A nivel mundial, las investigaciones realizadas muestran que una gran cantidad de casos de gripe española que surgió en 1918, así como lo observado con nuevos virus influenza (como 2009), generaron en la población una importante tasa de coinfecciones. Es decir personas que se contagiaron con alguno de estos virus, pero que mientras cursaban esta infección, y tuvieron contacto con otro patógeno como un virus, hongo o bacteria, se infectaron también con él.
En el caso de las coinfecciones bacterianas y tomando en cuenta como base los datos de las infecciones de la gripe española y también las cifras generadas por la influenza, éstas registran tasas que han variado entre un 5% hasta 65%. Es por esta razón que la Universidad de La Frontera y la investigadora Dra. Isabel Iturrieta, perteneciente al Centro de Excelencia en Medicina Traslacional (CEMT), iniciaron una investigación sobre la presencia de hongos y bacterias en pacientes que habían desarrollado coinfecciones, es decir, pacientes que se habían contagiado con el virus Sars-CoV-2 y que mientras estaban enfermos de Covid-19, se contagiaron también con algún hongo o bacteria.
¿Qué han encontrado? Los primeros resultados han comenzado a revelar la existencia de coinfecciones pulmonares por bacterias y hongos, con tasas de incidencias que están aún bajo estudio. En países de Europa y China, donde comenzaron los estudios, se han detectado tasas que alcanzan hasta un 30% de la población infectada con Covid -19.
Las infecciones por hongos son un tema de investigación que no se le había prestado mucha importancia hasta que surgió el VIH y se incrementaron los pacientes inmunocomprometidos y trasplantados. “Ahí se le empezó a dar un poco de más importancia al tema de los hongos pero hasta que no partió con estos factores de riesgo, era muy poco estudiado” señala Iturrieta. “De hecho en Chile no hay ningún estudio al respecto que hable de las coinfecciones en un paciente Covid”.
Esta coinfección de la que habla el estudio, se da en pacientes Covid que desarrollan neumonía grave y que conlleva diversas causas dependiendo del paciente. De acuerdo a la investigadora de UFRO, esta es una infección asociada a Covid-19 que puede ser desarrollada a nivel pulmonar o en otro sitio, lo que aumenta la morbilidad de los pacientes y mortalidad de los mismos, puesto que la persona estará no solo desarrollando la infección por el coronavirus sino también por otros microorganismos aumentando el deterioro pulmonar.
Por eso es que producto de la pandemia de coronavirus, se puso especial cuidado en este fenómeno, y se empezó a idear este proyecto que se está llevando a cabo en colaboración con el hospital regional de la Araucanía, Dr. Hernán Henríquez Aravena y actualmente “ya contamos con la autorización por parte del comité de ética, así que estamos comenzando a desarrollar los primeros análisis” cuenta la investigadora.
Además, esperan que este estudio demuestre en qué porcentaje se está desarrollando estas infecciones en pacientes Covid, algo que no se ha hecho anteriormente en el país.
¿Qué es un hongo?
La investigadora explica que los hongos en general, pueden ser macroscópicos o microscópicos. En el caso de los pacientes Covid, los que causan coinfección son hongos microscópicos de donde surgen dos grandes grupos (levaduriformes y los filamentosos), y que además, pueden ser agentes de neumonía, entonces el paciente Covid ya está desarrollando un cuadro de neumonía y a esto se le suma otro microorganismo que genera un gran deterioro pulmonar.
Pero en términos generales normalmente los hongos levaduriformes que generan estas infecciones, son parte de nuestra flora normal. “De hecho, nosotros tenemos hongos como parte de la flora de la piel y las mucosas, principalmente del género Cándida, el cual, dentro de los hongos levaduriformes, es el que con mayor frecuencia causa infección” explica la investigadora.
Pero ¿por qué forman infecciones si forman parte de nuestra flora? Lo hacen porque son microorganismos que son oportunistas, es decir, cuando encuentran las condiciones favorables para ellos de comenzar a invadir el tejido, comienzan a hacerlo. Entonces eso es lo que pasa con los pacientes con coronavirus. Tienen tantas complicaciones, deterioro pulmonar, y depresión de su sistema inmune producto de los tratamientos que se les administra, que al llegar otros microorganismos al pulmón puede generarse una infección.
