A diferencia de otros virus, el virus del VIH tiene la capacidad de esconderse al interior de las células en distintos órganos. Esa es una de las razones por las que todavía no existe una cura definitiva para la enfermedad y los actuales tratamientos se enfocan en mantener la carga viral baja, es decir, que la presencia del virus en la sangre de las personas sea muy menor al punto de evitar su transmisión.
Sin embargo, una mujer sería la tercera persona en curarse del VIH, utilizando un nuevo método de trasplante que involucra la sangre del cordón umbilical que abre la posibilidad de curar a más personas de diversos orígenes raciales que antes, anunciaron científicos el martes.
La sangre del cordón umbilical está más disponible que las células madre adultas que normalmente se usan en los trasplantes de médula ósea, y no es necesario que coincidan tan estrechamente con el receptor. La mayoría de los donantes en los registros son de origen caucásico, por lo que permitir solo una compatibilidad parcial tiene el potencial de curar a docenas de estadounidenses que tienen tanto el VIH como el VIH y cáncer cada año, dijeron los científicos.
La mujer, que también tenía leucemia, recibió sangre del cordón umbilical para tratar su cáncer. Provino de un donante parcialmente compatible, en lugar de la práctica típica de encontrar un donante de médula ósea de raza y etnia similar a la del paciente. También recibió sangre de un pariente cercano para darle a su cuerpo defensas inmunológicas temporales mientras duraba el trasplante.
Los investigadores presentaron algunos de los detalles del nuevo caso el martes en la Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas en Denver, Colorado.
Paso importante
El sexo y los antecedentes raciales del nuevo caso marcan un importante paso adelante en el desarrollo de una cura para el VIH, dijeron los investigadores.
“El hecho de que sea mestiza y que sea mujer es muy importante desde el punto de vista científico y muy importante en términos del impacto en la comunidad”, dijo el Dr. Steven Deeks, experto en sida de la Universidad de California en San Francisco, que no era involucrados en el trabajo.
Infección se cree que progresa de manera diferente en mujeres que en hombres, pero mientras que las mujeres representan más de la mitad de los casos de VIH en el mundo, representan solo el 11% de los participantes en los ensayos de cura.
Pero el Dr. Deeks dijo que no veía que el nuevo enfoque se volviera común. “Estas son historias que brindan inspiración al campo y quizás el mapa de ruta”, dijo.
Los poderosos medicamentos antirretrovirales pueden controlar el VIH, pero una cura es clave para poner fin a la pandemia de décadas. En todo el mundo, casi 38 millones de personas viven con VIH y alrededor del 73% de ellas están recibiendo tratamiento.
Los otros pacientes
“Erradicar” completamente del cuerpo es una tarea difícil, por eso hasta la fecha solo lo han logrado dos personas: Timothy Brown (“el paciente de Berlín) que recibió un trasplante de médula para tratar su leucemia, se curó del VIH y falleció en septiembre del año pasado debido a una recaída de su leucemia y Adam Castillejo (”el paciente de Londres) que también recibió un trasplante de médula y que ya lleva tres años curado del VIH.
Pero también hay casos en los que pacientes han logrado controlar el virus y hacer que sea indetectable en los exámenes de sangre que se le practican: son los llamados controladores de elite y post controladores. Los primeros, logran controlar el virus de manera natural (sin tratamiento) y los segundos, lo hacen luego de abandonar el tratamiento.
La doctora Isabel Cassetti, infectóloga de Helios Salud (el mayor centro ambulatorio infectológico especializado en VIH y hepatitis de Argentina) conoce de cerca a estos pacientes ya que en febrero de este año, se hizo conocida el caso de una mujer de 56 años, que luego de abandonar el tratamiento con antirretrovirales logró mantener el virus a raya.
“Hablar de la ‘cura’ del VIH es un concepto muy amplio. Hay dos tipos de cura: la de esterilización o erradicación que implica que no hay virus VIH ni en las células ni en la sangre como los pacientes que recibieron trasplante de médula y la cura funcional o remisión viral prolongada que son casos en los que no se encuentra virus en la sangre, pero podría quedar virus integrados a la célula no se encuentra virus. En estos casos, ese virus integrado, podría reactivarse en algún momento, pero también podría permanecer ahí sin cambios”, dijo la especialista en una nota de Qué Pasa.
Se estima que los controladores de elite, representan menos del 1% de la población con VIH, mientras que aquellos considerados post controladores, representarían entre el 5 y el 15%. “Los controladores de elite, lo controlan solo, su propio sistema inmune hace que sus células CD4 permanezcan estables y sin rastros de virus en sangre. Los post controladores, son personas que se trataron, suspendieron su tratamiento pero siguen con sus cargas virales no detectables en la sangre. En ambos casos, potencialmente el virus podría reactivarse y volver, pero no sabemos con qué frecuencia. Podía incluso, no volver nunca” señaló.