El Covid-19 comenzó con una única versión proveniente de Wuhan. Hoy, más de un año después, hay tres variantes que dan vuelta por el mundo: B.1.1.7, B.1.351 y P.1. Más conocidas como la cepa del Reino Unido, la cepa sudafricana y la cepa brasileña. Cada una descubiertas en estos territorios y donde dominan entre los contagiados. Aunque hay más variantes, el foco está puesto en estas tres.
El medio estadounidense The Salt Lake Tribune publica un buen resumen, en el que lista las similitudes y diferencias de las tres variantes. En el caso de la británica y la brasileña, ambas son más contagiosas, la primera un 70% más que la cepa original, la segunda no se sabe con exactitud. También se ha identificado que la variante inglesa es más letal y está más esparcida por Estados Unidos. La cepa brasileña es más probable que se pueda recontagiar, la sudafricana no se sabe, pero lo que se conoce es que en este caso, la vacuna podría tener menos efecto.
Aunque las nuevas mutaciones aparezcan en distintos lugares del mundo, hay características que se repiten, como que son más contagiosas. En el caso de la cepa inglesa se ha evidenciado en un aumento de casos en Estados Unidos y distintos países de Europa, donde ya es la variante que predomina. De la sudafricana y brasileña se sabe menos, pero el resumen de The Salt Lake Tribune cita estudios que sostienen que la segunda es entre un 40% y 120% más transmisible; o un 160% más transmisible. En tanto, la revista New Scientist cita un paper de enero basado en un modelamiento computacional que proyecta que la sudafricana podría alcanzar un 50% más.
Respecto a la letalidad, British Medical Journal le hizo un seguimiento a 109,000 casos de Covid-19. Por la respuesta de los pacientes al virus, comprobaron que la cepa inglesa es más mortal, aproximadamente un 64% más que el coronavirus “original”. En los otros casos no existe evidencia suficiente.
Lo que sí se puede afirmar es que las tres cepas han amplificado sus rangos etarios de ataque, incrementando el riesgo de los más jóvenes.
¿Qué pasa con las vacunas?
Los posibles antídotos y tratamientos se robaron la atención del mundo, llenando de esperanza la ardua batalla de la pandemia. Pero con la llegada de las nuevas cepas apareció el miedo y las preguntas: ¿podrían seguir protegiéndonos las vacunas contra estas nuevas mutaciones?
Los científicos se volcaron en pro de responder esta pregunta y por ahora afirman que los anticuerpos que generan, tanto las vacunas, como el virus en quienes se recuperan, sí minimizan los efectos de las mutaciones. Los laboratorios Moderna y Pfizer afirman que al menos con la variante británica, sus vacunas funcionan prácticamente igual. AstraZeneca, Johnson & Johnson y Novax, identificaron mínimos cambios porcentuales.
En el caso de la cepa sudafricana la diferencia es mayor, el peor escenario es AstraZeneca, que tiene una eficacia de un 10% en esta mutación. Pero Pfizer sostiene un 77% de efectividad; Johnson & Johnson un 64% y Novavax un 60%.
En el caso brasileño, Pfizer y Moderna no muestran diferencia con la efectividad de la cepa original, mientras que Johnson & Johnson muestra un 68% de eficacia.
El laboratorio Moderna ha creado una nueva vacuna especialmente para la más amenazante de las cepas: la sudafricana. La semana pasada se comenzaron a probar estas nuevas fórmulas y también nuevas dosis de las vacunas ya conocidas. La idea es ver cómo poder atacar la mutación del virus para frenar la propagación y las próximas variantes.