de América Latina. Que nuestro país haya tomado la decisión de tener la COP, habla bien del compromiso con el cambio climático. Nos hubiera encantado tenerla en nuestro país, pero desgraciadamente por el estallido social eso no fue posible, y logramos con el apoyo de España, tener la COP25 (la más extensa de la historia), en un momento muy complejo a nivel global con la salida de Estados Unidos”.
Greta Thunberg y el rol de las nuevas generaciones
Necesitamos justamente el compromiso de todos los países para alcanzar los resultados. “En la COP25, se lograron siete de los ocho objetivos, a pesar del difícil momento, y ahora necesitamos tomar decisiones en consenso con todos los países, para avanzar con mayor decisión en esta COP26″, argumenta.
Dice que es muy destacable el hecho de incorporar los océanos en la acción climática global, “los que nunca se habían integrado. Segundo, que finalmente se logró el acuerdo para que la ciencia sea la guía para todas las decisiones climáticas, algo que no se había conseguido en la COP24, también se logró el acuerdo para el mecanismo de pérdidas y daños, que es importante porque la adaptación es el centro”.
Pero a su juico, lo más importante que se logró en la COP25, “es que por primera vez se incorporó al sector privado en toda la acción climática, que son los verdaderos movilizadores”.
Tal como señaló Greta Thunberg, “muchos países dan discursos pero no cumplen con compromisos concretos. Y éstos están claramente establecidos en el Acuerdo de París, con el objetivo de lograr la carbono neutralidad. El gran avance de la COP25 fue haber reconocido a la ciencia y que para 2050 seamos carbono neutrales, y que el incremento de la temperatura no supere 1,5°C”, reconoce Schmidt.
Señala que conoce a Greta Thunber, y que tuvo la posibilidad de reunirse con ella durante la presidencia de la COP y también en Nueva York, cuando estuvo con el secretario general de la ONU, António Guterres. “Con Greta, compartimos la mirada de que las COP no pueden ser una instancia para que muchos países, principalmente los grandes emisores, hagan muy buenos discursos pero no cumplan con lo establecido. El cambio climático es el mayor desafío que enfrenta esta generación, y justamente son las futuras generaciones las que ven con claridad el impacto que está sufriendo ahora y que va a tomar mayor fuerza en el futuro. El clamor es para que los países actúen, y lo hagan ahora”, revela.
Chile lideró la alianza para la carbono neutralidad hacia 2050, en base a lo que dice la ciencia. “En la COP26 haremos entrega del balance del resultado con la incorporación del 68% del PIB mundial, ya comprometido con la carbono neutralidad a más tardar en 2050, y con más de 90 trillones de dólares para invertir en este tipo de proyectos”, establece Schmidt.
Es más, dice que el mundo entero demanda una acción climática más ambiciosa por parte de todos los actores globales, y Chile ha liderado esa transformación. “Pero desgraciadamente eso no pasa con el resto de los grandes emisores. De los 15 mayores emisores a nivel global, solamente uno cumplió con lo establecido en el Acuerdo de París en 2020. No estamos contentos con los resultados globales de la acción climática y esperamos un cambio, particularmente de los grandes emisores, que no están dando cumplimiento a lo establecido en ese acuerdo”, explica Schmidt.
COP26: “Es importante que los países cumplan sus compromisos”
La COP26 es presidida por Gran Bretaña, que asume la presidencia. “Chile cumple dos roles muy importantes, primero entrega la presidencia de la COP25 con la incorporación de las siete temáticas establecidas (océanos, ciencia, entre otros) y particularmente de la alianza por la carbono neutralidad y compromiso con el sector privado”, señala Schmidt.
Chile es el primer país en Sudamérica que entrega su Estrategia Climática de Largo Plazo, “que es el compromiso para lograr la carbono neutralidad. Es un tema muy importante, solo 33 países en el mundo han cumplido con esto, y Chile lo lidera y hace entrega a la ONU. Vamos con una delegación muy importante, en total sumando sector público y privado, aproximadamente 200 personas”, agrega la ministra.
La estrategia nacional, que se entregará formalmente en la COP26, apunta a la reducción de emisiones de carbono hacia 2050. Considera una serie de medidas concretas y metas de transición a aplicarse en diferentes sectores, planificadas durante los próximos 25 años. Entre éstas, para 2025 apunta a un retiro o reconversión del 65% del carbón, reutilización y reciclaje del 30% de residuos de pavimentos y el 100% de las áreas marinas protegidas.
Para 2030, el plan establece la generación de energías renovables (80%), un 100% de la flota minera con cero emisión y un 50% de aumento en la red de estaciones glaciares, para 2040 el retiro total del carbón, el 100% de buses, taxis y colectivos cero emisión y 40% de reducción en el ingreso de residuos en mares y playas. Finalmente para 2050, un 100% de fuentes de energía cero emisión y 75.000 a 100.000 hectáreas de humedales urbanos protegidos, entre otros.
Todos los países acuden a Glasgow, lo que se ha informado es que no asisten algunos presidentes, incluidos de algunos países que son grandes emisores. “Ahí está el compromiso real de los países. Greta Thunberg habla de que no sacamos nada teniendo a muchos líderes haciendo discursos, lo que importa son los compromisos concretos establecidos. Entregar las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC) acordadas y presentar las estrategias climáticas, que son el camino para cumplir e ir verificando que la reducción de emisiones se vaya cumpliendo. Esas son medidas concretas que requieren más que discursos”, establece Schmidt.
La estrategia climática apunta a una transformación multisectorial, en todas las áreas del país. La ministra del Medio Ambiente considera que Chile ya tiene una meta, que la estableció la ciencia para detener el cambio climático, que es ser carbono neutrales a más tardar en 2050. La estrategia es el camino, la ruta, “es decir, cuánto cada sector de la economía puede emitir y las metas vinculantes para cumplirlo. Todas las metas son importantes, porque es el camino para lograr lo que la ciencia establece que es ser carbono neutrales. La importancia que tiene esta estrategia es que gracias a la Ley de Marco Climático, se establece como vinculante y obligatorio, una política de Estado que trascienda a los Gobiernos”.
Para Chile es obligatorio cumplir el objetivo. “La gracia es que no es una meta al aire, es un compromiso vinculante, verificable, que se tiene que reportar al Congreso año a año y también a la ONU”, finaliza Schmidt.