Imaginación, creatividad e intuición son el motor principal de dos disciplinas que a la vista parecen ser muy distintas. No obstante, ciencia y arte confluyen desde los comienzos de la civilización, permitiendo interpretar y conocer el mundo desde la experiencia racional y emocional.
Son muchas las evidencias de esta histórica relación y donde el quehacer científico ha constituido una poderosa fuente de inspiración para el arte. Desde la cultura Inca, la creación de Stonehenge hasta reconocidas pinturas de Van Gogh, ambas ramas de conocimiento se cruzan y dialogan para entregarnos un paradigma interpretativo holístico.
Con el desarrollo de la astronomía y previo a la invención de la fotografía, muchos astrónomos usaban el dibujo para ilustrar sus observaciones del cosmos. Así, el arte ha contribuido en la enseñanza y aprendizaje del universo, permitiéndonos imaginar y plasmar objetos inaccesibles al ojo humano.
Ciencia y arte sintonizan de muchas formas y estimulan el pensamiento crítico en diversas áreas. En momentos en que celebramos el Día de la Astronomía con actividades en todo el país, acercando a la familia a esta maravillosa disciplina, resulta fundamental fomentar esta asociación, con el objeto de abrir los caminos y llegar a más personas, incentivando una interacción que permita desarrollar el máximo potencial humano a través del conocimiento que la ciencia y el arte nos entregan.
Desde el mundo de la investigación y la colaboración internacional estamos trabajando comprometidos hacia esta meta, con la firme convicción que la unión de la experiencia artística y científica traerá enormes beneficios al desarrollo de la sociedad y la exploración del conocimiento.
* Oscar Contreras Villarroel – Vicepresidente y representante en Chile de Telescopio Magallanes Gigante