La población que habita el territorio nacional proviene de diversos lugares del mundo y ha llegado en distintos momentos históricos.
Los primeros llegaron de Asia hace algunos miles de años, luego vinieron los migrantes Europeos hace 500 años, y oleadas sucesivas de diversos continentes después de eso, migraciones que continúan hasta el presente.
Es decir, nuestra constitución étnica, y por lo tanto, genética, es diversa y mestiza. Además, cambia continuamente.
La convivencia de poblaciones humanas hace que, con el tiempo, los rasgos genéticos aportados por cada grupo se distribuyan por toda ella; se puede decir que el conjunto de esos rasgos representa el patrimonio genético de un país.
En el caso de Chile, la contribución genética aportada por todos sus habitantes es única, merece conocerse y la información usarse para el beneficio de todos.
El proyecto 1000 Genomas Chile apunta justamente a describir el genoma de los chilenos en toda su diversidad.
* Profesor titular del Departamento de Biología de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile y director del Centro de Regulación del Genoma.