Un total de 407 metas y acciones concretas deberá emprender el país para alcanzar el carbononeutralidad y ser un país resiliente al clima. De eso se trata la Estrategia Climática de Largo Plazo (ECLP) que lanzó hoy el gobierno, a días cinco de que comience la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26), en Glasgow, Reino Unido.
El documento será presentado de manera formal en la cita planetaria. Se trata de una hoja de ruta que establece los objetivos y metas sectoriales y calendarizadas, que deben ser cumplidas a más tardar al 2050.
De esta manera, al 2025 el país debe cumplir con el retiro del 65% de la generación a carbón de la matriz nacional, sumar entre 10.000 a 15.000 hectáreas de humedales urbanos protegidos, establecer un ecoetiquetado de reciclabilidad obligatorio o que el 100% de las áreas marinas protegidas pre 2020 cuenten con planes de manejo.
Esto último es una deuda pendiente: si bien se ha avanzado en la creación de áreas marinas protegidas -Chile tiene el 40,5% de sus aguas oceánicas bajo alguna categoría de protección- no existen planes de manejo, administración y fiscalización en varias de ellas.
La estrategia señala para 2030 metas como un 80% de la generación eléctrica provenga de fuentes renovables, aumento en el 50% de la red de estaciones de glaciares, implementar flotas cero emisiones en la gran minería o que el 100% de la población urbana tenga acceso a servicios sanitarios.
Para 2040, que se retiren o reconviertan la totalidad de las centrales a carbón, que el hidrógeno verde sea el 20% de la matriz de combustibles del país, que el 100% de los buses, taxis y colectivos sean cero emisión y reducir en un 40% el ingreso de residuos en mares y playas.
Por último, al 2050 la matriz energética deberá ser en un 100% cero emisiones, reducir en 70% las emisiones de la industria y minería, que un 30% a 50% de especies amenazadas cuente con Planes de Recuperación, Conversación y Gestión.
Según informó el Ministerio de Medio Ambiente, esta estrategia se elaboró a partir de un proceso participativo, con más de cuatro mil personas en más de 100 talleres a lo largo del país, lo que fue complementado con el apoyo y asesoría del Comité Científico.
En la ceremonia de hoy, la ministra del Medio Ambiente, Carolina Schmidt, destacó que “Chile llegará a la COP26 como el primer país de América del Sur que cumple con lo establecido en el Acuerdo de París y presenta la Estrategia Climática de Largo Plazo, lo que se suma a la aprobación en el Senado de la ley marco de cambio climático”.
El ministro de Ciencia, Andrés Couve, comentó que desde su cartera “hemos trabajado desde el comienzo para poner la evidencia científica en la base de las decisiones climáticas. En esa tarea ha sido clave nuestro Comité Científico de Cambio Climático, que ha establecido un vínculo permanente con el Ministerio de Medio Ambiente y que colaboró activamente en la realización de esta política”.
Desde la sociedad civil, Felipe Pino, abogado de ONG FIMA, explica que la ECLP representa un importante avance respecto al camino de mitigación y adaptación que debe tomar el país de cara a la crisis climática y ecológica que vivimos.
“Sin embargo, nos preocupa que el plazo contemplado para la descarbonización total de la matriz energética sigue siendo el 2040, en concordancia con el Plan del Ministerio de Energía, el cual ha sido calificado como insuficiente por académicos y diversas organizaciones de la sociedad civil, sobre todo quienes viven en comunas como Huasco, donde no hay novedades antes de ese plazo”.
Pino agrega que, si bien se consagra una meta de carbono neutralidad a 2050, en concordancia con las negociaciones internacionales, “para alcanzar dicha meta de forma satisfactoria se requiere de metas intermedias vinculantes y ambiciosas”.
Pino añade que, para avanzar a paso firme hacia una sociedad más resiliente, resulta imperativo ser consecuente con los principios de participación a los cuales aspira este instrumento. “Es evidente la firma del Acuerdo de Escazú, y reforzar mecanismos de gobernanza que permitan recoger los saberes ancestrales de los pueblos originarios, hasta el momento olvidados en esta nueva hoja de ruta de acción climática a nivel nacional”, dice.