En Hanga vare vare, el sector donde se realizan las festividades más importantes de Rapa Nui, la gente se congregó para mirar hacia el cielo y ver cómo se forma un “anillo de fuego”, entre la penumbra momentánea. El eclipse solar anular de este 2 de octubre comenzó su paso por el territorio nacional, desde donde se pudo observar en distintas intensidades a lo largo y ancho del país.
Desde hace un par de días que Rapa Nui se repletó de turistas y curiosos que esperaban ver primero que todos y desde el punto más privilegiado este eclipse. El fenómeno partirá en la Polinesia, cerca de las islas de Samoa Americana, para luego trasladarse hacia el sureste, pasando por el territorio continental de Chile y Argentina.
Este eclipse solar anular permite ver su característico “Anillo de Fuego” en zonas donde alcanzó su máxima cruce entre la Luna y el Sol. El fenómeno es producto de la órbita elíptica de la Luna: cuando está más alejada de la Tierra, su tamaño aparente no es lo suficiente como para cubrir todo el disco solar. El resultado es una visión espectacular de un anillo luminoso que resalta en el cielo.
“Un efecto notorio durante un eclipse total es que mientras más cerca esté la Luna más larga es la duración de un eclipse”, dice José Utreras, astrónomo y encargado de Divulgación y Contenidos del Centro de Astrofísica y Tecnologías Afines (CATA).
Si bien, el eclipse será visible desde todo el territorio nacional, su máximo esplendor se podrá observar desde lugares como Rapa Nui y la Región de Aysén. También se podrá apreciar parcialmente desde otros puntos del país, ofreciendo una oportunidad única de conectar con el universo.
Desde Coyhaique, el astrónomo de la Fundación Chilena de Astronomía y asesor científico de Congreso Futuro, Juan Carlos Beamin, explica que la ubicación relativa entre el Sol, la Luna y la Tierra es clave para determinar en qué lugar se va a ver el eclipse, “puesto que la Luna orbita a la Tierra en un plano que está inclinado unos 5 grados con respecto al plano con que la Tierra orbita al Sol. Cada eclipse se da en posiciones ligeramente diferentes y por ello los lugares son diferentes para cada eclipse”, explica.
“Si usamos unos lentes que protejan contra el Sol idealmente diseñados para observar los eclipses vamos a ver que al sol le falta la mitad o más dependiendo de en qué parte de Chile nos encontremos”, agrega.
Las ciudades en las que mejor se verá el próximo gran eclipse solar en el país
Así, estas son las ciudades en que el eclipse se podrá ver y el porcentaje que el sol estará tapado según datos del CATA:
Chile ha sido afortunado en los últimos años, recibiendo la visita de varios eclipses solares, incluidos los totales en 2019 y 2020. Ahora, los habitantes y turistas del país tendrán la oportunidad de presenciar este eclipse anular, que, aunque no oscurecerá por completo el cielo, ofrecerá un espectáculo visual sin igual.
En la Isla de Rapa Nui, la Luna cubrirá el 87% del Sol a las 14.07, y la fase anular durará aproximadamente seis minutos. Esta pequeña isla polinésica, famosa por sus moáis, se prepara para recibir a turistas y científicos ansiosos por presenciar el fenómeno desde uno de los mejores puntos de observación en el planeta. Además de la observación del eclipse, Rapa Nui ofrece un entorno cultural y natural único, lo que la convierte en un destino ideal para quienes buscan una experiencia astronómica y turística combinada.
Otro lugar destacado para la observación será el sur de Chile, particularmente en la Región de Aysén, donde el eclipse alcanzará su fase anular a las 17.25, cubriendo el 84% del Sol. El Parque Nacional Laguna San Rafael, hogar de una de las mayores reservas de hielos del mundo, promete una vista espectacular del eclipse, con sus impresionantes paisajes de glaciares como telón de fondo. Para los aventureros, esta es una oportunidad perfecta para combinar el astroturismo con el ecoturismo, explorando los majestuosos glaciares mientras se espera el evento celestial.
En otras regiones de Chile, aunque el eclipse no será total, aún será posible disfrutar de una versión parcial del fenómeno. En Santiago, por ejemplo, la Luna cubrirá alrededor del 44% del Sol a las 17.25, el proceso comenzará pasadas las 16.00 para finalizar cerca de las 18.30. Si bien la capital no ofrecerá la misma magnitud que las zonas mencionadas, sigue siendo un evento digno de observar con las debidas precauciones y lentes con filtro solar.
Como en cada eclipse solar, es fundamental estar bien preparado para disfrutar del evento de manera segura. Es crucial utilizar lentes con filtro solar homologados, como los que se distribuyeron en los eclipses de 2019 y 2020, es decir certificados bajo la norma ISO 12312 y revisar que no estén rayados ni deteriorados. Para verificarlo, se puede usar la linterna del celular y al pasar la luz por el filtro de los lentes podremos ver si están en buen estado.
Nunca se debe mirar directamente al Sol sin la protección adecuada, ya que esto puede causar daños irreversibles en la vista. Además, los telescopios con filtros solares ofrecen una experiencia más cercana y detallada para los observadores.
“Si quieren usar un smartphone, al no ser un eclipse total deben usar un filtro número 14 o un filtro solar (como los que usan en las máscaras de soldador), de lo contrario pueden dañar los sensores de la cámara. Además es recomendable usar un trípode y desactivar el enfoque automático”, explica Utreras.
Sin embargo, el gran riesgo que enfrentarán tanto Rapa Nui como la región de Aysén es la nubosidad. “Ambos son lugares que tienen muchos días nublados a lo largo del año, y la posibilidad de ver el eclipse anular será casi como lanzar una moneda”, informa el astrónomo del CATA.
Para esta ocasión, se espera que las personas se desplacen a los puntos de mejor visibilidad, lo que plantea también una oportunidad para que las regiones de Rapa Nui y Aysén se preparen con actividades turísticas complementarias, como excursiones guiadas y charlas astronómicas.
Oportunidades científicas de los eclipses
Desde el punto de vista científico, los eclipses solares entregan la oportunidad de investigar cosas como el comportamiento de la atmósfera ante la disminución de radiación solar o cómo cambia el comportamiento de algunos animales ante la baja de luminosidad y diferenciarlo de lo que ocurre durante eclipses totales donde se oscurece el cielo.
Aunque este eclipse una oportunidad más limitada para investigaciones, es un evento muy atractivo para astrónomos aficionados y para astrofotógrafos, además de ser una oportunidad de promover interés por la observación del cielo y la ciencia.
“Su mayor influencia es la relación que tiene la comunidad científica con las comunidades locales, ayudando a generar un interés en la ciudadanía por la ciencia, lo que a su vez puede afectar en el futuro en la cantidad de nuevos científicos y el financiamiento que se dé a la investigación científica, pero todo dependerá si es que los científicos aprovechamos esta oportunidad para comunicar lo que hemos aprendido del cosmos”, comenta Utreras.
Por otro lado, un grupo del Centro de Investigación Oceanográfica en el Pacífico-Sur Oriental (COPAS) se encuentra estudiando cómo el eclipse modifica el comportamiento del ecosistema marino durante su paso. “Es una pregunta que siempre se hace y nunca se había estudiado antes”, manifestó la directora de dicho grupo científico, Camila Fernández.