En Chile hay 11.285 establecimientos educativos escolares, que atienden a 3,6 millones de estudiantes y según cifras de un estudio de la Facultad de Educación UANDES, un 42% de los apoderados de niños en edad escolar en nuestro país afirma que tiene un hijo con alguna necesidad educativa especial (NEE).
El estudio consultó a 1.210 padres y/o tutores de menores y adolescentes escolares, desde Arica a Punta Arenas, hombres y mujeres de los 5 grupos socio económicos.
Según la normativa educacional de nuestro país, un alumno o alumna que presenta NEE es aquel que precisa ayudas y recursos adicionales, ya sea humanos, materiales o pedagógicos, para conducir su proceso de desarrollo y aprendizaje, y contribuir al logro de los fines de la educación.
Del 42% de los encuestados que afirma que su hijo presenta una necesidad educativa especial, un 20% manifiesta que ésta corresponde a déficit atencional; un 12% presenta una necesidad educativa especial o transitoria; un 5% una condición de neurodesarrollo y un 5% dificultad en el aprendizaje. En cuanto a la estratificación socio económica de quienes respondieron esta interrogante, un 12% del Grupo Socio Económico (GSE) E tiene niños con dificultad de aprendizaje, versus un 4% del GSE ABC1.
“Hay dos situaciones importantes que enfrentar. La primera de ellas es que se hace indispensable que los nuevos profesores/as puedan responder a las demandas de aprendizaje de todos sus estudiantes, diversificando y haciendo ajustes a las planificaciones, las metodologías y ofrezcan alternativas diversas de evaluación. Es indispensable que ellos cuenten con los conocimientos que les permitan comprender mejor las necesidades de sus estudiantes para realizar derivaciones de forma oportuna y al especialista que corresponde”, explica la académica Antonietta Ramaciotti, directora de la mención Inclusión Educativa de la Escuela de Educación de la Universidad de los Andes.
El estudio también preguntó la opinión respecto de si el establecimiento educacional de su hijo cuenta con los profesionales adecuados para entregar lo que ellos necesitan para aprender. Un 75% está de acuerdo y muy de acuerdo con esta afirmación y un 13% opinó estar en desacuerdo y muy en desacuerdo con esta premisa.
Así también, se indagó si los profesores cuentan con las herramientas para identificar las necesidades de aprendizaje de los alumnos, donde un 70% se manifestó muy de acuerdo y de acuerdo y un 15% opinó estar en desacuerdo y muy en desacuerdo con esta opción. Además, se preguntó si los académicos cuentan con las herramientas necesarias para atender las necesidades de aprendizaje, donde un 67% de los encuestados opinó estar de acuerdo y muy de acuerdo y un 16% en desacuerdo y muy en desacuerdo.
Ramacciotti también comenta que los padres de niños con NEE valoran las capacidades disponibles que hoy existen para atender las necesidades de sus hijos. “Ellos también reconocen y manifiestan que nos queda mucho por seguir avanzando, en los establecimientos educacionales existen especialistas, pero hace falta que el profesor/a de la sala de clases tenga los conocimientos para poder ofrecer oportunidades de aprendizaje a todos los estudiantes, todos dos los días en el aula regular y no solo cuando el especialista los pueda acompañar”.