"Cuando pequeña no sabía que las personas como yo, con piel de chocolate, aparecían en los libros". Contando algunos pasajes de su vida, la novelista nigeriana Chimamanda Ngozi Adiche inició el ciclo de charlas magistrales de una nueva versión del Congreso Futuro. Su presentación estuvo enfocada en dar a conocer los problemas de una historia carente de multiculturalidad y también sobre un feminismo que comenzó a practicar antes de conocer sobre su término.
La autora de libros como El peligro de la historia única y Todos deberíamos ser feministas, partió relatando su interés temprano por la escritura. Allá, en su natal Nigeria comenzó leyendo historias escritas por autores británicos o norteamericanos. Según ella, conoció a través de la prosa extranjera el gusto por las manzanas y la cerveza de jengibre. "Pero me di cuenta que en mi tierra no habían esas cosas. Era una hermosa tierra verde con árboles y mangos".
Allí se dio cuenta que las personas como ella no aparecían como personajes en los libros que leyó. Esta falta de identidad en los textos la motivó a escribir y a buscar escritos donde se podía ver reflejada. "Eso es parte del peligro de tener solo una historia, no nos permite saber sobre una cultura en profundidad".
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Chimamanda Ngozi Adiche, durante su presentación en el Congreso Futuro. FOTO: Congreso Futuro[/caption]
En este punto, Ngozi se detiene. El hecho de tener una historia única sobre ciertas culturas impide que la gente pueda conocer realmente sobre la diversidad de sus personas. Cuando se mudó a Estados Unidos a los 18 años, cuenta, sus compañeros se sorprendían porque no venía de un contexto de pobreza. Sus padres eran profesores universitarios en Nigeria. "Cuando mis compañeros me preguntaron si les podía mostrar la 'música africana' que escuchaba, yo les mostré a Mariah Carey. Quedaron bastante decepcionados".
Pero también ella reconoció en su charla haber caído en los prejuicios basados en una versión de la historia. Hace unos años visitó México desde los Estados Unidos y logró contradecir sus propias apreciaciones que adquirió por lo que escuchaba en los medios de comunicación. "Llegué a Ciudad de México y vi a la gente alegre, nada que ver a lo que nos muestran en los medios de que un mexicano es igual a un migrante que vive en la miseria. Me sentí muy avergonzada de mí misma".
Feminismo y literatura
"Fui feminista mucho antes de conocer el término", prosigue Ngozi. La escritora, tuvo tiempo para exponer sobre la lucha por la igualdad de género y cómo esto lo ha apreciado incluso en la literatura. "Una vez un hombre, americano blanco, me dijo 'no suelo leer libros, y si lo hiciera no creo que leería los tuyos'", la escritora confesó que eso causó pena en ella en un principio, pero luego lo tomó como un llamado a la reflexión. "Es común que los hombres lean principalmente a hombres, y las mujeres leen principalmente a hombres y a mujeres. Sería un gran avance si los hombres leyeran más a mujeres para conocer sus perspectivas y tener una sociedad más equitativa", expresó la escritora en su charla magistral.
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Chimamanda Ngozi Adichie. FOTO: REUTERS[/caption]
La escritora continuó teorizando sobre la desigualdad de género. Hizo hincapié en que la misoginia, que se puede expresar en ataques, desprecios o cuestionamientos, es un problema de sociedad. "Vivimos en un mundo misógino pero no sólo de hombres, sino que de mujeres y también de niños que comienzan a posicionar a la mujer como algo inferior al hombre".
La escritora finalizó su charla con una invitación a crear más espacios entre hombres y mujeres para conocer y expandir las ideas de la sociedad. También mencionó la importancia de escuchar antes de estar en desacuerdo. "Me considero alguien de izquierda y usualmente suelo leer periódicos de derecha para saber qué pensar de las personas con las que no estoy de acuerdo, y para también construir mis argumentos", finalizó Chimamanda Ngozi Adiche.