Científicos más cerca de la cura para la calvicie: descubren cómo estimular el crecimiento del cabello
Los científicos han descubierto una proteína que ayuda a que crezcan pelos largos y fuertes a partir de lunares en nuestra piel.
Un equipo de investigación dirigido por la Universidad de California, Irvine, identificó el proceso por el cual las células productoras de pigmento envejecidas o senescentes en la piel provocan un crecimiento significativo del vello dentro de los lunares de la piel, llamados nevos. El descubrimiento puede ofrecer una hoja de ruta para una generación completamente nueva de terapias moleculares para la alopecia androgenética, una forma común de pérdida de cabello tanto en mujeres como en hombres.
El estudio, publicado en la revista Nature, describe el papel esencial que juegan la osteopontina y las moléculas CD44 en la activación del crecimiento del cabello dentro de los nevus de la piel pilosa. Estos nevus de la piel acumulan cantidades particularmente grandes de células de pigmento senescentes y, sin embargo, muestran un crecimiento de cabello muy robusto.
“Descubrimos que las células de pigmento senescentes producen grandes cantidades de una molécula de señalización específica llamada osteopontina, que hace que los folículos pilosos normalmente inactivos y diminutos activen sus células madre para un crecimiento robusto de pelos largos y gruesos”, dijo en un comunicado el autor principal, Maksim Plikus, profesor de Desarrollo y Biología Celular de la UCI. “Las células senescentes generalmente se consideran perjudiciales para la regeneración y se cree que impulsan el proceso de envejecimiento a medida que se acumulan en los tejidos de todo el cuerpo, pero nuestra investigación muestra claramente que la senescencia celular tiene un lado positivo”.
El mecanismo que permitió descubrir cómo estimular el crecimiento del cabello y que podría servir para curar la calvicie
El crecimiento de los folículos pilosos está bien regulado por la activación de células madre; estas células se dividen, lo que permite que los folículos produzcan cabello nuevo de manera cíclica. Después de cada episodio de crecimiento del cabello, hay un período de latencia, durante el cual las células madre del folículo permanecen inactivas hasta que comienza el próximo ciclo.
El estudio involucró modelos de ratones con manchas pigmentadas en la piel que tenían células madre pilosas hiperactivadas y mostraban un crecimiento acelerado del cabello, muy parecido a las observaciones clínicas documentadas en los nevos de la piel pilosa humana.
Un análisis más detallado de las células pigmentarias senescentes y las células madre pilosas cercanas reveló que las primeras producían altos niveles de una molécula de señalización llamada osteopontina, para la cual las células madre pilosas tenían una molécula receptora correspondiente llamada CD44. Tras la interacción molecular entre la osteopontina y el CD44, las células madre del cabello se activaron, lo que resultó en un fuerte crecimiento del cabello.
Para confirmar el papel principal de la osteopontina y CD44 en el proceso, se estudiaron modelos de ratón que carecían de cualquiera de estos genes; exhibieron un crecimiento del cabello significativamente más lento. El efecto de la osteopontina sobre el crecimiento del cabello también se ha confirmado a través de muestras de nevus de piel pilosa recolectadas de humanos.
“Nuestros hallazgos brindan información cualitativamente nueva sobre la relación entre las células senescentes y las propias células madre del tejido y revelan los efectos positivos de las células senescentes en las células madre del folículo piloso”, dijo el primer y coautor correspondiente Xiaojie Wang, especialista asociado de Biología Celular y del Desarrollo en UCI. “A medida que aprendemos más, esa información puede aprovecharse potencialmente para desarrollar nuevas terapias que se dirijan a las propiedades de las células senescentes y traten una amplia gama de trastornos regenerativos, incluida la pérdida de cabello común”.
El equipo de investigación incluyó a profesionales de la salud y académicos de EE.UU., China, Francia, Alemania, Corea, Japón y Taiwán.
“Además de la osteopontina y el CD44, estamos investigando más a fondo otras moléculas presentes en los nevus de la piel vellosa y su capacidad para inducir el crecimiento del cabello. Es probable que nuestra investigación continua identifique activadores potentes adicionales”, dijo Plikus.
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