Con 160 fallecidos, coronavirus supera mortalidad de la gripe porcina de hace una década: las diferencias entre ambas pandemias
En 51 días de pandemia por Covid-19, las personas fallecidas a causa de esta enfermedad ya superaron a las que murieron durante todo el primer año de influenza en 2009.
Se conoció primero como gripe porcina. Era abril de 2009 cuando Ministerio de Salud emitía una alerta nacional. ¿El objetivo? Reforzar la vigilancia de influenza y de virus respiratorios en el país. Desde entonces, todos los virus de influenza que se detectaban en los centros de salud debían ser enviados al Instituto de Salud Pública para que fueran estudiados. Había que estar alerta, la gripe porcina que ya estaba avanzando por el mundo pronto llegaría al país. Y también estaba por llegar el invierno por lo que claramente la gripe estacional y la nueva gripe pandémica circularían al mismo tiempo. El temor era real.
El primer caso de esta nueva enfermedad -que luego se bautizó como influenza AH1N1-se detectó 23 días después de la alerta mundial. El 17 de mayo de 2009 se confirmaron los que por un tiempo se creyeron fueron los primeros dos casos de esta gripe en Chile: dos jóvenes que llegaron al país provenientes de Punta Cana, República Dominicana. Con el tiempo se supo que el virus había ingresado a fines de abril al país causando un brote importante en Puerto Montt.
Hasta el 31 de diciembre de ese año, Chile contabilizaban 152 fallecimientos de personas test diagnósticos positivos. Si se considera un año calendario desde que se decretó a alerta, desde abril de 2009 hasta el 31 de marzo de 2010, se registraron 153 fallecidos con un promedio de edad de 44 años, de ellos, el 87% de ellos tenían comorbilidad.
Hoy, a 11 años de esta pandemia de influenza y apenas 51 días desde que se conoció el primer caso positivo a SARS-CoV-2 en el país, las personas fallecidas a causa de Covid-19, la enfermedad que causa este nuevo coronavirus llegaron a 160 superando las pérdidas que dejó el primer año de la aparición del virus influenza AH1N1.
“Obviamente que esta nueva enfermedad superara a la influenza. La influenza H1N1 afectó a personas más jóvenes. A diferencia de lo que ocurre ahora, en la pandemia anterior, los adultos mayores habían vivido el brote de influenza en 1957, por lo tanto, tenían una inmunidad de larga data y eso de alguna manera los protegió”, dice María Teresa Parada, Jefa del Centro de Enfermedades Respiratorias de Clínica Las Condes.
En cambio hoy, ninguna persona en el mundo tiene inmunidad frente al nuevo coronavirus, y quienes ya se contagiaron al parecer logran una inmunidad, pero aún no está claro por cuánto tiempo. Tampoco hay tratamiento y el examen diagnóstico tiene un costo.
Jeannette Dabanch, infectóloga del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, recuerda que en 2009 la ola pandémica duró alrededor de 12 semanas, pero ahora con el nuevo coronavirus, se superará por lejos esta cantidad de días.
Con respecto de la mortalidad, la infectóloga dice que las cifras oficiales consideran solo a quienes tenían el examen diagnóstico positivo, pero no a todas las personas se les hacía el test. “En un momento, bastaba con los síntomas para diagnosticar y tener acceso gratuito al tratamiento antiviral”, recuerda.
Según Parada, el nuevo virus dejará más contagiados y recién con un 70 -80% de la población contagiada, los casos nuevos comenzarán a disminuir.
María Luz Endeiza, infectóloga y jefa del Vacunatorio de Clínica Universidad de los Andes, recuerda que la pandemia de influenza tenía a su favor que si bien era un virus nuevo, se comportaba similar a las otras influenzas, entonces se sabía más acerca de cómo prevenirla y cómo diagnosticarla. En cambio, Covid-19 se presentan con sintomatología muy diferente y es difícil diagnosticar sin el test de PCR.
“En esta enfermedad, las personas que se enferman gravemente y necesitan ventilación mecánica son más que en influenza. Con Covid hay más casos leves y también graves, en comparación con la influenza de 2009. La influenza tuvo más mortalidad que la influenza estacional que teníamos entonces pero era mucho menor que la de este coronavirus”, indica Endeiza.
