En todo el mundo se están experimentando cambios en la manera de vivir ante la pandemia de coronavirus, y muchas empresas han tenido que reinventarse. Estar alejado de las personas, cuarentenas obligatorias y el trabajo remoto, ha generado que los líderes deban estar más presentes que nunca; con una estrategia clara, tanto para seguir produciendo como para la relación fluida con sus equipos.
“Hoy en día, ser el líder de una empresa es una tarea desafiante. Los trabajadores recordarán durante mucho tiempo cómo fueron tratados durante esta crisis, y nada motiva más a la lealtad y compromiso, que tener la seguridad de que el jefe se preocupa de tu bienestar, y no sólo de tu desempeño. Además, no todos viven la misma realidad en sus hogares, muchos tienen niños en casa, temas familiares, y otros factores asociados que interfieren en el rendimiento laboral, por lo que el apoyo que se otorgue es clave”, enfatiza Pablo de la Barra, gerente general de la empresa de recursos humanos Talana.
En este marco, el experto entrega recomendaciones que pueden ser de utilidad para ser un líder positivo en el contexto del teletrabajo:
1) Buena comunicación y ritmo: se debe mantener una comunicación clara y transversal con todos los trabajadores. La distancia no debe afectar en la fluídez de las comunicaciones con cada miembro del equipo. Se puede realizar una reunión al comienzo de la semana para programarla y otra al final para cerrar, y antes de comenzar con los temas laborales darse un tiempo inicial para preguntar cómo han estado. Si se requiere con algún trabajador en particular, se recomienda realizar una breve reunión para comenzar el día.
2) Fijar objetivos: un líder presente debe establecer con los jefes de equipo objetivos reales, equitativos e idealmente medibles. Clarificar el sentido, las metas concretas, las acciones a realizar, los tiempos de ejecución y los responsables. Si es posible, se debe utilizar alguna plataforma (por ejemplo, un drive) de acceso común para hacer seguimiento y actualizar las tareas. Esto, ayudará a que la sensación de incertidumbre sea menor.
3) Control de trabajo: los líderes deben estar al tanto del desempeño de sus trabajadores, pero sin ser un fiscalizador en exceso, un error que detona en falta de confianza, lo que puede perjudicar en la productividad. Además, se recomienda no llamar al equipo antes o después de la jornada laboral, ya que se está frente al desafío constante de conciliar labores familiares, de casa y trabajo, por lo que interrumpir los tiempos personales aumenta la sensación de estrés.
4) Fortalezas y debilidades: en todas las empresas existen diferentes tipos de personalidades y roles. Bajo el contexto en que estamos, se recomienda organizar las tareas y/o rotaciones que favorezcan la eficiencia en todos sus aspectos. Además, para contribuir a la sanidad emocional, se sugiere siempre informar a los trabajadores de manera formal, transparente y oportuna las decisiones adoptadas.
5) No todo es trabajo: en la oficina no se destina el 100% de las horas a sólo hablar de trabajo. Ahora que estamos con distancia física, se sugiere organizar instancias para que todo el equipo se encuentre. Por ejemplo, una vez a la semana un almuerzo relajado por webcam. Esto genera empatía, y verse las caras y conversar de otras cosas hará sentir al equipo unido en esta compleja etapa.