Centro tecnológico de Corfo entregará sello de calidad y seguridad en uso de plataformas de telemedicina
Se estima que el 50% de las prestaciones médicas en Chile se realizaron por canales remotos durante la pandemia.
El Centro Nacional en Sistemas de Información en Salud (CENS) habilitará un sistema de evaluación y revisión de plataformas tecnológicas de telemedicina en Chile. Este Centro –integrado por cinco universidades y diversos actores del sector sanitario nacional– entregará, a las soluciones que cumplan con los estándares, el Sello de Calidad de Software en Telemedicina. Este acreditará diversos aspectos relativos a la calidad técnica y clínica en su implementación.
Se estima que cerca del 50% de las prestaciones médicas en Chile se realizaron por canales remotos durante la pandemia. Tras esta rápida adopción, CENS proyecta un sostenido incremento del uso de la telemedicina y otros sistemas de monitoreo de pacientes, principalmente en la atención primaria, en el transcurso de esta década.
La doctora May Chomalí, directora ejecutiva del CENS, explicó que la iniciativa busca proveer beneficios tanto para los pacientes como para los profesionales de la salud.
“Una consulta por telemedicina no es lo mismo que una presencial. Estamos en ambientes desconocidos para los usuarios y los prestadores, y entre medio está la tecnología. Es necesario y urgente establecer un estándar en su desarrollo e implementación”.
La especialista en salud pública de la Universidad de Chile remarcó que en nuestro país los médicos no están educado ni habituados a este tipo de canales de atención, así como tampoco los usuarios, por lo que para ambos es fundamental generar instancias de evaluación de calidad y seguridad de las herramientas, puesto que “estas vías de atención van a perdurar en el largo plazo”.
“Estas tecnologías pueden ser muy robustas, pero también pueden eventualmente poner en riesgo al paciente o el profesional, ya sea porque se filtre la información o se corte la señal en la mitad, entre otras situaciones. Y el sello de calidad tiene que ver con eso: certificar que las plataformas que se está usando cumplan ciertos requisitos de fiabilidad, seguridad y usabilidad”.
“Con la pandemia se están haciendo consultas incluso por teléfonos, lo cual es entendible en una emergencia sanitaria. Pero estamos pensando en el mediano y largo plazo, en que si esto vino para quedarse se tiene que hacer en buenas condiciones. Esto es un poco lo mismo que ha pasado con la acreditación de los hospitales o la bioequivalencia de los medicamentos, una serie de ejemplos en los cuales hay alguien que está diciendo cuándo se cumple el estándar”.
Revisión cualitativa
El Sello fue lanzado este 14 de enero y operará bajo la norma internacional ISO 25010, creada para describir la calidad de un software a través del cumplimiento de sus características. Para este caso en particular, el protocolo evaluará fiabilidad, usabilidad, seguridad y compatibilidad, en dos dimensiones: técnica y clínica.
“La expectativa es que los ciudadanos puedan exigir que las plataformas que se ofrecen para la atención remota, operen bajo esta certificación, tal como se exige que un profesional o clínica estén acreditados por organismos reguladores. También esperamos que instituciones públicas y privadas que estén operando bajo canales remotos se interesen por obtener la certificación. Ya hay interés de algunas por hacerlo una vez que el proceso se abra”, añadió la doctora Chomalí.
El Sello analiza todo el proceso de atención y se alinea con dos instrumentos: la Guía de Buenas Prácticas y Recomendaciones para el Uso de Telemedicina durante la Pandemia de Covid-19 en Chile , también creada por CENS; (recientemente destacada por la Organización Panamericana de la Salud) y los Lineamientos para el Desarrollo de la Telemedicina y la Telesalud en Chile del Ministerio de Salud.
Eric Rojas, jefe del área de Calidad del centro, subrayó que el instrumento busca entregar confianza a todo el ecosistema y a impulsar la utilización de soluciones que respondan a los objetivos de calidad dispuestos por un organismo técnico como CENS. Y que al mismo tiempo, el diagnóstico también ayudará a que los proveedores de plataformas puedan ser parte de un proceso de mejoramiento continuo que ayude al acceso y la calidad de la salud.
“En Chile no hay un ente regulatorio que verifique la calidad de las prestaciones de teleconsulta, esto hace que nuestro Sello venga a llenar en ese vacío y permita a los pacientes e instituciones que quieren comprar y utilizar estos servicios, conozcan las características básica de calidad técnica y clínica para utilizar estas soluciones”.
Una vez que el proveedor de una plataforma accede al proceso, las soluciones pasan por una revisión cualitativa, por parte de un equipo técnico clínico de CENS, quienes verificarán las respuestas y la evidencia entregada como respaldo sea consistente con la problemática que los desarrolladores declaran abordar con el producto. Al terminar con éxito la revisión, el software recibe el Sello CENS de Calidad de Software en Telemedicina.
Brechas y oportunidades
En 2019, donde la masificación de las teleconsultas permitió mantener atenciones médicas durante la pandemia, el equipo del área de Calidad del CENS –un centro apoyado por Corfo y cinco universidades chilenas para impulsar la transformación digital de la salud– evaluó un total de ocho plataformas.
El estudio fue apoyado por el Colegio Médico y Fonasa, y contempló el análisis de diversas soluciones tecnológicas. El proceso arrojó hallazgos positivos y también oportunidades de mejora en las atenciones por canales remotos. Se evaluaron cuatro módulos de sistemas de información para videollamada, uno de atención médica domiciliaria con videollamada, uno de telerehabilitación y dos de monitoreo de signos vitales.
Entre sus hallazgos, este diagnóstico preliminar arrojó que los sistemas de atención telemédicas en Chile tenían diversas oportunidades de mejora, como por ejemplo su diseño, el exceso de validaciones (RUT, fechas) y clics, y la falta de capacitación de los profesionales en el uso de estas herramientas digitales.
Mientras, algunos puntos positivos fueron la calidad de video, el uso de estándares de interoperabilidad, la posibilidad de compartir información por parte del paciente y su diseño “responsive” (o uso en cualquier dispositivo táctil).
Eberth Sáez, ingeniero de Operaciones de CENS, quien fue parte del equipo de especialistas que analizó las soluciones, valoró que “existe interés en las empresas de mejorar lo que tienen y eso se demuestra en el interés por acceder a este proceso de revisión, que asegura un piso mínimo para funcionar en el mercado chileno. Y las que no lo obtienen, pueden recibir recomendaciones para lograrlo”.
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