El estreñimiento normalmente se define como defecar menos de una vez por semana o presentar otros síntomas, como heces duras, necesidad de pujar excesivamente o una sensación de no haber evacuado completo después de defecar. El estreñimiento es crónico cuando estos síntomas duran varias semanas o más.
Es un problema frecuente y hay muchos tipos de laxantes que pueden ayudar a tratarlo. Los suavizantes de heces, también llamados laxantes emolientes, funcionan porque atraen líquido a las heces para ablandarlas, lo cual hace más fácil defecar sin tener que pujar.
Los suavizantes de heces de venta libre surten efecto en algunas personas, pero los estudios clínicos controlados, no muestran evidencia de que mejoren los síntomas. Pese a que solo deben usarse a corto plazo para aliviar el estreñimiento, consumirlos a diario probablemente no sea nocivo. Sin embargo, hay otras maneras de aliviar el estreñimiento que suelen surtir efecto.
La alimentación generalmente es uno de los principales causantes del estreñimiento. En muchas personas, hacer cambios alimentarios sirve muy bien para aliviar el estreñimiento. Un ejemplo es añadir fibra en la alimentación, porque eso aumenta el peso de las heces y acelera su tránsito por el intestino. Entre las fuentes buenas de fibra están las frutas frescas y los vegetales de hoja verde, así como el pan y los cereales integrales. No obstante, tenga cuidado y no añada muy rápido demasiada fibra a su alimentación, porque un aumento repentino en la cantidad de fibra ingerida puede provocar hinchazón abdominal y gases, así que empiece a añadirla lentamente.
Cuando el estreñimiento se convierte en un problema, hay que restringir aquellos alimentos que lo empeoran. En particular, evite alimentos como las masas, los pudines, el azúcar, los caramelos, los pasteles y el queso.
Además, la cantidad de líquido que ingiere también afecta a la función intestinal. Póngase el objetivo de beber a diario 6 a 8 vasos de líquido cada uno. El agua es la mejor alternativa, pero otros líquidos igualmente ayudan a ingerir la cantidad necesaria a diario.
La falta de actividad física también puede contribuir al estreñimiento. Si no hace ejercicio de forma regular, piense en añadir algún tipo de actividad física a su rutina diaria. Eso puede ayudarle a aliviar el estreñimiento.
Según sus antecedentes médicos y síntomas, el médico tal vez quiera evaluar la existencia de una enfermedad escondida que pudiera derivar en estreñimiento crónico. Por ejemplo, una obstrucción en el colon o en el recto, o una mala relajación de los músculos del piso pélvico pueden llevar al estreñimiento. De igual manera, los problemas nerviosos y musculares pueden afectar a los músculos tanto del colon como del recto y eso dificulta el tránsito de las heces por los intestinos.
Además, afecciones como la diabetes y los trastornos tiroideos pueden alterar el equilibrio hormonal del cuerpo y, por lo tanto, llevar a estreñimiento crónico.
Si usted no tiene ningún problema médico que cause estreñimiento, hable con su médico acerca de la mejor manera de controlar la situación. Según cuáles sean sus circunstancias personales, un remedio adecuado para la situación podría ser tomar a diario un suavizante de heces diario u otro laxante simple. Modificar la alimentación y hacer otros cambios en su estilo de vida también pueden ejercer un efecto positivo sobre el estreñimiento.
* Gastroenterólogo de Clínica Mayo en Rochester, Minnesota (Estados Unidos)