Los otros hongos son los filamentosos y esos sí son microorganismos que nosotros adquirimos de manera externa, están presentes en el aire, en el agua, en alimentos y en materia orgánica en descomposición. Por lo que constantemente estamos inhalando las esporas.
En un paciente normal estos hongos no generan infección, pero si son pacientes inmunodeprimidos, pacientes con VIH, pacientes trasplantados que tienen su sistema inmune tan deprimido, sí pueden hacerlo. “Entonces llegan al área pulmonar y si la respuesta inmune del paciente en este caso no consigue contrarrestar la llegada de estos microorganismos, entonces ellos empiezan a invadir y generan el cuadro infeccioso” cuenta Iturrieta.
En cuanto a la tasa de mortalidad por coinfecciones, Aspergillus, uno de los hongos filamentosos, que con mayor frecuencia se detecta, puede presentar una tasa de mortalidad bastante alta, que va de hasta un 40% cuando los pacientes reciben un tratamiento antifúngico y si no hay tratamiento puede llegar hasta el 90%.
Causas de la coinfección por hongos
El deterioro pulmonar que presentan los pacientes producto de la infección viral del coronavirus, es una de las principales causas, ya que a replicación del coronavirus a nivel pulmonar genera un escenario propicio para los hongos y bacterias.
“Cabe reiterar que los hongos están presentes continuamente en el medio ambiente, los respiramos, pero si tenemos un sistema inmune adecuado no nos generarán infecciones. La situación se complica y se está dando mayormente en pacientes inmunocomprometidos, trasplantados, con tratamientos con corticoides, y también, en pacientes con coronavirus que desarrollan neumonía grave” señala Iturrieta.
El uso de corticoides también ayuda a la coinfección. Y es que los pacientes graves con Sars-CoV-2 reciben como parte de terapia, este tipo de medicamentos lo que genera depresión del sistema inmune facilitando las infecciones por otros microorganismos.
“Estos generan inmunodepresión en los pacientes y por lo tanto no van a responder de forma adecuada frente a la llegada de otros microorganismos” explica la especialista.
Las hospitalizaciones prolongadas, también contribuyen. El paciente que está internado en un recinto asistencial, está expuesto a diferentes procedimientos invasivos, catéter, intubación, ventilación mecánica, situaciones que son propicias para el ingreso de microorganismos de manera externa.
Dentro de las publicaciones internacionales, respecto a las infecciones tras hospitalizaciones prolongadas por coronavirus, los principales afectados por hongos son la población mayor de 65 años, en los que aumenta la morbilidad y mortalidad de los mismos.
La intubación para permitir la ventilación mecánica, también es un riesgo. Este tipo de pacientes, son los que han presentado alto riesgo de desarrollar una coinfección porque pueden estar expuestos a microaspiraciones, que permite el paso de secreciones del tracto respiratorio superior al inferior que puede llevar bacterias y hongos a los pulmones y desde ahí a otros órganos.
La ventilación mecánica “es un riesgo para desarrollar una coinfección, tanto por bacterias como por hongos, porque como estos pacientes están intubados por tiempos prolongados, llega un momento en que el tubo endotraqueal puede comenzar a ser colonizado por microorganismos propios que están en la vía aérea superior, o que son inhalados desde el ambiente externo” señala la investigadora.
Cuando aumenta la proteína interleucina-6, también crece la posibilidad de desarrollar una co-infección por hongos. Esta desencadena la tormenta de citoquinas que llevan a un estado proinflamatorio, el cual provoca el agotamiento de linfocitos T, que son las principales líneas de defensa frente a infecciones por hongos.
Cabe mencionar, que esta proteína es “una citoquina producida por macrófagos que induce una respuesta proinflamatoria y que a menudo se encuentra elevada en pacientes con Covid-19″ según se explica en una editorial de The New England Journal of Medicine.
La última causa, son las comorbilidades presentes en estos pacientes, como las que se aprecian en edad avanzada, obesidad, enfermedades renales, cardiacas, diabetes mellitus, y que pueden llevar a la posibilidad de coinfección. Por eso, aunque estas coinfecciones se pueden dar en pacientes de todas las edades, los más propensos son los mayores de 60 años por todas sus enfermedades asociadas.