Columna de la Dra. Cristina Caamaño: Salud mental y vacaciones con niños
Las vacaciones son un momento muy esperado para todas las familias en general. La planificación de éstas, incluyen panoramas diversos y entretenidos para niños, sin embargo, es necesario entregar recomendaciones para que tanto padres como madres puedan tener unas vacaciones descansadas, y así cuidar la salud mental y física, de adultos y niños.
En primer lugar, hay que tener en consideración que las vacaciones son un momento en que podemos flexibilizar algunas rutinas. Esto contribuirá a un ambiente de relajo y en evitar situaciones de estrés. Este tiempo libre nos permite tener instancias de distensión para recargar energías para el resto del año. Salir de lo cotidiano, descansar de la rutina laboral y también de las rutinas del hogar. Para esto, es importante comprender que ciertas “normas” habituales con las rutinas de nuestros hijos pueden sufrir alteraciones: la hora de ir a dormir, tiempo frente a una pantalla, tipos de comida, entre otros, sufrirán modificaciones y está bien. ¡Aprender a flexibilizar es fundamental para no terminar estresados!
Por otra parte, hay que tener en cuenta que salir con bebés o infantes menores de 3 años puede provocar cambios en lo planificado, atrasarnos o bien desistir de ellos por el clima o temperatura del día. Si se opta por salidas guiadas, es recomendable escoger horarios donde no sea muy temprano o de noche, ya que los niños podrían alterar su calidad y cantidad de sueño y así, afectar el estado de ánimo del grupo familiar.
Existen situaciones donde podrían enfrentarse a “berrinches” que muchas veces son incómodos, tanto para la familia como para las personas que los rodean. ¿Cómo enfrentar estos momentos? Las desregulaciones emocionales, o mal llamadas pataletas, es una respuesta de un niño frente a algún estímulo que le provoca cierta incomodidad emocional y que no puede expresar de manera adecuada. Si estas aparecen, es importante revisar qué puede estar pasando en el entorno en esta nueva realidad del niño, sobre todo si estamos visitando familiares, o lugares desconocidos, lejanos de casa, y modificando rutinas.
Conocer y reconocer a los hijos, es importante al momento de programar actividades. Si las rutinas de paseo están exigiendo que el niño no duerma sus siestas o se duerma más tarde de lo que necesita para reponerse, lógicamente que podría estar respondiendo con “rabietas”.
La prevención de enfermedades y accidentes también es un aspecto a tener en cuenta. En época estival, las altas temperaturas, los viajes y el mayor tiempo al aire libre, generan enfermedades características del verano. Las patologías gastrointestinales son por lejos las más frecuentes, provocadas por agentes infecciosos que proliferan con el calor. Así como también, aparecen infecciones al oído, conjuntivitis, quemaduras solares y alergias.
Debemos tener en cuenta, a la hora de escoger el sitio donde alojaremos, un lugar donde haya acceso a salud (urgencias, hospitales, centro de salud) y llevar un botiquín básico para niños. Se debe considerar (entre otros): termómetro, antipiréticos según edad y prescripción, probióticos en caso de diarrea, antiséptico para heridas, fotoprotector y antialérgico”.
¿Cuándo es recomendable acudir a algún centro de salud en vacaciones?
Se debe estar atento y acudir a algún centro de salud cuando exista: fiebre persistente, rechazo alimentario, decaimiento excesivo, dificultad respiratoria. El estado general mandatorio en los niños, por lo que ver un niño que no juega, no ingiere líquidos y se ve muy somnoliento, son algunas de las razones para acudir a la urgencia más cercana.
*Pediatra de la clínica digital Dreamoms.
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