El equipo ICOVID Chile, iniciativa liderada por la Universidad de Chile, la Pontificia Universidad Católica de Chile y la Universidad de Concepción, presentó su sexto informe con análisis y datos de las dimensiones propuestas para monitorear la pandemia en el país, con información obtenida hasta el domingo 13 de septiembre, proporcionada a través de un convenio con el Ministerio de Salud y el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación.

Según los datos de este último reporte, los casos de coronavirus siguen aumentando en Chile, con brotes particularmente intensos en ascenso en el norte y en varias regiones del sur. La dinámica de contagios revela un claro incremento en las regiones de Atacama, Maule, La Araucanía, Los Ríos y Magallanes, donde tanto los índices de carga como de transmisión alcanzan niveles muy altos. En tanto, la ocupación hospitalaria a nivel nacional subió ligeramente a un 78%, con regiones con una ocupación muy alta como Atacama, Coquimbo, Biobío y Magallanes, mostrando situaciones fuera de control.

La positividad, en tanto, persiste en torno al 6% nacional, pero con importantes variaciones entre regiones, incrementando en Magallanes, O’Higgins, Maule, Los Ríos y La Araucanía durante la última semana.

Para Guillermo Marshall, prorrector de la Pontificia Universidad Católica de Chile, “la situación de la pandemia en el país sigue siendo crítica y con dinámicas muy dispares en las diferentes regiones. Mientras en la Región Metropolitana la carga de nuevos contagios y transmisión siguen altos, pero contenidos, algunas regiones en el norte y en sur del país, presentan focos muy preocupantes de contagios, similares a los observados a comienzos de mayo en Santiago”.

En tanto, Alejandro Jofré, prorrector de la Universidad de Chile, enfatizó en que “la pandemia sigue creciendo, con un punto alto en el norte y varios en el sur, lo cual es muy preocupante ya que además la carga y la velocidad de contagio se mantienen en niveles críticos (rojos). Esto configura un estado y dinámica que puede gatillar rebrotes en varias regiones. La forma de salir de este estado latente de rebrotes es mejorar sustancialmente la trazabilidad. En este sentido, ICOVID generó dos nuevos indicadores de trazabilidad, que apunta a explicitar mejor la situación y dar una señal más clara para los tomadores de decisión”.

La clave es la trazabilidad

En este sexto informe se introducen dos indicadores a la dimensión de trazabilidad y aislamiento, que desagregan el indicador anterior y dan cuenta de la confirmación temprana de casos y de la consulta temprana. “Ambos son especialmente importantes para el momento actual de la pandemia. En efecto, la trazabilidad persiste lejos de las metas, en un nivel cercano al umbral más peligroso, con una baja proporción de personas consultando precozmente por sus síntomas”, señalan los investigadores.

En este aspecto, serán ahora tres indicadores con información que buscará contribuir a describir la velocidad y cobertura de distintos hitos del proceso de testeo, aislamiento y trazabilidad. El indicador de confirmación temprana de casos, que se refiere a la proporción de personas sintomáticas sospechosas cuyo resultado de laboratorio de test PCR es informado a la autoridad sanitaria (a través del sistema Epivigila) dentro de tres días desde la fecha de inicio de síntomas. El indicador de consulta temprana, que hace referencia a la proporción de personas sintomáticas sospechosas que consultan y a las cuales el/la médico/a notificó (ingresó al registro Epivigila) dentro de 2 días desde la fecha de iniciados sus síntomas. Y, finalmente, el indicador de tiempo de examen y laboratorio, que muestra la proporción de exámenes de PCR cuyo resultado es reportado dentro de un día desde la notificación como caso sospechoso en Epivigila.

En esta dimensión, el indicador de confirmación temprana de casos -indicador que hoy cuenta con información disponible solo hasta el 22 de agosto- ha ido mejorando paulatinamente desde mayo a la fecha, subiendo de 10% a un 40% a fines de agosto, pero encontrándose aún en un nivel cercano al umbral más peligroso (color naranja). La meta para este indicador es llegar a un 80% de cobertura. “Se observan variaciones importantes entre regiones, en el rango de 30% a 50%. Estos niveles de variabilidad dan una indicación que es posible ir mejorando la trazabilidad en distintas zonas del país”, se lee en el informe.

En tanto, la proporción de personas que consultan tempranamente (dentro de dos días) -indicador que hoy cuenta con información disponible hasta el 2 de septiembre- ha ido mejorando de manera sostenida durante las últimas semanas, no obstante a un ritmo lento, lo que explica que aún solo un 53% de las consultas ocurran de manera temprana siendo la meta un 80%. La situación es bastante similar para este indicador a lo largo del país, a excepción de La Araucanía en que un 37% de las personas consultan de forma temprana (indicador en rojo) con la última información disponible.

