Los antibióticos son uno de los medicamentos más importantes que se han descubierto, generando un punto de inflexión en la historia de las enfermedades infecciosas. Pero hoy en día, las bacterias se han vuelto resistentes a muchos de los medicamentos actuales debido al uso frecuente o inadecuado de estos.
Esta resistencia a los antibióticos ha desarrollado bacterias más fuertes, incapaces de ser tratadas por los antibióticos más potentes que actualmente existen, abriendo una ventana a infecciones que pueden resultar ser fatales, ya que no hay cómo tratarlas.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la resistencia a los antibióticos es una de las diez principales amenazas para la salud mundial. Un estudio de la Universidad de Washington reveló que en 2019, más de 1,2 millones de personas murieron en todo el mundo como consecuencia directa de infecciones a causa de la resistencia a los antibióticos. Lo que equivale a 3.500 fallecidos al día, número que podría aumentar en 2050.
Ante la gran necesidad de nuevas soluciones para combatir las bacterias resistentes y reducir el uso de antibióticos, un grupo de investigadores de la Universidad Tecnológica de Chalmers en Suecia (CTH por sus siglas en sueco), presentó a través de su estudio un nuevo material antibacteriano que puede usarse para el cuidado de heridas, directamente sobre implantes y otros dispositivos médicos.
“Nuestra innovación puede tener un doble impacto en la lucha contra la resistencia a los antibióticos. Se ha demostrado que el material es eficaz contra muchos tipos diferentes de bacterias, incluidas aquellas que son resistentes a los antibióticos, como el Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (MRSA), al mismo tiempo que tiene el potencial de prevenir infecciones y, por lo tanto, reducir la necesidad de antibióticos. “, dijo en un comunicado Martin Andersson, jefe de investigación del estudio y profesor del Departamento de Química e Ingeniería Química de Chalmers.
Se trata de un aerosol que consta de pequeñas partículas de hidrogel equipadas con un tipo de péptido que mata y se une a las bacterias de manera eficaz. La unión de los péptidos a las partículas proporciona un entorno protector y aumenta la estabilidad de los péptidos.
Anteriormente ya se había estudiado el potencial de los péptidos antimicrobianos como una alternativa viable para el tratamiento de infecciones bacterianas. Sin embargo, al entrar en contacto con fluidos corporales como la sangre perdía su potencia antibacteriana volviendo inactivo el péptido.
Es por esto que el hallazgo es una noticia positiva para el cuidado de la salud y podría convertirse en una herramienta eficaz para combatir la resistencia a los antibióticos.
Los investigadores ya habían mostrado cómo los péptidos se pueden usar para materiales para el cuidado de heridas, como apósitos para heridas. Ahora el material bactericida se utiliza en forma de spray para heridas y como recubrimiento en dispositivos médicos que se introducen en nuestro organismo.
“La sustancia de este spray para heridas no es tóxica en absoluto y no afecta a las células humanas. A diferencia de los aerosoles bactericidas existentes, no inhibe el proceso de curación del cuerpo. Los materiales, que simplemente se rocían sobre la herida, también pueden matar las bacterias en menos tiempo”, dijo Edvin Blomstrand, estudiante del doctorado industrial de la CTH y uno de los autores principales del artículo.
El spray para heridas es innovador, pues gracias a su formato, puede llegar a heridas profundas, a diferencia de los apósitos, y otras áreas abiertas del cuerpo donde pueden entrar bacterias.
Es flexible y útil para tratar y prevenir infecciones, sobre todo en los tratamientos en los que se insertan materiales como implantes y catéteres en el cuerpo. Según Chalmers, una de las principales fuentes de infección adquirida en el hospital proviene del uso de catéteres urinarios, por lo que el nuevo recubrimiento de los investigadores puede ser una herramienta eficaz para reducir este riesgo y prevenir infecciones.
“Una de las principales ventajas de este recubrimiento es que las bacterias mueren tan pronto como entran en contacto con la superficie. Otra es que se puede aplicar a productos existentes que ya se usan en el cuidado de la salud, por lo que no es necesario producir nuevos”, dijo Annija Stepulane, estudiante de doctorado en el Departamento de Química e Ingeniería Química de Chalmers y una de las principales autoras del artículo.
Un nuevo paso en la investigación contra la resistencia a los antibióticos que trae nuevos caminos de innovación en salud podrían frenar las numerosas muertes que ocurren al año. “La humanidad nunca ha tenido una esperanza de vida más alta que ahora”, dice el estudio.