El científico que busca redefinir la manera de vivir juntos en este planeta
La era del Antropoceno podría haber comenzado durante la revolución industrial, donde las actividades humanas causaron un fuerte impacto no sólo en el ámbito económico y social, sino también, sobre los ecosistemas terrestres.
Claudio Latorre es científico del Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB), doctor en Biología Evolutiva y académico de la Universidad Católica de Chile.
Él, junto a un grupo de investigadores de las ciencias naturales y las humanidades, es de los que firma el "Manifiesto del Antropoceno", una mirada nueva por la que sostienen que es urgente enfrentar los desafíos planetarios desde una mirada interdisciplinaria.
El especialista en paleoecología, paleoclimatología, biogeografía y botánica, hijo de dos destacados científicos María Cecilia Hidalgo (Premio Nacional de Ciencias Naturales de Chile en 2006) y de Ramón Latorre (Premio Nacional de Ciencias Naturales de Chile del año 2002), cree que es urgente abrir el debate a la sociedad completa e instalar una discusión profunda, que permita afrontar los desafíos de esta nueva época que vivimos, en la que se estima una posible extinción de las condiciones ambientales fundamentales para la vida humana en el planeta.
El "Manifiesto del Atropoceno", fue publicado recientemente en la Revista Environmental Humanities.
"El Antropoceno tiene origen en las ciencias de la tierra, donde se plantea que podría estar en una nueva época geológica, definida por la irreversible alteración de condiciones biológicas y geológicas a escala planetaria, como consecuencia de la actividad del hombre", explica Latorre.
El doctor en Biología Evolutiva, explica que los discursos actuales sobre sustentabilidad, ecología y las intervenciones puntuales, no logran responder a la escala de este desafío, que va más allá del cambio climático. Es por eso que es necesario abordar los ejes centrales de este nuevo pacto de convivencia que busca redefinir la "manera de vivir juntos, todos y todas, animales, vegetales, minerales y microrganismos en este planeta".
Los investigadores firmantes de este documento, proponen cinco convicciones fundamentales: interdependencia, diversidad, acción situada, creatividad y esperanza.
Nueva era geológica
Aunque dentro de la comunidad científica aún se discute su real existencia y en qué momentos de nuestra historia se inicia, el Antropoceno se describe como una época geológica que reemplaza al Holoceno, etapa que abarca los últimos 11.784 años, desde el fin de la última glaciación, y que a su vez se inserta en la recta final del período actual, el Cuaternario.
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Impresión artística de la era de hielo de la Tierra en el máximo glacial.[/caption]
En ese contexto, se estima que el Antropoceno podría haber comenzado durante la revolución industrial, donde las actividades humanas causaron un fuerte impacto no sólo en el ámbito económico y social, sino también, sobre los ecosistemas terrestres.
"Nos tocó la suerte de que nuestra civilización se desarrolló en un período interglacial particularmente largo. Pero en un mundo donde estamos aumentando los gases invernaderos, lo que estamos haciendo realmente, es un experimento a escala planetaria, que le está quitando el control climático a los controles naturales de las glaciaciones, situación que podría hacer imposible la existencia de otra glaciación en un futuro cercano. Eso validaría que el Antropoceno se trataría de una nueva época geológica y no de un período interglacial más. Asimismo, la pérdida de hielo en Groenlandia y la Antártica, y el adelgazamiento de glaciares en todo el mundo, son fenómenos anómalos que nos hacen pensar en la dificultad de llegar al balance que antes existía", explica Latorre.
La declaración sostiene que nuestra existencia, al igual que la de todas las especies, vivas y por venir, está vitalmente entrelazada en relaciones de interdependencia, y que el Antropoceno nos obliga a reconocernos como seres en ella.
Del mismo modo, se llama a reconocer el valor intrínseco y no instrumental, de la diversidad de especies que componen a este sistema, y a celebrar la diferencia entre saberes, identidades y conocimientos.
"Apostamos por la capacidad de los cambios planetarios para crear nuevas relaciones y posibilidades, para abrir horizontes de acción más integrales, para cuajar nuevas instituciones políticas y sociales, para refundar la práctica científica y nuestro habitar cotidiano. Este manifiesto no es para sollozar por lo destruido o para empantanarnos en la melancolía: es para crear y para hacerlo ya", se describe.
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Claudio Latorre.[/caption]
El Manifiesto explica que el cambio en las condiciones de la biósfera -sistema formado por el conjunto de seres vivos- sería fruto del colonialismo, el capitalismo y la sociedad de consumo, escenarios que habrían otorgado un carácter insostenible a la agricultura, la industria y a nuestras ciudades.
"El Antropoceno indica un proceso a la escala del tiempo profundo en la historia de la Tierra, más allá de transformaciones ecosistémicas puntuales. En último término, esta era indica la posible extinción de las condiciones biosféricas que posibilitan la vida humana sobre la Tierra", señala el documento.
Bajo ese panorama transversal, el Manifiesto explica que esta nueva época, ha generado un intenso debate no sólo en las ciencias de la tierra, sino también en las ciencias sociales, humanidades y artes, con el fin de repensar la relación entre naturaleza y sociedad, la co-habitación entre humanos y procesos biofísicos, y el tipo de conocimientos y saberes que se requieren para entender y afrontar el cambio planetario.
Según Latorre, el Antropoceno no tendrá los mismos efectos en todo el planeta, ni dentro del país: "Chile lo experimentará de manera específica y tenemos que saber cómo, dónde y por quiénes será vivido, para diseñar políticas públicas que sean de verdad efectivas y que se sostengan en el tiempo".
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