Hoy el primer ministro de británico Boris Johnson presidió la ceremonia en la que anunció el plan que su país llevará adelante como parte en su rol como anfitrión y líder de la próxima cumbre climática, la COP26.
La Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que se realizará en noviembre de este año, se hará en Glasgow (Escocia), y no ha estado exenta de problemas que nuevamente hacen dudar de del éxito de la reunión.
Durante el lanzamiento del plan, Johnson anunció que se prohibirá la venta de vehículos nuevos a gasolina y diésel en 2035, cinco años antes de lo que estaba previsto. Una medida drástica como parte del intento por acelerar los esfuerzos para atajar el cambio climático. La medida, prohibirá incluso la venta de automóviles híbridos.
Sin embargo, lo que podría leerse como un compromiso del gobierno británico se vio empañado con el despido este viernes (el mismo día en que salían del Brexit) de la ex ministra de Energía y actual presidenta de la COP26, Claire Perry O'Neill. Ella escribió una carta al propio Johnson acusando falta de apoyo, de recursos y en la cual planteaba dudas respecto del real compromiso del gobierno con la reducción de los gases de efecto invernadero.
En la misma carta, que se filtró el viernes a la prensa, la ex ministra de Energía reconoce que las negociaciones de la COP son difíciles. Lo que quedó demostrado en la COP25 (que presidió Chile pero que se realizó en España). "Fue particularmente horrible en la última COP en Madrid, a pesar de los mejores esfuerzos de la fantástica presidenta chilena y los anfitriones españoles", en alusión a al trabajo realizado por la ministra del Medio Ambiente de Chile, Carolina Schmidt.
Hasta ahora, no se ha nombrado un sucesor o sucesora para que lidere la instalación y las reuniones previas a esta cumbre mundial.
"Organizar la COP26 es una oportunidad importante para que Gran Bretaña y las naciones de todo el mundo den un paso adelante en la lucha contra el cambio climático", indicó el primer ministro durante la ceremonia de lanzamiento.
Gran Bretaña se comprometió a eliminar sus emisiones netas de gases con efecto invernadero para 2050. Sin embargo, el Comité sobre Cambio Climático que asesora al gobierno advirtió que las acciones de Londres para reducir el dióxido carbono y otros gases que contribuyen al calentamiento global, están muy debajo de lo necesario.
Falla del modelo
Manuel Baquedano, presidente Instituto Ecología Política, cree que el despido de O'Neill es un ajuste de la nueva administración que tiene Inglaterra. "Johnson es muy distinto a la ex ministra Theresa May. Yo creo que busca, no se si ha encontrado, un responsable real que sea muy acorde a su línea. Salieron del Brexit recién y en Glasgow, Escocia, donde se realizará la cumbre hay una desafío independentista no menor y sus autoridades han señalado que quieren declarar la independencia este año", señala.
A su juicio, este contexto político se ve agravado por la crisis económica que vive China, el país que más emisiones lanza al planeta. Sin China y sin Estados Unidos luchando contra el cambio climático es difícil que se logre reducir las emisiones. "El panorama desde el punto de vista político y económico es muy difícil", insiste Baquedano.
Lo más grave, según el ambientalista, es que no funciona es el modelo de los acuerdos voluntarios. "Ante una situación imperiosa –como la reducción de contaminantes- no se puede seguir con reducciones voluntarias. En general, los acuerdos multilaterales son cada vez menos, van perdiendo fuerza en todo el mundo", indica.