Coronavirus: Cómo es y cómo ataca al organismo
Descubierto en diciembre del año pasado , el coronavirus de Wuhan es un virus contagioso para que que aún no existe vacuna ni tratamiento y del que los científicos poco conocen.
El nuevo coronavirus chino, conocido hasta ahora como 2019-nCoV, sigue esquivo para la ciencia.
Es primo del SARS y el MERS, dos virus del tipo coronavirus que causan neumonías. De los 40 coronavirus conocidos hasta ahora, solo siete son capaces de afectar al ser humano y este es el último en ser descrito por la ciencia. Los demás son comunes en animales, desde perros y gatos, hasta murciélagos y ballenas. Pablo González, investigador de la PUC y del Instituto Milenio de Inmunología e Inmunoterapia (IMII) dice que la característica principal de los coronavirus es el tamaño. De todos los virus que son a base de ARN (ácido ribonucleico como material genético), como el virus influenza o el adenovirus, los coronavirus son los que tienen genoma más grande.
Aunque el primer caso de neumonía china debido al nuevo coronavirus se conoció el 12 de diciembre del año pasado, es poco lo que se conoce de este patógeno mientras especialistas de todo el mundo trabajan intentando conocerlo en todos sus aspectos, otros buscan una cura y un tratamiento específico que permita controlarlo.
Los análisis genéticos que se han realizado hasta ahora, muestran que es un coronavirus muy similar al que tienen los murciélagos, por lo que lo más probable es que en estos animales esté el origen. Sin embargo, al igual que lo ocurrido entre sus parientes, debe existir un "hospedero intermedio" que sea capaz de transmitir el virus al ser humano. En este caso, aún no se conoce este intermediario.
Las personas que se contagian lo hacen entre el quinto y décimo día tras el contacto con el virus (desde un animal hospedero o una persona ya contagiada con la enfermedad).
Respecto del contagio, se sabe que se transmite a través de microgotas cuando las personas enfermas estornudan o tosen, pero no se sabe, por ejemplo, si puede permanecer en el ambiente y en caso de hacerlo, por cuánto tiempo. Los síntomas que más se presentan son fiebre, cansancio y neumonía. Las personas que hasta ahora han fallecido son en su mayoría hombres, mayores de 60 años y con otras enfermedades asociadas como hipertensión o diabetes. Algunos estudios han planteado la posibilidad de que el virus afecte directamente las angiotensinas, hormonas que controlan la presión arterial.
La reciente declaración de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que calificó este brote epidémico como una "emergencia de salud pública de importancia internacional", ayudará en parte a controlarla.
La infectóloga del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, Jeannette Dabanch, explica que de acuerdo a las últimas publicaciones de las revistas especializadas es probable que los primeros casos fueron antes de diciembre e incluso, sin relación con el mercado de abastecimiento de la ciudad de Wuhan -hasta ahora, el epicentro del contagio- y no fueron detectados. Además se ha descrito que, de acuerdo al análisis del material genético del nuevo coronavirus, está más emparentado con los coronavirus que está presente en los murciélagos.
Un tercer dato aportado por estas publicaciones: no todas las personas que se contagian con el virus enferman. Ocurrió con un niño de 10 años, como todo su grupo familiar enfermó, se les realizó test a todos los miembros, y aunque su muestra resultó positiva, nunca tuvo síntomas de la enfermedad.
Respecto de las recomendaciones entregadas por la OMS, la especialista dice que las medidas propuestas son solo recomendación, no una obligación, por lo que los países pueden o no adoptarlas.
Como tratamiento, hoy se está indicando en algunos pacientes un medicamento que se utiliza en los pacientes con VIH que es una combinación de dos fármacos lopinavir y ritonavir y se utiliza como tratamiento y prevención. Durante el brote de SARS en 2003 se vio que tenía algún grado de protección frente a ese coronavirus, por cuando en un hospital los pacientes que estaban siendo tratados por el VIH estuvieron en contacto con pacientes con Sars y no enfermaron.
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