La sonda Chang’e-5 de China recolectó muestras lunares horas después de posarse en la la región de Oceanus Procellarum, también conocida como Océano de las Tormentas, en la cara visible de la Luna.

Según lo planeado, la combinación de módulo de aterrizaje y ascenso de Chang’e-5 terminó las tareas de perforación y empaquetado de muestras lunares a las 20.53 UTC del 1 de diciembre, apenas tres horas después del alunizaje, anunció este miércoles la Administración Nacional del Espacio de China (CNSA), citada por Xinhua.

Después de aterrizar con éxito, la sonda Chang’e-5 llevó a cabo trabajos de preparación, incluido el despliegue de las alas solares.

La sonda adopta dos métodos de muestreo lunar, incluido el uso de taladros para recolectar muestras y la recolección de muestras de la superficie con un brazo mecánico.

En total, está previsto que el módulo de aterrizaje recolecte aproximadamente dos kilogramos de muestras lunares, primeras obtenidas por China y primeras que se traigan a la Tierra desde la década de los 70 del siglo XX.

Un archivo lunar

El módulo de aterrizaje sacará algo de material de la superficie y también perforará un agujero de dos metros de profundidad y recogerá el suelo desde su interior, que actuará como un archivo de la Luna, con la información de registro inferior de hace mil millones de años y la parte superior más reflejando de cerca el día de hoy.

Luego, las muestras se almacenarán en el ascendedor, que se elevará desde la superficie lunar para transferir las muestras lunares al regresador y al orbitador que esperan en la órbita lunar. El encuentro no tripulado y el acoplamiento en la órbita lunar también será la primera tarea de este tipo realizada por China.

Luego, en el momento adecuado, el que regresa se separará del orbitador y llevará las muestras de regreso a la Tierra, que finalmente aterrizará en Mongolia Interior del norte de China.

China tiene actualmente un extenso programa lunar, con varias naves operando en la Luna o cerca de ella: el módulo de aterrizaje Chang’e-3, el módulo de alunizaje Chang’e-4 y el rover Yutu-2, el satélite de retransmisión Queqiao, y la misión Chang’e 5. Ésta se compone de cuatro módulos, con distintos procesos: un orbitador lunar, un módulo de alunizaje, que recoge las muestras a 2 metros bajo la superficie; un vehículo de ascenso que, tras alcanzar la órbita lunar se encuentra y acopla al orbitador; y una cápsula que a su vez obtiene las muestras y las trae de regreso a la Tierra. Cada componente debe operar de modo autónomo para lograr el éxito de la misión.