Resguardar la privacidad mental, la intimidad y el derecho a la identidad individual de hombres y mujeres ante el avance de la inteligencia artificial. Es ese el objetivo de dos proyectos de ley que hoy fueron presentados en teleconferencia en la que participaron autoridades y especialistas nacionales y extranjeros.
Es que en los últimos años las neurotecnologías han experimentado un acelerado avance que trae beneficios y complejidades. Es por esta razón que científicos, expertos y pensadores han venido reflexionando sobre los límites éticos y planteando la necesidad de reconocer y proteger un nuevo tipo de derechos:, los “neuroderechos”.
A través de una teleconferencia internacional fueron presentadas las dos primeras iniciativas legislativas del mundo, que ingresarán en el Senado chileno y establecen límites éticos que protejan la autonomía y libre albedrío del cerebro de cada uno de los habitantes del planeta.
La presidenta del Senado, Adriana Muñoz, explicó que “se plantea impulsar el reconocimiento y protección de los neuroderechos, a través de un proyecto de reforma constitucional y de un proyecto de ley (…) que resguardan la privacidad mental, la intimidad y el derecho a la identidad individual de hombres y mujeres ante el significativo y prometedor, pero también inquietante, avance de la inteligencia artificial”.
En la actividad, estuvieron presente el senador Guido Girardi, presidente de la Comisión Desafíos del Futuro del Senado y el neurocientífico español, Rafael Yuste, coordinador de proyecto BRAIN que busca descifrar el cableado del cerebro humano, son los principales impulsores de este trabajo
Yuste, destacó que estas iniciativas “definen, por primera vez la historia. la identidad mental como un derecho que no puede ser manipulado y que cualquier intervención, por motivos de salud, debe estar regulado legalmente”. Si son aprobados, la Constitución chilena será pionera en esta materia y los proyectos serán un modelo a seguir en todo el mundo, por ello hoy están mirando con lupa este lanzamiento la ONU, la OCDE, la UNESCO y empresas de neurotecnológicas de todo tipo, dice el neurocientífico.
El senador Girardi manifestó su orgullo “por los frutos alcanzados por este esfuerzo transversal de la Comisión Desafíos del Futuro -se puede construir en la diferencia- de unir a la política y a la ciencia y para ello creamos el Congreso del Futuro” y agregó que fue en uno de estos encuentros de divulgación científica, “donde conocimos a Rafael Yuste y él nos propuso que, así como habíamos logrado que la Ley de Etiquetado fuera asumida en muchos países, también podíamos crear la normativa necesaria para regular que los avances de la Ciencia y la Tecnología (CyT) beneficiaran y no perjudicaran a los seres humanos”.
Girardi destacó que este proyecto fue elaborada por los parlamentarios y científicos chilenos junto a 25 relevantes neurocientíficos del mundo que representan colectivos mucho más amplios, porque proteger el cerebro y la mente humana es tarea prioritaria.
El Alto representante de la Alianza Civilizaciones de la ONU, Miguel Moratinos, dijo que “la iniciativa del Senado Chile debe ser, no solamente aplaudida y apoyada, sino que debe servir de modelo para ser trasladada a los demás países del mundo y entre todos conseguir el objetivo de incorporar estos neuroderechos en la Declaración Universal de los DDHH a través de mecanismos o protocolos que pueden adherirse o complementar las actuales artículos y compromisos”.
En la teleconferencia, participaron personalidades de la ciencia, la política y el sector privado, como la presidenta de la Academia Chilena de Ciencias, Cecilia Hidalgo; el rector de la Universidad de Chile, Ennio Vivaldi; el rector de la Universidad Católica Ignacio Sánchez; la secretaria de Estado para Digitalización e Inteligencia Artificial de España, Carmen Artigas; el Director de Investigación de IBM, Darío Gil; la Presidente de la Unión Interparlamentaria, Gabriela Cuevas; y el abogado Ciro Colombara.