Columna de Marcela Cordero y Patricia Estay: “Ley TEA, aún quedan desafíos pendientes”
El Trastorno del Espectro Autista (TEA) afecta el neurodesarrollo de las personas, principalmente en sus ámbitos cognitivos, sociales, motrices y comunicativos, que, dependiendo de su severidad y las necesidades de apoyo, se manifiesta en 3 niveles distintos.
De esta manera, la persona TEA siempre requerirá de atención médica, social y educativa, que debe materializarse a lo largo de toda su vida, tal como lo reconoce la recién aprobada Ley de Autismo, anhelada normativa que establece la inclusión, la atención integral y la protección de los derechos de las personas con Trastorno del Espectro Autista.
Actualmente, las personas TEA nivel 1 asisten a establecimientos regulares con el Programa de Integración Escolar (PIE). Como Universidad Santo Tomás, creemos que este programa debe fortalecerse ofreciendo más cupos y mejorando la atención de cada niño/a o adolescente en los colegios. Por otra parte, no basta con atención sólo durante la educación básica, sino también durante la enseñanza media y profesional.
Con respecto a las personas TEA nivel 2 y 3, que asisten a Escuelas Especiales, la situación es más compleja, dado que hasta hace algunos años contaban con una Ley de atención específica que promovía actividades para la vida diaria, pero que actualmente no rige puesto que las Escuelas Especiales están supeditadas al Currículum Nacional, que no siempre considera la diversidad.
Asimismo, la oferta educacional para las personas TEA no verbales y con severidad, por ejemplo, se materializa en “Talleres Laborales”, cuya meta es capacitar a los adolescentes y adultos para la vida laboral, quienes muchas veces requieren de ayuda para ir al baño y comer. Por ello, la discapacidad, entendida como la necesidad de apoyo, se hace más evidente.
En ese sentido, en la UST hemos organizado coloquios con diversas agrupaciones dedicadas al TEA. En todas ellas, a pesar de observarse diferencias en cuanto a lo que se entiende por autismo, se declara que la atención médica, terapéutica y educativa son fundamentales, además de la necesidad de actuar en forma sincronizada.
Si bien la Ley es un avance, se necesita impulsar una política específica que aborde la discapacidad en relación con el TEA en escuelas especiales, así como la necesidad de contar con equipos multidisciplinarios en escuelas regulares.
Como Carrera de Educación Diferencial estamos comprometidos en ser un aporte para eliminar las barreras que enfrenta la población en situación de discapacidad, considerando siempre a las familias y sus aportes.
*Marcela Cordero Villarroel, Coordinadora de Lenguaje UST Viña del Mar y Presidenta de Autismo Severo Chile.
*Patricia Estay Mena, Jefa de Carrera Educación Diferencial UST Santiago.
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