El aumento al 1% del PIB en inversión nacional en ciencia, tecnología, conocimiento e innovación (CTCI) es uno de los debates que se han iniciado a nivel nacional, al menos, desde las comunidades académicas. Sin embargo, cabe preguntarse ¿Cuál es el desafío de este aumento presupuestario para las instituciones que se desempeñan en la materia?
Y es que resulta indiscutible la necesidad nacional de potenciar y robustecer el sistema de CTCI, pero ello impone un desafío principalmente para las universidades que, en Chile, son las principales entidades que se dedican al desarrollo de estas actividades.
Por un lado, podemos encontrar la necesidad urgente de una adaptación en las propias capacidades de gestión interna de las instituciones, y por otro, la precisión de una novedosa y amplia interacción con el Estado y la industria, que permita hacer un correcto uso del aumento de recursos económicos.
Para ello, se requiere de una gestión interinstitucional que sea autocrítica y que facilite los procesos administrativos para garantizar la eficiencia presupuestaria y que, al mismo tiempo, permita de manera efectiva la solución de los problemas que la sociedad demanda. Lo anterior, por supuesto, debe ser con una absoluta transparencia y evidenciando el impacto de este avance sobre el desarrollo sostenible e integral del país.
En otras palabras, como instituciones que desarrollan CTCI no podemos quedarnos únicamente en la exigencia de más recursos que por supuesto son muy necesarios, sino que debemos trabajar colaborativamente para aportar en este debate con medidas y herramientas que nos permitan modernizar y potenciar nuestras capacidades a los nuevos escenarios.
Lo anterior, también debe contemplar una adaptación recíproca, en donde el Estado también emplee acciones de vinculación y adecuación que se vea reflejada en la fluidez de los procesos administrativos, considerando la diversidad de realidades existentes a lo largo de nuestro país, para que sea un proceso de crecimiento justo y equitativo.
En el caso de la Universidad de Chile, contamos con una recientemente aprobada Política de Investigación, Creación Artística e Innovación, sobre la cual estamos trabajando actualmente para contar con un diseño institucional que nos permita dar respuesta al desafío de gestión, así como también, aportar en ello a nivel nacional. Lo anterior, pues como institución de carácter público, no solo tenemos un deber con el país, sino que también, ponemos a disposición nuestras experiencias y conocimientos, para que juntas y juntos avancemos.
*Director de Investigación de la Universidad de Chile