Cuando faltan pocos días para terminar este año, son muchas las personas que ya están pensando en sus propósitos para el próximo 2019.
Para todos los que quieren hacer cambios y compromisos iniciando el nuevo año, la Organización Mundial de Salud (OMS) entregó cinco recomendaciones que se pueden adoptar como estilo de vida en 2019 y así lograr "una dieta sana y equilibrada" que solo entregará beneficios. "Lo que comemos y bebemos puede afectar la capacidad de nuestro cuerpo para combatir infecciones, así como la probabilidad de que desarrollemos problemas de salud en el futuro, como obesidad, enfermedades cardíacas, diabetes y diferentes tipos de cáncer", señala la OMS en un comunicado.
1. Dieta equilibrada, come una variedad de alimentos
Nuestros cuerpos son increíblemente complejos y, con la excepción de la leche materna para bebés, ningún alimento contiene todos los nutrientes que necesitamos para que funcionen de la mejor manera posible. Por lo tanto, nuestras dietas deben contener una amplia variedad de alimentos frescos y nutritivos para mantenernos fuertes.
Se recomienda comer una mezcla de alimentos básicos como trigo, maíz, arroz y papas con legumbres como lentejas y porotos, mucha fruta fresca y verduras, y alimentos de origen animal (carne, pescado, huevos y leche).
Elige alimentos integrales como maíz, mijo, avena, trigo y arroz integral sin procesar. ¿La razón? Son ricos en fibra y pueden ayudarlo a sentirse satisfecho por más tiempo.
Prefiere carnes magras. Prueba cocinar al vapor o hervir en lugar de freír alimentos.
2. Reduce la sal
Demasiada sal puede elevar la presión arterial, que es un factor de riesgo importante para las enfermedades cardíacas y los accidentes cerebrovasculares. La mayoría de las personas en todo el mundo consumen demasiada sal: en promedio, consumimos el doble del límite recomendado por la OMS de 5 gramos (equivalente a una cucharadita) por día.
Incluso si no agregamos sal a nuestros alimentos, debemos ser conscientes que los alimentos o bebidas procesadas ya contienen altas cantidades de sal.
En la práctica: al cocinar usa sal con moderación, reduce el uso de salsas y condimentos salados (salsa de soya, caldos concentrados). Tampoco dejes un salero sobre la mesa ni agregues sal a la comida que ya está servida solo por costumbre. Revisa las etiquetas de los alimentos y busca productos con menos contenido de sodio.
3. Reduce el uso de ciertas grasas y aceites
Todos necesitamos algo de grasa en nuestra dieta, pero comer demasiado, especialmente los tipos equivocados, aumenta los riesgos de obesidad, enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular.
Las grasas trans producidas industrialmente son las más peligrosas para la salud. Se ha encontrado que una dieta alta en este tipo de grasa aumenta el riesgo de enfermedad cardíaca en casi un 30%.
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Frituras[/caption]
Para reducir su consumo, reemplaza mantequilla y manteca por aceites más saludables como soya, canola, maíz y maravilla.
Prefiere carnes blancas como pollo y pescado. Limita el consumo de carnes procesadas.
También revisa las etiquetas y evita todos los alimentos procesados y fritos que contengan grasas trans producidas industrialmente.
4. Limita el consumo de azúcar
Demasiado azúcar no solo es malo para nuestros dientes, sino que aumenta el riesgo de aumento de peso y obesidad, lo que puede llevar a problemas de salud crónicos y graves.
Al igual que con la sal, es importante tomar nota de la cantidad de azúcares "ocultos" que pueden encontrarse en los alimentos y bebidas procesados. Por ejemplo, ¡una sola lata de bebida puede contener hasta 10 cucharaditas de azúcar agregada!
¿Cómo reducir la ingesta? Limita el consumo de dulces y bebidas azucaradas (gaseosas, jugos de frutas, jugos concentrados líquidos y en polvo, bebidas energéticas y deportivas, té y café listos para tomar).
Evita dar alimentos azucarados a los niños. Sal y azúcar no deben agregarse a los alimentos de los niños menores de 2 años.
5. Evita el consumo de alcohol peligroso y dañino
Según la OMS no existe un nivel seguro de consumo de alcohol, incluso niveles bajos de consumo de alcohol pueden estar asociados con riesgos significativos para la salud.
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Alcohol[/caption]
"El alcohol no es parte de una dieta saludable, pero en muchas culturas, las celebraciones de Año Nuevo están asociadas con el consumo excesivo de alcohol. En general, beber demasiado, o con demasiada frecuencia, aumenta su riesgo inmediato de lesión, además de causar efectos a largo plazo como daño hepático, cáncer, enfermedad cardíaca y enfermedad mental", dice la OMS.