Hace unas semanas, se anunció el cambio de fecha en la Prueba de Selección Universitaria o PSU, debido al contexto nacional. Habitualmente, se realiza en diciembre, pero en esta oportunidad se llevará a cabo el 6 y 7 de enero.

La PSU por sí sola genera mucho estrés, ya que tienen una gran tensión generada por las expectativas que tienen ellos y su entorno en relación a los resultados. Esto influye en los estudiantes, es por eso que deben tener contención y apoyo de la familia, con el fin de poder sobrellevar este momento.

Sin duda, esta PSU será muy distinta a otras. Esto lo deben tener presentes los alumnos y sus familias, ya que los estresores se potencian. Es por eso que lo más recomendable es ser flexibles al esperar los resultados y bajar las expectativas para que sean manejables.

El estrés, la ansiedad y el miedo se presentan de distinta manera en las personas, es por esto que es fundamental contar con una red de personas que los escuche abiertamente sobre sus dudas y emociones. Generar instancias para conversar promueve un buen diálogo donde los jóvenes, además de poder expresarse, se sentirán más aliviados al exponer sus sentimientos.

De todas maneras, también hay que estar atentos a algunas señales. Alteraciones en el sueño, en el apetito y en la rutina, podrían ser indicios de que algo más está pasando. En ese contexto, es fundamental que, en la medida de lo posible, los jóvenes realicen las actividades de siempre. También, hacer deporte, comer y dormir bien, ya que eso permitirá que se sientan activos y saludables.

Por otro lado, los estudiantes deben ser realistas con las expectativas, y se tienen que ajustar a ellas. Confiar en sus capacidades y resaltar sus habilidades es una buena manera de alentarlos en el proceso.

También es bueno tener un plan A, B y C. Manejar más de una alternativa siempre es positivo. Si bien se cierra el periodo escolar y es un momento único, hay que mirar esto como el inicio de una nueva etapa. Para eso es primordial que los padres y el círculo cercano les transmita seguridad y confianza, y no presiones o dudas.

 * Psicóloga de Clínica Universidad de los Andes