Betelgeuse, también llamada α Orionis o HIP 27989, es una estrella brillante del tipo supergigante roja. Ha sido un faro en el cielo nocturno para los observadores estelares. Pero comenzó a atenuarse a fines del año pasado.
Al momento de escribir, Betelgeuse tiene aproximadamente el 36% de su brillo normal, un cambio notable incluso a simple vista.
Los entusiastas de la astronomía y los científicos por igual esperaban con entusiasmo descubrir más acerca de esta atenuación sin precedentes.
Un equipo dirigido por Miguel Montargès, astrónomo de KU Leuven en Bélgica, ha estado observando la estrella con el Very Large Telescope de ESO desde diciembre, con el objetivo de comprender por qué se está volviendo más débil.
Entre las primeras observaciones que salieron de su campaña se encuentra una nueva y sorprendente imagen de la superficie de Betelgeuse, tomada a fines del año pasado con el instrumento SPHERE.
El equipo también observó a la estrella con SPHERE en enero de 2019, antes de que comenzara a oscurecerse, dándonos una imagen de antes y después de Betelgeuse.
Tomadas en luz visible, las imágenes resaltan los cambios que ocurren en la estrella tanto en brillo como en forma aparente.
Las nuevas e impresionantes imágenes de la superficie de la estrella muestran no solo la supergigante roja que se desvanece, sino también cómo está cambiando su forma aparente.
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Las plumas de polvo de Betelgeuse vistas por la imagen de VISIR.[/caption]
Muchos entusiastas de la astronomía se preguntaban si la atenuación de Betelgeuse significaba que estaba a punto de explotar. Como todas las supergigantes rojas, Betelgeuse algún día se convertirá en supernova, pero los astrónomos no creen que esto esté sucediendo ahora.
Tienen otras hipótesis para explicar qué está causando exactamente el cambio de forma y brillo visto en las imágenes de ESFERA. "Los dos escenarios en los que estamos trabajando son el enfriamiento de la superficie debido a la excepcional actividad estelar o la expulsión de polvo hacia nosotros", dice Montargès [1]. "Por supuesto, nuestro conocimiento de las supergigantes rojas sigue siendo incompleto, y esto sigue siendo un trabajo en progreso, por lo que aún puede ocurrir una sorpresa".
Montargès y su equipo necesitaban el VLT en el Cerro Paranal en Chile para estudiar la estrella, que está a más de 700 años luz de distancia, y reunir pistas sobre su oscurecimiento. "El Observatorio Paranal de ESO es una de las pocas instalaciones capaces de obtener imágenes de la superficie de Betelgeuse", dice. Los instrumentos en el VLT de ESO permiten observaciones desde lo visible hasta el infrarrojo medio, lo que significa que los astrónomos pueden ver tanto la superficie de Betelgeuse como el material a su alrededor. "Esta es la única forma en que podemos entender lo que le está sucediendo a la estrella".
Otra nueva imagen, obtenida con el instrumento VISIR en el VLT, muestra la luz infrarroja emitida por el polvo que rodea a Betelgeuse en diciembre de 2019.
Estas observaciones fueron hechas por un equipo dirigido por Pierre Kervella del Observatorio de París en Francia, quien explicó que la La longitud de onda de la imagen es similar a la detectada por las cámaras de calor. Las nubes de polvo, que se asemejan a las llamas en la imagen VISIR, se forman cuando la estrella arroja su material al espacio.