"No se extrañen si terminamos a la 3 de la mañana del día sábado", dijo esta mañana Andrés Landerretche, jefe de contenidos de la Presidencia, en una reunión informativa con la sociedad civil.
Hasta la tarde del jueves, los países no habían logrado mayores avances en los principales temas de negociación: Los mercados de carbono (Artículo 6 del Acuerdo de París), compensación por desastres climáticos ("Pérdidas y Daños"), el texto final de la Cumbre y las medidas que deben tomar los países para diversificar sus economías por fuera de los combustibles fósiles ("medidas de respuesta"). Los otros temas, cómo la discusión de Género, también seguían discutiéndose.
Negociaciones
El Artículo 6 del Acuerdo de París es el tema más complejo. La discusión por los mercados viene debatiéndose desde el año pasado y todo apunta a que ahora tampoco habrá acuerdo. "Por los temas políticos y técnicos que hay resolver, no es posible que se cierre acá", dijo un negociador de la presidencia en la reunión.
La discusión se divide en tres grandes temas respecto a la compra y venta de reducciones de emisiones de gases de efecto invernadero: cómo funcionarán los acuerdos bilaterales entre países, las reglas del mercado entre varias partes y una serie de enfoques "no relacionados con el mercado".
Y ahí hay varios debates. El nuevo mercado será el reemplazante del que existía con el Protocolo de Kyoto y el Mecanismo de Desarrollo Limpio. Los principales conflictos están en la transición del viejo mercado al nuevo: si se permitirá "transferir" créditos ya vendidos, si se evitará claramente que dos países contabilicen para sus compromisos dos veces la misma reducción de emisiones y si se incluirá una protección explícita a los derechos humanos y la integridad ambiental de los proyectos.
"Hay muchos países que quieren mercados para acelerar la acción climática, para descarbonizar, y no sea una máquina de hacer dinero fácil y falso. En América Latina queremos eso, que sea una herramienta para descarbonizar. Para eso, necesitamos que sea con integridad ambiental, evitar la doble contabilidad, que no sea que todo lo que se hizo con el Mecanismo de Desarrollo Limpio y los 200 créditos viejos, que ayudaron algo y otros no tanto, venir y traerlos. Eso, desde lo económico, muchos países nos quedamos fuera, es colapsar el sistema. Y desde lo ambiental, no es hacer reducciones nuevas, y eso es lo que necesitamos ahora", explica Andrea Meza, directora de Cambio Climático de la oficina de Medio Ambiente de Costa Rica.
Brasil es el único latinoamericano no alineado en ese tema. "Ellos quieren que se les reconozcan los créditos antiguos. Y es un argumento genuino, es válido, pero es de otro tipo. Si le permitimos a Brasil traer los créditos viejos, también se lo permitimos a India y a China", dice Meza.
Australia tiene una posición similar, pero con las "reservas" de créditos de Kyoto, con los que pretenden cumplir hasta el 60% de su compromiso de reducción de emisiones. Brasil dice lo mismo: Kyoto nunca prohibió el doble conteo, entonces si "cambian las reglas", no pueden cumplir con sus compromisos anteriores.
El tema de derechos humanos e integridad ambiental está siendo impulsado por países como Costa Rica, México y Suiza. "Un aporte de la región es que este tema no se puede cerrar sin derechos humanos. Somos una región convulsa, y eso es algo que nos tiene a flor de piel a todos. No vamos a hacer esta transición sin este enfoque, sin el foco en los territorios. Porque por reducir carbono, se puede venir y tumbar bosques completos", dice Andrea Meza. Eso sí, desde la presidencia chilena reconocieron que no es la prioridad en la negociación.
El tema de derechos humanos ha sido el principal punto de bloqueo en la discusión por el "Plan de Acción de Género", negociación que ahora está liderando la propia ministra de Medio Ambiente, Carolina Schmidt. Este es un tema que Chile confiaba en que se resolviera rápido, ya que es algo que ya estaba en el Acuerdo de París. Sin embargo, Irán ha bloqueado la discusión, aunque desde el equipo de presidencia dijeron que, con las bilaterales sostenidas por la propia ministra, se han acercado posiciones.
En "Pérdidas y Daños", hay dos grandes posiciones, relativas al financiamiento para los desastres e impactos ambientales, pero a diferencia del Artículo 6, es un tema que puede seguir debatiendo y reformando. La discusión nace de un mandato de revisión de la Convención Marco de Naciones Unidas para el Cambio Climático que se hace cada cinco años, por lo que es probable que de esta Cumbre salga un texto con distintas opciones. Con los mercados, en cambio, se están negociando las reglas de un Artículo del Acuerdo de París, por eso muchos países prefieren dejarlo para el próximo año antes de cerrarlo a la rápida.
La influencia chilena
Otra negociación que sigue es la del texto final de la COP, donde se puede ver de mejor manera la influencia de Chile. Esta semana, la presidencia de la COP25 le pidió a la ministra española, Teresa Ribera, que llevara adelante las negociaciones en este tema. Aquí deberían aparecer, por ejemplo, el llamado que hace Chile a todos los países a la necesidad de mejorar sus planes de reducción de emisiones (Contribuciones Nacionales Determinadas o NDC, su sigla en ingles) para 2020 y la inclusión del tema de los océanos.
El tema océano ha estado presente toda la COP a través de eventos, charlas y presentaciones. La intención de Chile, organizando la "COP Azul", es incorporarlo al texto final asegurando que durante todo 2020 -año en que Chile mantendrá la presidencia- se realizarán talleres que concluirán con la incorporación de 'Océanos' como un nuevo punto de la agenda en la COP26. Esto significa que, temas como la gobernanza y protección de los océanos, se convertirá en un tema de negociación en las cumbres. Para esto ya se tiene el visto bueno del Reino Unido, que asume la presidencia el próximo año.
Respecto al liderazgo chileno en la cumbre, Andrea Meza asegura que "Chile ha sido muy valiente, pues no es fácil venir acá con la situación interna que viven. Y una cosa es hacerlo en tu país, con la energía y ganas de hacerlo bien, otra es venir todo golpeado, al frío de acá. Es complejo. Están siendo valientes y que ha tocado un año muy complicado. Y este ha sido un toro demasiado agresivo y violento el que les ha tocado gestionar".
En la reunión con la sociedad civil, Andrés Landerretche la organización de la COP "era una hasta al 18 de octubre, y después cambió".
A esto se suma el estado del mundo y el multilateralismo. En 2015, el Acuerdo de París fue posible en gran parte porque Estados Unidos y China estaban en la misma página. Hoy, con ambos gigantes en conflicto, la gestión de las negociaciones tiene que lidiar con ellos, además de actores poderosos como Brasil y los países árabes.
Se espera que para la noche del jueves -o mañana del viernes- se presenten los borradores de todas las negociaciones. Así, se estudiarán, discutirán y debatirán durante todo el día, con objetivo de cerrar la cumbre el sábado. Pero por cómo avanza todo, tampoco se descarta que se extienda hasta el domingo.