Con el objetivo de conocer cómo influyen las redes sociales (RRSS) en las personas, desde una perspectiva médica y biológica, la Comisión Desafíos del Futuro del Senado de Chile, junto con la Universidad de Columbia y el National Institute on Drug Abuse (NIDA) organizaron al simposio internacional “Impactos biológicos y médicos de las Redes Sociales” que se realizó este martes.
El senador Guido Girardi, presidente de la Comisión Desafíos del Futuro, estuvo a cargo de abrir y clausurar el encuentro que fue moderado por el neurocientífico español, Rafael Yuste, quien -junto al parlamentario chileno- es el principal impulsor de la inédita Ley de Neuroderechos que se tramita en nuestro país.
En su primera parte el seminario contó con la participación de Ofir Turel (Universidad del Estado de California); Aviv Weinstein (Universidad Ariel); Marc Potenza (Universidad de Yale) y Kara Bagot (Sistema de Salud Monte Sinaí).
En el bloque de la tarde, moderado por el Dr. Carlos Blanco, director del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA), participaron Mark Griffiths (Universidad de Nottingham Trent); Michael Rich (Universidad de Harvard, Escuela de Salud Pública T.H. Chan) y Dimitri Christakis (Centro de Salud, Comportamiento y Desarrollo Infantil).
Cohabitar el ciberespacio
El senador Girardi planteo que “vivimos una nueva era de la historia de la humanidad donde el mayor desafío es cambiar la forma de pensar (ya que) vamos a cohabitar en una doble dimensión, en el mudo real y en el ciberespacio”.
Por ello destacó la necesidad de “regular la influencia que las nuevas tecnologías tendrán en la evolución humana (…) y que, al igual que la energía nuclear puede ser usada para el bien o el fin de la humanidad”.
Agregó que “través de nuestros datos estas tecnologías nos pueden predecir, anticipar y modelar, porque en el siglo XXI los algoritmos son los motores evolutivos que producen la IA que es el instrumento más poderoso que ha producido la humanidad”.
Girardi afirmó que “somos rehenes de esta nueva realidad, y por eso que nos parece tan importante, poner por delante estas investigaciones para establecer si hay adicción a las RRSS y generar regulaciones que protejan nuestro cerebro de las neurotecnologías -que lo intervienen directamente- o de las plataformas que nos predicen a través de los datos y pueden terminar con nuestra libertad y autonomía”.
Para el senador esta regulación “debe tener un criterio precautorio, y son las empresas las que deben demostrar que no produce daño (…) es importante establecer que el uso de los mecanismos de refuerzo dopamínico -y el uso y pertenencia a las RRSS genera dopamina- genera adicción (…) y el problema es que esto se produce en medio de un crisis de los valores fundamentales de la humanidad -religioso, ideológicos, pertenencia a un estado nacional- lo que genera profunda incertidumbre y angustia existencial”.
Expertos internacionales
El profesor Ofir Turel, manifestó que es muy temprano para hablar de etapas de regulación, se necesita más investigación.
“Es posible que las personas puedan controlar su comportamiento, la mayoría de las veces, quizás no está la motivación de dejar el uso excesivo de las RRSS. Quedan preguntas importantes si es que estas conductas de uso excesivo ¿Sirven como puerta de entrada a otras adicciones? ¿Las redes sociales pueden generar un cambio en el sistema de recompensa? ¿Esto puede crear una necesidad constante de búsqueda de nuevas recompensas?”, indicó.
El profesor Aviv Weinstein especialista en adicción a Internet, compras compulsivas y adicción al ejercicio sugirió que el uso excesivo del smartphone causa problemas de salud mental y bienestar sicológico. “Hay comorbilidad entre su uso excesivo, la depresión, ansiedad, el trastorno excesivo compulsivo, la soledad, el estrés, el trabajo de la función cognitiva, la memoria de trabajo, el procesamiento numérico y la cognición social y problemas de comunicación e impulsividad”.
La siquiatra estadounidense Marc Potenza, manifestó que “necesitamos más evidencia de que lo que defines cómo adicción para las redes sociales, hay razones para estar preocupados El cómo se regulan el uso de las RRSS de acuerdo con la edad”.
La Dra. Kara Bagot, directora médica del Instituto de Adicciones del Monte Sinaí, señaló que “el 75% de niños entre 8 y 10 años tiene acceso a dispositivos móviles y exposición de 4,5 horas promedio (…) nos centramos mucho en los negativos potenciales pero hay muchos positivos potenciales, es un sistema de apoyo y las personas buscan apoyo en ellas, los chicos con cierto trastorno puedes usar las redes sociales para ayudar a su socialización (…) Hay grupos que son beneficiados desde las redes sociales y no necesariamente los afectan negativamente”.
Para el Dr. Mark Griffiths, “el uso de los sitios de RRSS producen una recompensa continua mejor autoeficacia y satisfacción emocional. Más tiempo en RRSS puede llevar a una dependencia sicológica y de vida. El uso predice significativamente las adicciones en internet según reveló un estudio de 2016 a 23 mil adultos noruegos y había uso una correlación del uso de RRSS y juegos de apuestas como también problemas y trastornos mentales. Nos dimos cuenta de que, a menor edad, mayor posibilidad de convertirse en un adicto a estas tecnologías.
Michael Rich, profesor de la Facultad de Medicina de Harvard señaló que “esto no se ve como una adicción es parecido a alimentarse de manera compulsiva. Cuando hay una privación, como se da en el trastorno alimentario, en que se dan estos atracones es impulsado por la ansiedad, trastornos del ánimo en vez de una necesidad real de ese recurso hay una pérdida de control continuo. La diferencia entre la adicción verdadera es que la abstinencia no es la solución, pero si la autorregulación”.
Para el Dr. Dimitri A. Christakis, “hay que seguir haciendo estudios (…) Los infantes están en un gran riesgo, no están obteniendo la atención que debieran tener, los medios digitales parten a los cuatro meses de edad en la mayoría del mundo y esto va a ser un problema potencial. Creo que los infantes están en un riesgo altísimo por dos razones porque están naciendo conectados para entender la causalidad y por la violación del paradigma de las expectativas”.