Finalmente, en el indicador de tiempo de examen y laboratorio, -indicador que hoy cuenta con información disponible hasta el 29 de agosto- el informe señala que un 55% de los resultados de las pruebas de PCR son informadas dentro de un día de la consulta médica, manteniéndose en color naranjo desde fines de junio. Durante la última semana este indicador ha tenido un deterioro, lo cual debe ser observado con atención ya que podría estar indicando un enlentecimiento del tiempo de examen y laboratorio en el país. Atacama, Coquimbo, La Araucanía y Los Lagos son las regiones que más preocupan en relación a este indicador, todas en rojo.

Cifras preocupantes

En dinámica de contagios, a nivel nacional, el número de casos nuevos se ha incrementado de 10,95 a 12,04 por cada 100.000 habitantes (promedio semanal). “Así, este indicador de carga se mantiene en color rojo (fuera de control), como la semana pasada, pero alcanza niveles mayores y similares a los de los primeros días de mayo durante la fase creciente de la primera ola de la pandemia”, se advierte en el informe.

“A nivel regional, en tanto, el indicador alcanza niveles rojos en todas las regiones. En particular, es preocupante la situación en las regiones de Arica y Parinacota que sigue muy alto (24,3), en Atacama que sigue subiendo (23,9), el Maule con un aumento significativo (21,4), al igual que Ñuble (19,9) y sobre todo, Magallanes (124,7)”, señala el reporte.

Por otro lado, “el indicador de transmisión (R) se mantiene por sobre el umbral 1 a nivel nacional, alcanzando un valor promedio de 1,04 durante la semana. A nivel regional, todas las regiones se mantienen un indicador de transmisión de color rojo en la última medición disponible. Particularmente altos son los niveles de transmisión promedio en las regiones de Aysén (1.87), Los Ríos (1,48), La Araucanía (1,15), Maule (1,23) y Atacama (1,16)”, reporta el sexto informe del equipo ICOVID Chile.

En cuanto a testeo, el informe señala que la positividad de test a nivel país se mantiene en un valor similar a las semanas anteriores, con 6% de los test efectuados con resultado positivo. Sin embargo, “hay regiones donde el indicador está empeorando, como las regiones de Maule y Magallanes que aumentan su positividad semanal; de 0,7% a 1,5% en Aysén; de 4,9 a 6,4% en La Araucanía; 3,8% a 6% en Los Ríos; de 7,9% a 9% en Maule; de 8,5% a 10% en O’Higgins; y de 24,5% a 26,6% en Magallanes. Para el resto de las regiones, la positividad se encuentra estable o a la baja en la última semana. Se mantienen las reducciones de positividad de PCR en las regiones de la zona norte como Tarapacá, Antofagasta, Atacama y Coquimbo”, enfatiza el reporte.

En tanto, la capacidad de testeo a nivel nacional se mantiene buena, con 10,6 test por mil habitantes promedio semanal. “Cabe notar es que a contar del 9 de septiembre, por primera vez hay una caída en días sucesivos de la cantidad de test, luego de casi 2 meses de alta constante. Las reducciones más importantes se observan en las regiones de Coquimbo, O’Higgins y Magallanes”, explican los investigadores.

Para Cristóbal Cuadrado, académico de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, “la situación epidémica del país está lejos de una situación controlada. A más de seis meses de iniciada la pandemia no hemos logrado una supresión efectiva de la circulación viral comunitaria en ninguna región del país, con una alta carga de personas infectadas en todo el territorio nacional. La estrategia de trazabilidad sigue mostrando deficiencias para identificar los casos sintomáticos y sus contactos de manera temprana, razón por la que se hace urgente un mensaje consistente de la autoridad para una consulta precoz ante síntomas. Y, por otro lado, se hace necesario revisar la enorme variabilidad en los tiempos que toma recibir un resultado de una prueba en las distintas regiones del país”.

“Por último, cabe mencionar que un escenario epidemiológico como éste transforma a las fiestas patrias en un momento de alto riesgo para rebrotes, por lo que el llamado a la ciudadanía deber ser no hacer reuniones, minimizar los contactos y no relajar las medidas de distanciamiento físico, uso de mascarillas y lavado de manos”, agregó Cuadrado.

Finalmente, en cuanto a capacidad hospitalaria, el informe reporta un aumento de la ocupación hospitalaria a nivel nacional, llegando a 78%, con regiones con una ocupación muy alta indicando una situación fuera de control en Antofagasta, Coquimbo, BioBío y Magallanes.

En tanto, el uso de camas UCI por pacientes con COVID-19 es de 65% a nivel nacional, mostrando una leve mejora con respecto a la semana pasada. En la Región Metropolitana se ha mantenido estable la ocupación en un 48%, mientras que la región de Coquimbo presenta una ocupación crítica, fuera de control, y Tarapacá alta con un 76% de ocupación, según los investigadores.