Científica descubre una potente propiedad de la cúrcuma sobre el cerebro y la memoria

Científica descubre una potente propiedad de la cúrcuma sobre el cerebro y la memoria
Científica descubre una potente propiedad de la cúrcuma sobre el cerebro y la memoria

Un artículo científico resume los hallazgos de la Dra. Cheril Tapia en la lucha contra el deterioro cognitivo, en lo que esta planta aparecen como una gran alternativa terapéutica futura.


Comprender mejor las causas del envejecimiento será clave para diseñar políticas públicas y estrategias de salud más efectivas en las próximas décadas. “El deterioro cognitivo no siempre está ligado a enfermedades como alzhéimer o párkinson; puede ocurrir incluso sin demencia”, advierte la investigadora chilena Dra. Cheril Tapia –del Centro Basal Ciencia & Vida, de la Universidad San Sebastián. Preservar el buen funcionamiento mitocondrial podría ayudar a prevenir estas alteraciones.

Según la OMS, la esperanza de vida global pasó de 66,5 años en 2000 a 72 en 2016, mientras que en Chile bordea los 80 años, con una diferencia notable entre géneros: las mujeres alcanzan los 85 años, cinco más que los hombres. Para 2050, se espera que un tercio de la población sea adulta mayor, con proyecciones de vida de hasta 87 años en mujeres y 84 en hombres.

Este cambio demográfico exige estrategias preventivas y políticas que promuevan un envejecimiento saludable”, añade la investigadora, destacando la importancia de considerar las diferencias de género en el impacto del envejecimiento y las oportunidades para mitigar sus efectos.

Científica descubre una potente propiedad de la cúrcuma sobre el cerebro y la memoria

En este contexto, un artículo de revisión publicado por la revista científica Ageing Research Reviews expuso los hallazgos de la Dra. Tapia durante los últimos seis años, que muestra que investigaciones como las de la científica chilena permiten avanzar en el conocimiento de cómo proteger la función neuronal a lo largo del tiempo. “Si logramos intervenir a tiempo y preservar la salud mitocondrial, podríamos mejorar la calidad de vida en la vejez”, enfatiza la experta.

Esta es la planta comestible que podría detener el envejecimiento cognitivo

El conjunto de hallazgos muestra que las mitocondrias sinápticas, esenciales para la comunicación neuronal, suministran energía, regulan el calcio y actúan como señalizadores celulares. Su deterioro con la edad impacta la memoria, lo que las convierte en posibles objetivos terapéuticos.

Uno de los estudios publicado en 2023 en la revista International Journal of Molecular Science evidenció que con el envejecimiento se acumulan mitocondrias dañadas en el hipocampo, afectando la producción de energía y aumentando el daño oxidativo. Además, las neuronas poseen dos tipos de mitocondrias: las sinápticas, en las sinapsis, y las no sinápticas, en el cuerpo celular.

Las mitocondrias sinápticas son más vulnerables y fallan antes que las no sinápticas, lo que eleva la producción de especies reactivas de oxígeno, reduce la energía disponible y altera el manejo del calcio. Estas alteraciones están directamente relacionadas con el deterioro cognitivo.

La curcumina, un antioxidante presente en la cúrcuma, ha demostrado mejorar la función de las mitocondrias en las sinapsis neuronales, favoreciendo la memoria en modelos de estudio. “La curcumina promueve una mejor función de las mitocondrias sinápticas, lo que tiene un impacto positivo en la memoria y otros procesos cognitivos”, explica la Dra. Tapia.

El artículo destaca este y otros hallazgos del equipo de la investigadora, que estudia las diferencias entre las mitocondrias sinápticas y no sinápticas, y por qué las primeras son más vulnerables al daño. “Nuestro objetivo es entender qué hace que las mitocondrias sinápticas sean más sensibles y cómo podemos protegerlas”, señala.

Las mitocondrias sinápticas son esenciales para la plasticidad sináptica, el proceso que permite a las neuronas adaptarse, formar recuerdos y mantener la actividad neuronal. Sin embargo, con la edad, su funcionamiento se deteriora, haciéndolas más frágiles y menos eficientes. “Con el envejecimiento, la mayoría de los procesos mitocondriales se ven comprometidos, lo que hace que estas mitocondrias sean más vulnerables y tengan un menor recambio”, advierte la científica.

cúrcuma

El estudio revisa seis años de investigaciones sobre cómo las mitocondrias llegan a la sinapsis y cómo se eliminan cuando están dañadas. “Hemos analizado la literatura sobre el transporte mitocondrial y los mecanismos de eliminación, integrando nuestros hallazgos más recientes. Este conocimiento podría ayudar a desarrollar estrategias para frenar el deterioro cognitivo”, dice la científica.

El envejecimiento provoca un deterioro progresivo en el cerebro, especialmente en el hipocampo, afectando la comunicación neuronal y la memoria. Uno de los factores clave en este proceso es la falla mitocondrial. “Preservar la funcionalidad de las mitocondrias de la sinapsis parece ser crucial”, señala la Dra. Tapia.

En un estudio de 2020, su equipo evidenció cómo las fallas mitocondriales contribuyen al deterioro cognitivo. Un año después, identificaron una proteína anómala dentro de las mitocondrias sinápticas, lo que explicaría su vulnerabilidad. “Cuando estas mitocondrias enfrentan estímulos estresantes, en lugar de responder positivamente, tienden a perder rápidamente su función”, explica la investigadora.

El equipo también exploró posibles terapias, incluyendo antioxidantes. “Hemos estudiado un potente antioxidante con impacto en la mitocondria”, indica la Dra. Tapia, refiriéndose a la curcumina, presente en la cúrcuma. Esta molécula mejora la función mitocondrial y, en consecuencia, los procesos de memoria. “Si logramos mantener la funcionalidad de las mitocondrias sinápticas, podríamos reducir el deterioro de la memoria”, destaca.

Además, investigaciones recientes sugieren que limitar el esfuerzo mitocondrial podría ser beneficioso. “Es sorprendente que inhibir parcialmente su función ayude a reducir alteraciones asociadas con el Alzheimer. Es como un electrodoméstico: si lo usamos al 80% de su capacidad, prolongamos su vida útil y preservamos mejor la función neuronal”, concluye la académica.

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