Las últimas lluvias pusieron de manifiesto el riesgo: varios deslizamientos de tierra, rocas y socavones pusieron en alerta una vez más a los vecinos y vecinas de Viña del Mar del peligro de derrumbes en las laderas de los cerros y quebradas, a lo que se sumaron filtraciones en muchas viviendas de emergencia, debido a los incendios forestales de febrero pasado.
Aunque se trata de un impacto menos evidente de los incendios, este factor representa un riesgo adicional para las familias que se encuentran enfrentando un complejo proceso de reconstrucción, el cual debido a su envergadura, tardará varios años en finalizar. Y ahora, un estudio realizado por Centro de Investigación para la Gestión Integrada del Riesgo de Desastres (Cigiden) y el Centro UC Observatorio de la Costa señala que el fuego afectó las laderas de los cerros, aumentando el peligro de derrumbes.
Científicos alertan de nuevo fenómeno que está aumentando peligro de derrumbes en cerros de Viña del Mar
Tras una primera investigación realizada en plena fase de emergencia durante febrero, el grupo de investigadores regresó a las áreas más afectadas por los incendios en la comuna de Viña del Mar. Durante cuatro días, recorrieron Villa Independencia, Achupallas, El Olivar y el campamento Manuel Bustos, con el propósito de monitorear la dinámica de las laderas y establecer cuál es el grado de peligro de derrumbes como consecuencia de los incendios, así como también, evaluar los principales avances y dificultades que ha experimentado el proceso de reconstrucción.
Según estableció la investigación, la susceptibilidad a remociones en masa o derrumbes en el área afectada aumentó debido al fuego, pasando de una susceptibilidad media, a una susceptibilidad alta tras los siniestros. Los datos obtenidos indican que el 45,8% de la superficie total presenta predisposición a remociones en masa, las que pueden consistir en deslizamientos, flujos y desprendimientos.
“Esto provoca que las laderas y quebradas locales tengan mayor sensibilidad ante alteraciones antrópicas y eventos de lluvias concentradas, como las ocurridas durante el mes de mayo de este año. Se determinó que umbrales de precipitación de 20 mm concentrados en 3 horas pueden activar procesos hidrogeomorfológicos, para lo cual se requiere de monitoreo continuo”, indica la investigación.
Problemas en la reconstrucción
La investigación también determinó el grado de avance en el proceso de reconstrucción. Los nuevos datos indican que del total de 3.931 edificaciones que resultaron afectadas según estableció en el primer informe, al momento de la nueva investigación a comienzos de abril se contabilizaban 1.527 viviendas construidas o en proceso de reconstrucción, lo que equivale a un avance de 38,38%.
Sin embargo, el estudio también constata una serie de cambios que pueden dificultar escenarios futuros donde se requiera evacuación, tal y como ocurrió en febrero. “Se detectaron modificaciones, como una serie de cambios en la ubicación de las viviendas respecto del lugar en el que se encontraban antes de los incendios, subdivisión de hogares que anteriormente pertenecían a una sola vivienda, viviendas autoconstruidas más grandes, viviendas que se vuelven a construir en zonas de riesgo como pendientes o quebradas.
Esto último afectará los próximos escenarios de evacuación, lo cual es prioritario evaluar de cara a futuros eventos, en especial la conectividad vial local.
Los resultados de la investigación fueron entregados este lunes en la Municipalidad de Viña del Mar a la alcaldesa Macarena Ripamonti, información que será clave para la toma de decisiones y para generar planes de prevención que mejoren la respuesta ante incendios de interfase urbano rural en la comuna.
Carolina Martínez, directora del Centro UC Observatorio de la Costa e investigadora principal de Cigiden, señala que “la fase de rehabilitación y reconstrucción es clave para generar una mayor resiliencia ante desastres en los sectores afectados por los mega incendios de Viña del Mar”.