La adicción a los alimentos ultraprocesados (UPF por sus siglas en inglés) se ha convertido en un problema de salud pública y en una creciente preocupación en la sociedad contemporánea. Estos productos, caracterizados por su alto contenido en grasas saturadas, azúcares añadidos y aditivos, han inundado los estantes de los supermercados y las cartas de los restaurantes de comida rápida, generando una adicción que va más allá de una simple preferencia por su sabor.
Ello a su vez ha disparado los niveles de obesidad, que va de la mano con el alto consumo de alimentos ultraprocesados. Chile es uno de los países más afectados por esta crisis de salud en América Latina y presenta las tasas más altas de obesidad. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 28% de los adultos y el 14% de los adolescentes en Chile vivían con obesidad en 2016, y se estima que estas cifras aumentarán a 36% y 17%, respectivamente para 2030.
Un nuevo estudio elaborado por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer de la OMS y la Universidad de Viena examinó el consumo de alimentos ultraprocesados y la multimorbilidad o la coexistencia de dos o más enfermedades crónicas como el cáncer, las enfermedades cardíacas y la diabetes tipo 2.
Los UPF se definen en el informe como productos fabricados industrialmente que comprenden componentes alimentarios deconstruidos y modificados recombinados con una variedad de aditivos. Por lo general, los UPF son cereales de desayuno envasados, galletas, productos cárnicos reconstituidos, fideos instantáneos y bebidas carbonatadas sin alcohol y/o endulzadas, producidos en masa.
Sus hallazgos muestran que comer UPF en grandes cantidades aumenta el riesgo de cáncer y de ser diagnosticado con multimorbilidad cardiometabólica (un grupo de enfermedades que incluyen la diabetes tipo 2, las enfermedades cardíacas y los accidentes cerebrovasculares). Sin embargo, también descubrieron que algunos alimentos ultraprocesados son buenos para la salud.
Los investigadores dijeron que “comer más alimentos ultraprocesados, en particular productos animales y bebidas endulzadas, se relacionó con un mayor riesgo de desarrollar cáncer junto con otra enfermedad como un derrame cerebral o diabetes”, dijo Helen Croker, subdirector de investigación y políticas del Fondo Internacional Mundial para la Investigación del Cáncer, que financió el estudio, en un comunicado.
Estudio de la OMS descubre que dos alimentos ultraprocesados pueden ser buenos para la salud
Pero el pan y los cereales en realidad reducen el riesgo de padecerlo, porque son una rica fuente de fibra a pesar de ser UPF, concluye el estudio. De hecho, varios de estos alimentos que antes se consideraban dañinos obtuvieron el visto bueno por los investigadores, como los dulces y postres, comidas preparadas, refrigerios salados y alternativas vegetales a los productos cárnicos. “No están asociados con el riesgo de multimorbilidad”, dijeron los autores.
Sin embargo, la conclusión de los investigadores sigue siendo la misma que respalda la ciencia: Los alimentos ultraprocesados dañan la salud humana y aumenta las probabilidades de que alguien que lo consume en gran cantidad sufra un evento potencialmente fatal, como un ataque cardíaco o un derrame cerebral. Pero detallan cuáles alimentos aumentan el riesgo y cuáles no.
“Nuestro estudio destaca la importancia de garantizar el acceso universal a alimentos frescos y menos procesados”, dijo en un comunicado la autora principal del estudio, Reynalda Córdova, estudiante de doctorado en la Escuela Doctoral de Ciencias Farmacéuticas, Nutricionales y del Deporte de Viena .
Algunos alimentos ultraprocesados podrían ser buenos para la salud
El estudio, publicado en la revista The Lancet, recopiló información dietética de 266.666 hombres y mujeres de siete países europeos (60% mujeres). Los participantes no padecían cáncer, enfermedades cardíacas ni diabetes tipo 2 en el momento del reclutamiento.
Mediante cuestionarios, se les pidió a las personas que recordaran su historial de alimentos y bebestibles durante los últimos 12 meses, los expertos clasificaron los alimentos según el sistema de clasificación de alimentos Nova, que contiene más de 11.000 productos alimenticios y va más allá de los nutrientes, también analiza cómo se elaboran los alimentos.
Los investigadores siguieron a los participantes durante 11 años dando como resultado que la ingesta media de UPF para hombres y mujeres fue de 413 g/día y 326 g/día respectivamente, lo que significa que el 34% de las calorías diarias de los hombre del estudio provenían de UPF y el 32% de las de una mujer.
El hallazgo fue que 4.461 participantes (39% mujeres) desarrollaron multimorbilidad por cáncer y enfermedades cardiometabólicas, como accidentes cerebrovasculares y diabetes. El análisis mostró que aquellas personas que consumían mayores cantidades de UPF tenían un 9% más de riesgo de sufrir dos enfermedades.
“Entre los subgrupos de la UPF, las asociaciones [con problemas de salud] fueron más notables para los productos de origen animal y las bebidas endulzadas artificialmente y con azúcar. Otros subgrupos, como los panes y cereales ultraprocesados y las alternativas de origen vegetal, no se asociaron con riesgo”, dijeron los autores.
Los investigadores dijeron que su estudio marca la diferencia entre los distintos grupos de alimentos ultraprocesados, enfatizando que “no es necesario evitar por completo los alimentos ultraprocesados; más bien, se debe limitar su consumo y dar preferencia a alimentos frescos o mínimamente procesados”, dijo Heinz Freisling, experto de la agencia de investigación del cáncer IARC de la Organización Mundial de la Salud quien participó en el estudio.
El informe destaca la magnitud del consumo de alimentos ultraprocesados que ha aumentado en todo el mundo y “representa hoy en día entre el 50% y el 60% de la ingesta energética diaria en algunos países de renta alta, y los países de renta media y baja están siguiendo su ejemplo”.
La recomendación para prevenir el cáncer es limitar los alimentos ultraprocesados con alto contenido en grasas, azúcares y almidones, así como evitar la carne procesada como hamburguesas y salchichas y comer muchas verduras, frutas, legumbres y cereales.