De hecho, el pasado 13 de abril, Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), señaló que “el Covid-19 se propaga rápidamente y sabemos que es letal: 10 veces más que el virus responsable de la pandemia de la gripe de 2009”.
Diagnóstico y tratamiento
En enero de 2010, el reporte del Estado de Situación del Ministerio de Salud señalaba que durante el año anterior se notificaron 368.118 casos ambulatorios compatibles con la definición de caso sospechoso de influenza pandémica. Mediante PCR específico en tiempo real, se diagnosticaron 12.302 personas con infección por Influenza Pandémica (H1N1). En total, se entregaron 634.450 tratamientos antivirales gratuitos en el sector público y privado.
¿Por qué esta diferencia en las cifras? Cuando el contagio comenzó a avanzar, ya no fue necesario el test y a todos los pacientes con el cuadro clínico evidente se les entregaba el tratamiento antiviral: oseltamivir (Tamiflu).
“Esta fue una gran diferencia. Para la influenza existía un antiviral y se podía tratar a los pacientes que eran sospechosos de la enfermedad. El test diagnóstico, cuando se hacía, sobre todo al inicio de la pandemia, era gratuito. No se pagaba en ningún sistema. Hubo también mucho trabajo conjunto de especialistas clínicos, hospitales, universidades, epidemiólogos, el laboratorio del ISP y quienes estaban encargados de tomar las decisiones, la autoridad de salud”, explica Dabanch.
En el caso de los colegios que tuvieron brotes, se mandató a especialistas de la Universidad Católica para que estudiaran el impacto de cerrar los colegios. Se creo una página web que recogía toda la información existentes y como había un trabajo estrecho desde las distintas áreas, se podía acceder fácilmente a los datos.
“En las empresas se hizo distanciamiento. Había disponibilidad de alcohol gel para las manos, en los supermercados, en diferentes recintos. Se hizo un trabajo importante con el Metro. En todas las esferas. Se educó a la población para que supiera en qué momento consultar, para que aprendieran a estornudar y toser con el interior del antebrazo. Mucha vocería de comunicación de riesgo. En el caso del brote que ocurrió en Puerto Montt, se formó un equipo de investigación que fue a estudiar lo que allí estaba ocurriendo”, recuerda la infectóloga del Hospital Clínico de la U. de Chile.
Un par de virus esperados
Un aspecto común del virus de la influenza AH1N1 y del SARS-CoV-2 es el aviso de su llegada. Ambos se originaron lejos del país, por lo que su aparición en el territorio nacional no fue sorpresa y había preparación.
Según Parada, la llegada de la influenza en el 2009 fue más brusca y hubo menos tiempo de preparación y en pocas semanas los servicios de salud estaban colapsados con personas haciendo largas filas y esperando por horas por una atención. “Hoy las consultas por urgencia han disminuido más de un 50%. Las personas están asustadas, muchos en sus casa, evitando salir”, dice la especialista.
La comunicación es otro elemento que destacan las especialistas. Parada recalca que hoy existe más información, con imágenes muy poderosas sobre lo que está ocurriendo en el resto del mundo.
Pero con la globalización y el exceso de información, también aparecen las fake news que terminan por confundir a la población porque no todos son capaces de “limpiar” y diferenciar qué es verdad y qué no, reflexiona Dabanch.
Según Endeiza, es probable que en un tiempo más y cuando se tenga más información, también ocurra lo mismo que pasó en 2009 cuando se constató que el virus había llegado al país al menos dos semanas antes de que se diagnosticara el primer caso.
Postpandemia porcina
En agosto de 2010, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró que la fase 6 de la alerta pandémica llegaba a su fin y se iniciaba entonces, el período post-pandémico.
La autoridad sanitaria dijo que el virus de la influenza A(H1N1) 2009 se comportaría como un virus estacional y que su circulación seguiría en los próximos en los años que siguieran tal como ha ocurrido hasta ahora.
La recomendación a los países fue que siguieran alertas y preparados para mitigar el impacto de brotes que pudieran ocurrir y así activar rápidamente los planes y protocolos para hacerle frente.
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