El centro chileno de terapias avanzadas IMPACT y el laboratorio Bioprel, ambos de la Universidad de los Andes, desarrollan un biomaterial, fabricado en base a un derivado ingenierizado del colágeno de la piel de los salmones, para reparar lesiones óseas y de cartílagos.
La “biotinta” ya ha sido patentada en Chile, Estados Unidos y Europa y ya dio un paso más al fabricarse, bajo estándares de Buenas Prácticas de Manufacturas clínica en un laboratorio europeo.
El proyecto busca que este biomaterial pueda inyectarse, a través de un procedimiento artroscópico y un dispositivo médico, también desarrollado por el centro de investigación, y restaurar lesiones óseas o de cartílago en los pacientes que sufren de patologías articulares. Esto permitiría una recuperación más rápida, eficaz y duradera, a través de una intervención menos invasiva.
“Hoy lo que se hace es realizar cirugías para, por ejemplo, remover el tejido del cartílago dañado, lo que no es una solución definitiva. Otras opciones requieren de cirugías abiertas e invasivas y las restauraciones de las lesiones no son adecuadas ya que vuelve a progresar los daños en el tejido. Inyectar este biomaterial y restaurar las lesiones mediante un proceso de bioimpresión 3D intraarticular permitiría recuperar su función, regenerar el tejido y lograr una solución más definitiva”, sostiene Juan Pablo Acevedo, científico que lidera el equipo que trabaja en el proyecto.
Destaca también el científico que el uso de este biomaterial derivado de un colágeno evolutivamente adaptado a bajas temperaturas fue la clave de este avance tecnológico, y que también está siendo explorado en otras aplicaciones biotecnológicas de importante valor para el área médica.
Según anunció, el producto ya ha sido probado en laboratorio, con resultados prometedores.