Un total de 297.437 estudiantes conocieron este lunes los resultados de la Prueba de Selección Universitaria (PSU), tras lo cual toda esta semana se está desarrollando el proceso de Postulación a las 41 casas de estudio suscritas al Sistema Único de Admisión (SUA).
Sin embargo, estos días siempre están acompañados de presión, estrés y otros factores que agregan más dificultades a la hora de tomar una decisión que responda a la vocación de los postulantes.
¿Se puede elegir una carrera, aunque mi familia esté en desacuerdo? Si estoy entre dos opciones, ¿cómo elegir? Existen cuatro tips que pueden orientarte:
1. Más que una decisión puntual, esto es un proceso
Un punto importante es tener claridad de que esto es parte de un proceso que comenzó hace años, puesto que los jóvenes ya tienen un bagaje o idea de estar evaluando hacia dónde ir, qué estudiar y cuáles son sus proyecciones. Por lo tanto, tienen que focalizarse en eso. Esto ayuda a bajar la ansiedad y no tomar una decisión apresurada.
2. Definir un área de interés
Si no hay una decisión tomada previamente sobre qué carrera estudiar, lo mejor es definir un área de interés, independiente de si nos fue bien o mal. Esto ayuda a acotar las posibles alternativas y sirve para ver mejor las opciones existentes.
3. Dos caminos, ¿cuál tomar?
Es angustiante pensar en que esta es una decisión de por vida. Por tanto, hay que verla como una elección que responde a quién soy en la actualidad. Ojalá se proyecte en el tiempo, pero esto debe estar conectado con lo actual”. En estas disyuntivas, se sugiere hacerse la pregunta más importante: ¿Cuál de estas carreras es la que me hace más feliz y me completa como persona.
4. Un consejo para los padres
En muchos casos, son las familias las que financian los estudios, por tanto la opinión de los padres tiene un peso considerable. Sin embargo, en ellos no recae la última palabra, ya que este es un proceso de los jóvenes. El rol de los adultos es brindar contención y seguridad emocional para que el estudiante pueda tomar la mejor decisión, pero también entregar la confianza por si es necesario cambiar en el camino, con la seguridad de que no va a decepcionar a su entorno.
* Carolina Moreno, Académica del Magíster en Psicología Educacional de la Universidad Mayor